Grace
Luego de regañar a Max y limpiar un poco el desastre que hizo, voy al baño a cambiarme de ropa para reemplazar mi ropa de ejercicio por el uniforme de combate de la academia. Yo perecía una madre regañando a su hijo. Creo que hasta escuche a William reírse por debajo mientras Max estaba sentado a mis pies con las orejas hacia abajo al igual que su hocico mientras lo reprendía.
Él solo un cachorro, recuerda eso Grace. Nadie dijo que cuidar a un cachorro mágico y electrico sería fácil.
Yo tomo el baño para cambiarme mientras que William se cambia en el resto de la habitación.
Es un poco raro compartir habitación con un chico y más con uno que apenas conoces.
Cuando termino de cambiarme, al comienzo dudo si él ya también está listo, tampoco es que voy a gritar a través de la puerta para preguntarle, pero tampoco me lo quiero encontrar a medio vestir o incluso desnudo. Sería muy vergonzoso, así que con la duda carcomiendome la cabeza salgo pensando que tal vez solo imaginaciones mías y el ya está listo y solo espera por mi. Al final dicen que las mujeres nos tardamos más que los hombres, pero al abrir la puerta me encuentro... bueno ahora sé que no se ha terminado de vestir.
Ahora mismo tengo una gran vista del chico con el que comparto habitación.
Abro los ojos hasta más no poder. Pero mis ojos descarados no dudan en hacerle un repaso.
Su torso está completamente descubierto, unos brazos musculosos pero no en exceso y un abdomen muy pero muy marcado se pasean delante de mi, es como ver el cuerpo de un modelo (creo que hasta puedo lavar ropa en esos abdominales), su piel se ve suave a la vista y sin ningún tipo de mancha o cicatriz, solo pequeños lunares repartidos en la parte de los hombros y espalda baja. Siento que mis mejillas se calentarse, luego de admirar a tal monumento me doy cuenta de que él me está mirando con esos ojos azules brillantes con una pequeña y descarada sonrisa en su rostro. Sostiene una camisa blanca en las manos, por suerte ya está vestido por completo en la parte de abajo
¡Qué vergüenza! NO, NO, NO.
Claro debí imaginarlo. Creo que William es el típico chico cliché, guapo, rico, con un buen cuerpo y además con un buen humor y agradable. Todo un príncipe literalmente, quien diría que en este mundo también puede haber chico cliché como en los libros de fantasía.
Irónico ¿cierto?
-¿Te encuentras bien Grace? -me pregunta con un toque de burla con una sonrisa con los mismos aires que su tono de voz y picara.
Él sabe que estaba viendo su cuerpo.
-S-si es solo pensé... que ya te habías cambiado -le digo mientras aclarando mi garganta, camino rápidamente a donde están mis maletas para guardar mi ropa en ella. Intentado mirar a otro lado.
¿Hace calor o solo es mi imaginación?.... Porque yo tengo mucho calor. Demasiado CALOR.
-Ya casi estoy listo, espero que no te moleste -aunque yo este de espaldas, puedo sentir que se está burlando de mi comportamiento.
Idiota.
-No descuida estoy bien -hago con un gesto de indiferencia con la mano sin mirarlo.
¡MENTIRA!
Oh claro que no estoy bien, pero no dejare que vea en el estado de una adolescente cuando ve a un chico sin camisa. Así que me tranquilizo y me volteo chocando con su mirada pero no sin antes darle una última mirada a su ese cuerpo tan perfecto que tiene.
¡Ya deja de mirarlo Graciela! ¡Compórtate!
Eso me pasa por compartir cuarto con un chico.Luego de esa escena, él termina de arreglarse mientras que yo me recojo mi cabello en una coleta para que este no me estorbe. Cada vez el cabello lo tengo más largo, recogido me llega a la mitad de la espalda.
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La Descendiente Y los Cuatro Principes Del Infierno
FantasyMagia. Desde muy pequeña Grace ha sabido que la magia tan solo existe en los cuentos de fantasía, a pesar de los cuentos nocturnos sobre peligrosos demonios y hermosos angeles alados que su tía le contaba cuando era niña, que aseguraba que eran real...