Grace
—Y esta es tu habitación, bueno nuestra habitación —¿Recuerdan la chica morena? Bueno Ruby ahora esta enseñándome cada rincón la academia a petición de Anthony. Y la verdad me agrada que la escogiera a ella, es bueno tener a una cara vagamente conocida en este sitio.
La academia cuenta con 100 habitaciones, 40 aulas de clases, cuatro pisos los cuales estan divididos de la siguiente manera: en el primero se encuentran todas las aulas, salas de reuniones y cafetería, en el segundo las habitaciones de las chicas y la dirección. En el tercero se encuentran las habitaciones de los profesores y las de los varones. Del cuarto no se nada.
Los años que estaré aquí serán tres (casi me da un ataque cuando escuche eso) y luego decidiré si quiero ser un ángel guardián o un ángel de cuidad (eso ultimo no lo entendí) ya luego se lo preguntare a mi guía turística que parece muy emocionada.
Ahora mismo estoy entrando a una habitación que para mi sorpresa es bastante grande, tiene tres camas individuales, sus paredes están pintadas de gris, cada cama está acompañada de una pequeña cómoda y closet para guardar la ropa y hay una pequeña ventana que deja entrar la luz del sol y una puerta que seguramente lleva al baño.
Claro la habitación ya esta personalizada, frente a una de las camas cerca del baño hay una gran estantería llena de libros y junto a la otra un pequeño escritorio lleno de pinceles junto con muchos materiales de arte, en las paredes cercanas hay fotos y pequeñas tarjetas con frases motivacionales.
Es muy acogedora y se siente muy tranquila.
—¿Quién es la otra chica? —pregunto mientras me siento en la única cama vacía al fondo de la habitación, dejando mis cosas en un lado de la cama.
No está mal, Ruby es muy habladora así que no tendré problema si quiero hablar con alguien en la noche.
—Es Lucy, mi melliza te va a caer bien es una chica muy amable aunque siempre se la pasa con la nariz en los libro y estudiando.
Así que la cama a mi izquierda es la de su hermana y la cama a mi derecha es la de Ruby, eso quiere decir que la estantería llena de libros de Lucy y el escritorio lleno de materiales de arte son de Ruby.
No sabía que tiene una hermana... bueno ¿Qué voy a saber? si apenas entre aquí hace un día.
—Me alegro que te quedaras, creo que te ira muy bien aquí créeme aunque al principio parezca extraño te acostumbraras... ¿Tienes hambre? Vamos a bajar, ya es la hora del almuerzo y mataría por un trozo de tarta de manzana.
Hasta ahora Ruby es la única que me hace sentir que este lugar no es tan extraño como parece. Se mueve con tanta naturalidad por el lugar que me hace creer que yo podría hacer lo mismo.
Algún día, claro.
Hay cosas que no son tan diferente como creí, un ejemplo: la cafetería se parece un poco a la de mi viejo instituto. Con sus mesas circulares para cuatro personas, sus asientos rojos redondos y a un lado el gran bufet de comida, pero lo que más me gusta es que una de las paredes está hecha completamente de cristal que deja ver el campus de la academia por completo.
Al entrar a la cafetería las miradas de los estudiantes se posan en mí, toda la academia me mira.
—No les hagas caso solo tienes curiosidad de saber quién eres, por lo que escuche tu entrada fue sorprendente anoche. Fue una pena que no estuve ahí para verla...¡Oh allá están! —Ruby hace una seña con la mano a una chico y chica que estan sentados en una de las mesas al final del lugar—Ven te los presentare —me toma de la muñeca y tira de mi para que la siga.
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La Descendiente Y los Cuatro Principes Del Infierno
FantasyMagia. Desde muy pequeña Grace ha sabido que la magia tan solo existe en los cuentos de fantasía, a pesar de los cuentos nocturnos sobre peligrosos demonios y hermosos angeles alados que su tía le contaba cuando era niña, que aseguraba que eran real...