Grace
Siento algo caliente en el rostro, intento abrir los ojos pero una segadora luz lo evita, al segundo que los abro la luz hace que mis ojos ardan, giro mi cabeza y lo intento otra vez, al principio todo esta borroso simples borrones de colores pero poco a poco todo se vuelve más nítido. Lo primero que noto es una pared azul claro seguida de una puerta blanca a la derecha, con latitud giro la cabeza escaneando todo el lugar todavía con la vista algo borrosa, lo primero que escucho son pititos de forma constante como los de un monitor cardiaco. Una de las paredes de esta habitación que no logro reconocer está hecha de cristal que deja pasar la luz del sol.
Intento moverme pero al segundo me arrepiento cuando una oleada de dolor invade cada parte de mi cuerpo, suelto un gemido de dolor, así que optó por no volver a moverme ¿Dónde estoy? Escaneo mi cuerpo en busca de alguna pista y encontró pequeños chupones con cables pegados al pecho que están conectados a unas máquinas que monitorean mi pulso.
¿Estoy en un hospital?
—Oh Grace, gracias a Dios estas bien —reconozco esa voz casi al instante...Emily. Al fijar mi vista un poco más a la derechas ahí está sentada en una silla a mi lado con los ojos cristalizaos a punto de llorar. Con la mirada fija en mi
—¿Emily? —mi voz sale carrasposa y sin fuerza.
Hablar duele, respira duele, cada parte de mi duele.
Estoy aturdida y desorientada.
—¿Dónde... estoy?... ¿Qué paso? —la garganta me duele como si hubiera tragado acido.
—Estas en el hospital... Caroline, Celeste y tú tuvieron un accidente hace unas horas, estas siendo monitoreada a cada hora tuviste una contusión muy grave... es un milagro que este viva —escucho un sollozo de viniendo de ella, pero de inmediato se cubre la boca para intentar apaciguarlo.
¿Un accidente?... ahora recuerdo, la lluvia, la carretera, la camioneta destrozada y el otro auto ¡Caroline y Celeste!
—Tía el coche salió de la nada, no pude hacer nada... fue mi culpa... yo no debí quitar la vista de enfrente.... ¿Caroline y Celeste? ¿Ellas están bien? —digo entre lágrimas todavía con la voz débil, intento levantarme otra vez pero un fuerte dolor en la cabeza lo evita.
El dolor hace que vea puntos negros y hace que me sienta mareada más de lo que ya estoy. Emily se levanta de su silla asustada.
—Grace tienes que estar tranquila, sigues en observación nada de lo que ocurrió fue tu culpa. En todo caso los culpable fueron los del otro autos todos estaba ebrios cuando los encontraron... sobre tus amigas ellas están bien, dentro de lo que cabe.
Qué alivio... Espera ¡Que!
—¿A qué te refieren con eso? —de pronto siento que el aire me falta. Mi corazón late rápido.
—Ya están fuera de peligro pero... Celeste sufrió una fractura en su brazo derecho y Caroline una fractura en la columna.
NO... no, no puede ser.
—Tengo que ir a verlas... Yo necesito verlas —intento levantarme pero un dolor recurriré desde el tobillo hasta la rodilla de mi pierna derecha, dejo salir un grito de dolor, quito la sabana que me cubre las piernas y encontró mi pierna derecha vendada desde el tobillo hasta la rodilla—¿Por qué tengo la pierna vendada? —pregunto con voz temblorosa y aterrorizada.
Emily estaba a punto de responder cuando la puerta de la habitación se abre, dejando pasar a un hombre de lentes y canas con una bata blanca junto con unos papeles en las manos.
Un doctor.
—Debes ser la señorita Graciela Black, veamos que tenemos aquí —El doctor mira unos momentos los papeles que tiene en manos para luego prestar toda su atención en nosotras —Hola mucho gusto soy el doctor Carson, seré el medico asignado a este caso—se acerca y estrecha su mano con la de Emily con un rápido movimiento— Bien, sufriste un desgarre muscular de tercer grado, uno de los vidrio del lugar corto una parte de tu tendón, tuviste suerte el vidrio pudo haber entrado más profundo y provocar un daño irreversible .
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La Descendiente Y los Cuatro Principes Del Infierno
FantasyMagia. Desde muy pequeña Grace ha sabido que la magia tan solo existe en los cuentos de fantasía, a pesar de los cuentos nocturnos sobre peligrosos demonios y hermosos angeles alados que su tía le contaba cuando era niña, que aseguraba que eran real...