39.

2.9K 378 635
                                    

Wanda.

—¡Ven aquí! — me quejé jalando a Alex hasta mí mientras salíamos del bar. — ¿En dónde te hospedas?

Ella no contestó, se apoyó en mi hombro y cerró los ojos mientras yo me quejaba por todo el peso que cargaba en mí.

—Mierda. Alex. — avancé arrastrando su cuerpo hasta el auto.

—¡Wanda, una foto, una foto!

Puse la mano evitando que los flashes me cegaran y seguí mi camino pidiendo disculpas por no poder detenerme a saludar. Realmente no tenía ganas de hacerlo.

—No fotos, por favor.

—¡Una foto! — insistió una mujer dejando el móvil en mi cara e impidiendo mi avance. — ¡Una foto, Wanda!

Empujé el brazo que no dejaba de jalar mi cuello y vi el móvil caer al suelo. Estoy cansada de esto, necesito llegar a mi casa.

Subí a Alex al auto y luego de eso me fui hasta mi asiento. Acomodé el espejo retrovisor y la vi sonreírme.

—¿Qué?

—Como en los viejos tiempos... Tú, yo... El auto y... — ella sonrió.

"Te amo, ¿lo sabes, no?" Sonaba eso en mi cabeza mientras ella y yo nos escondíamos en el auto, ni siquiera recordaba de quién o qué, sólo sé que estábamos allí, esperando a que todo pase.

—Lo recordaste... — murmuró acercándose hasta delante. Pasó al asiento delantero y yo no la detuve. — Wanda... dame una oportunidad y te prometo que...

—Estás ebria, Alex. — la detuve. — no me interesa oírte. Ponte el cinturón. — ella me ignoró. — cinturón. — no hizo caso. Pasé mi torso sobre ella para tomar el cinturón y pasarlo sobre su cuerpo, mientras lo acomodaba la pelirroja decidió que era buen momento para besarme.

Me besó, y no supe qué hacer. Había soñado con un reencuentro de estos por tanto tiempo, llevábamos bastante separadas... ¿Un año o dos? Y yo seguía extrañándola como el primer día, pero ahora mientras me besaba... No se sentía igual... ¿O tal vez sí?

Correspondí el beso por unos segundos, luego de eso me alejé de ella.

—Alex, no hagas esto más difícil por favor.

—¿Qué tiene Natasha que yo no tenga? — preguntó y me alejé. Observé la parte delantera de mi auto notando el dicho pato con casco. Me maldije mentalmente por no tener idea de dónde se encontraba Natasha y creer que debo cuidar de Alex.

—¿Dónde queda tu hotel?

—No lo sé, no recuerdo... — murmuró mientras me daba la espalda para dormir.

Empecé a conducir a casa con cuidado esperando encontrarme a Natasha de camino. No queda demasiado lejos, pero ella no es de por aquí, incluso con tantos meses yendo y viniendo, jamás le enseñé a estar sola y manejarse por aquí sin perder el rumbo.

Al llegar a casa, ella no estaba, pero acosté a Alex en la habitación que Natasha había dejado de utilizar por obvias razones y me senté a esperar en el sofá mientras me mentalizaba para decirle a Natasha que había besado a Alex pensando en todo lo que podría responder y en que nada de eso acabaría bien. ¿Por qué debe ser tan difícil?

[•••]

Natasha.

—No, no creo que entiendas esto, Tony.

Explícame. — dijo el pelinegro mientras me sentaba en la banca del parque. — Steve está aquí, queremos entenderte, cielo.

—Wanda, y su ex... Yo... — suspiré.

Offside love. [Wandanat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora