Anthony no sabía cómo decirle al Alto Mando que sus estudiantes solo tenían una pieza de mapa y que un integrante murió y revivió por alguna razón que desconocía, de por si ellos no estaban de acuerdo de que unos estudiantes se les encargara tal responsabilidad cuando Anthony sugiero la idea, fueron muy renuentes a ello. Pero el director los conocía muy bien y sabía que no fallarían, tenían en sus hombros la seguridad de todo el mundo celestial y ellos eran los mejores para la misión.Conocia cada uno de ellos a la perfección, aunque no podia decir lo mismo la su nueva integrante, sabia que la joven tambien tenia un buen potencial. Aunque todavía no lo demostrará del todo.
Se encontraba de camino a la sala principal de la academia para reunirse con el Alto Mando, el cual estaba compuesto por los reyes de cada reino mágico y su mano derecha en este caso sus consejeros reales.
Se ajustó sus lentes por quinta en vez en un minuto, sus pasos se escucharon como ecos por los pasillos mientras caminaba a la sala un tanto apresurado. Entro a la habitación, en donde estaban todos reunidos hablando, al hacerlo Anthony pudo notar sus semblantes de asombro y preocupación cuando se voltearon a verlo en el momento que cruzó el umbral de la puerta. Sus caras endurecidas y sus miradas llenas de temor y a la vez enojo eran fáciles de ver.
Lo sabían. ¿Cómo no hacerlo? Si unos de los presentes había estado cuando todo habia ocurrido. Era obvio que se los diría antes de que él llegara.
—¿Es cierto lo que dicen Anthony? Que los chicos perdieron una de las piezas, que Baltazar se la quito —la voz pertenecía a su hermano Steven consejero del rey de los celestiales y padre de sus sobrinas Lucy y Ruby.
—Por favor tomen asiento —fue lo único que el director dijo, señalando la gran mesa redonda de manera con una silla para cada uno. Ellos lo miraron por unos segundos para luego cada uno sentirse en sus respectivos puestos un tanto inconformes por no tener una respuesta inmediata, suspiro antes de hablar—Es cierto, Baltazar obtuvo una de las piezas, para ser preciso en el Reino Rojo, no pudieron hacer nada ahora ellos van camino a-
—¡Sabia que no era una buena idea dejar que unos niños hicieran el trabajo de unos adultos! —grito Charls, el rey de La Utopolis golpeo la mesa con sus manos con un movimiento furioso —Te dije que no era correcto que ellos fueran Anthony, teníamos que ir nosotros derrotamos a Baltazar una vez, lo volveremos hacer pero sin los estudiantes. Ellos apenas son unos novatos incluyendo a nuestros hijos —dijo señalándose él y a Steven. Su hermono asiento dándole la razón.
—Pero ellos son los únicos capaces de vencerlo por completo, nosotros solo los encerramos en un jarrón esperando que se quedara ahí para siempre porque no teníamos la manera de matarlo, tanto ustedes como yo sabemos que no basta una estaca de plata en el corazón para mata a un príncipe del infierno —la tensión y la molestia estaba impregnada en cada uno de ellos mientras el director hablaba—Ellos tienen algo o más bien a alguien que tiene el poder de matar a Baltazar.
—Hablas de la chica Black ¿Cierto? —Pregunto la reina Yaneth. Todos la miraron —Vi su poder en acción, es fuerte debo admitirlo ¿Pero de verdad crees que ella pueda matar a Baltazar? —inquirio con duda—Ella apenas se está integrando al mundo de los celestiales por lo que sé, es una novata en todo lo que implique la magia, una niña cualquiera que dudo mucho que sea capaz de matar a un príncipe del infierno y mucho menos al líder —la reina apoyo sus codos en la mesa y entrelazó sus dedos— Esa niña no tiene lo necesario para enfrentarse ni a un demonio de bajo rango ¿Como lo haría con un demonio tan poderoso como Baltazar? Es una completa estupidez, podrá tener alguna clase de poder pero sin conocimiento ni control es solo una perdida de tiempo.
Anthony no podría creer tan insolencia, Grace había quemado su salón de baile sola y aun si no creía en ella. No creían en el gran potencial que el veía en la chica.
ESTÁS LEYENDO
La Descendiente Y los Cuatro Principes Del Infierno
FantasiaMagia. Desde muy pequeña Grace ha sabido que la magia tan solo existe en los cuentos de fantasía, a pesar de los cuentos nocturnos sobre peligrosos demonios y hermosos angeles alados que su tía le contaba cuando era niña, que aseguraba que eran real...