Grace
El ambiente está lleno de angustia, miedo y muerte el momento de actuar tiene que ser ahora, Baltazar no parara de matar hasta que consiga la pieza del mapa. Las palabras de Anthony resuenan en mi mente "Protejan el mapa a cualquier costo" la única persona que sabe en dónde está la pieza es la reina, ella es el objetivo principal de Baltazar.
Ninguno de nosotros esperaba que el apareciera aquí esta noche. En otras palabras, no hay un plan.
Y cuando las cosas no se podían poner peor... la mirada de Baltazar se posa en nosotros de pronto.
En mi.-Miren nada más a quienes tenemos aquí, al grupo de los idiotas con alas -exclama Baltazar dirigiéndose a nuestra posición -Así que ustedes vinieron a intentar detenernos - puedo notar la ironía en su comentario, suelta una risa tosca -Y yo que pensé que los celestiales eran un poco inteligentes, pero mandar a un grupo de adolescentes novatos a detenernos... -hace una mueca de desagrado para continuar hablando-Creo que me equivoque.
-Deja que se vayan Baltazar o ¿acaso es que necesitas a unos rehenes para sentirte poderoso? -lo miro con la cabeza en alto, sin demostrar miedo o vulnerabilidad.
Aunque todo mi cuerpo tiemble. Es la primera vez que hablo con él. A él le sorprende mi valentía, se nota en el momento se alza la cejas y abre los ojos de más. Pero luego hace como si nada.
-Eres valiente para hablarme de esa forma, aun sabiendo que con un fácil movimiento puedo arrancarte tu linda y frágil cabecita de tu cuerpo- Baltazar caminaba en círculos a mi alrededor, los invitados cerca de mi se alejan asustados cuando el se acerca, como un gato casando a un ratón esperando para atacar en el momento preciso. William está a un lado presenciando la escena... es mejor que no haga nada, Baltazar lo mataría en menos de dos segundo.
Se detiene en frete de mí, con una sonrisa arrogante en su rostro. Ojala pudiera borrarle esa sonrisa de su horrible rostro con un buen golpe.
Se detiene en efrente de mi.-Mátenlos a todos -dice sin quitarme la vista de encima, los gritos inundan el salón con sus palabras, los secuaces de Baltazar atacan a diestra y siniestra a los invitados, Baltazar solo se limita a mirarme, burlándose con la mirada... debemos hacer algo AHORA.
Fue como un impulso, no pude evitarlo. Fue sin siquiera pensarlo.
Coloque mis manos en frente de Baltazar extendiéndolas, de ellas salieron grandes llamaradas rojas furiosas que lo empujaron a un extremo de la habitación en menos de un segundo, a èl apenas le dio tiempo de protegerse del fuego con sus brazos cruzados delante de su cuerpo, sus pies al ser arrastrados por el suelo crean un espantoso chirrido que no hace mas que erizarme la piel. Cuando alza la cabeza de entre sus brazos lo unico que noto en su mirada es una gran molestia, mas que molestia es una verdadera ira.
Eso no es bueno. Para nada bueno.
-Muy mal hecho pequeña celestial, muy mal hecho -ruge con rabia, viendo las mangas de su traje quemado
Tomo impulso y empezó a correr hacia mí ¿Qué hago? ¡¿Qué hago?! Esto es grave, MUYY grave.
William sin previo aviso se atraviesa en su camino y con un bastón de metal (¿De dónde lo saco?) lo batea como una pelota de beisbol contra la pared con una fuerza impresionante.
Uy ¡Eso debió doler! ¡Que brazos!
-¡Saquen a todos de aquí, llévenlos a un lugar seguro protejan a la reina, ella es la única que sabe la ubicación del mapa! -grita William entre la multitud a nuestro grupo.
Los gritos de las personas intentando escapar y pelear por sus vidas son abrumadores, los chicos entran en acción empiezan a pelear con los príncipes que aprisionaban a las personas, algunas están heridas y otras están muy débiles por ser utilizadas como bolsas de sangres.Logran evacuar a todos las personas del salón Amelia y John se van con la reina y con sus hijos para protegerla en cualquier momento. Los demás están intentando hacerles frente a los príncipes, pero los esfuerzos de los chicos son en vano ellos son más fuertes que todos juntos. Yo no puedo ayudarlos, no se pelear.
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La Descendiente Y los Cuatro Principes Del Infierno
FantasyMagia. Desde muy pequeña Grace ha sabido que la magia tan solo existe en los cuentos de fantasía, a pesar de los cuentos nocturnos sobre peligrosos demonios y hermosos angeles alados que su tía le contaba cuando era niña, que aseguraba que eran real...