La Descendiente Y los Cuatro Principes Del Infierno

Capitulo 7 Mentiras Y Verdades

—Si soy lo que ustedes dicen... ¿Cómo es posible? —pregunto mientras me adentro en la habitación.

Quiero saberlo, necesito saberlo saber quién soy en verdad, saber de dónde vengo y sobre todo saber porque decidieron abandonarme. Todo podria está relacionado. Desgraciadamente

Anthony y William comparten una mirada, como si ambos indagaran si decírmelo o no está bien, hasta que Anthony resopla y asiente. Da un paso adelante.

—Solo hay una manera que se me ocurre, tus padres son o debieron ser Celestiales, esa persona...Emily debe saber algo sobre ellos —habla Anthony mientras se dirige a la silla de su escritorio.

—Ella sabe tanto como yo, que es nada en realidad.

—O tal vez ella te mintió, es una posibilidad —Agrega de brazos cruzados tomando asiento— Pero sea como sea, deberías quedarte, no es lógico que un celestial ande por las calles humanos sin ningún tipo de entrenamiento antes.

Celestiale... Es increíble que siquiera piense en que todas esas cosas sean reales. Después de tanto tiempo sin querer creer, ahora resulta que debo hacerle porque es lo único que me puede ayudar. A saber sobre mi pasado.

— No, ella no me mentiría... no sería capaz —admito, pero viendo como estas las circunstancias ahora mismo no sé qué creer—Además no sé si es una buena idea quedarme, yo no conozco nada de este mundo y hasta hace menos de unas horas no sabía que ustedes existían ni nada de estos —hago un además para señalar lo que me rodea.

No encajare en este sitio, sería como una extraña para ellos como ellos lo son para mí.

—Eso no es cierto —interviene William por primera vez, luego de estar toda la conversación de su tío y mía sin decir nada —Aunque hayas vivido toda tu vida en el mundo terrenal eres una celestial, la sangre celestial corre por tus venas y de eso no hay duda. Porque la academia solo permite pasar a celestiales, si no lo fueras créeme que jamás hubieras entrado.

—Ni siquiera sabemos cómo entre —le respondo, pero él no le hace caso a mis palabras y continua hablando.

—Si no te quedas no solamente tu corres riesgo, los que están a tu alrededor también lo corren. Eres como una bomba a punto de explotar —habla caminando hacia mí, en respuesta yo retrocedo al ver mi intento de que no se me acerque deja de caminar y se mantiene en su puesto —Si quieres no lo hagas por ti, hazlo por las personas que te rodean. Imagina que en un ataque de ira o de ansiedad hagas explotar una casa o peor... poder herir a alguien. Lo que hiciste ayer con el candelabro, lo hiciste dormida no estabas consiente imagínate lo que puedes hacer estando consiente... puedes ser peligrosa si no te quedas y no tienes el entrenamiento adecuado.

¡Demonios! ¿Por qué tiene que pasarme estas cosas a mí?

Tal vez William tenga razón, si soy tan peligrosa como él dice debo quedarme, no quiero lastimar a nadie (no de nuevo) además... ya no queda nada para mi si vuelvo a New York. No pretendo pasarme toda la vida en el centro comunitario, tenía un plan de tal vez retomar los estudios y comenzar una carrera universitaria pero creo que eso no es para mí...tal vez aquí puedo encontrar algo nuevo... algo diferente. Siempre fue diferente a los demás y si me parece algo ilógico que todo esté pasando ahora mismo.

¿Celestiales? ¿Demonios? ¿Desde cuando yo creo en esas cosas? Oh claro ¡desde nunca! Pero al parecer ahora formo parte de este mundo ilógico y lleno de cosas que siempre me reúse a creer, las opciones se me agotan.

O me voy a casa y vuelvo a mi agobiante y sin sentido de vida... o me quedo aquí y tal vez encuentre por fin algo que me haga sentir completa de nuevo.... Debo está muy loca para hacer esto.