Capitulo 12 Peligros Y Nuevas Aventuras

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Grace

—¡O por Dios! ¿Están bien? —les pregunto a William y Anthony preocupada cuando ambos están tendidos en el suelo por mi culpa, me acerco a Anthony que quien intenta levantase tambaleándose a cada segundo.

—Bien hecho Grace, veo que las clases estas semanas de han ayudado mucho —me dice Anthony sentado en el suelo intentado retomar su respiración, quise ayudarlo pero rechazo mi ayuda.

La verdad yo no creo que fuera por las clases de estas semanas ya que no me han enseñado como hacer lo que hice hace unos momentos.

—Descuida estoy bien, ve y ayuda a William llévalo a la enfermería para que lo atiendan, yo tengo que hacer unas llamadas —con un poco de dificultad Anthony se levanta por completo, y sale de la habitación con mucha prisa tambaleándose un poco al salir por la puerta de su oficina.

—Grace ¿estás bien? ¿Te lastimaron? —me pregunta William a lo que yo niego cuando nos quedamos solos, él está sentado en el piso repleto de cosas rotas intenta levantarse y yo rápidamente me acerco para ayudarlo, paso una de sus manos por detrás de mí cuello para que se apoye. Lo sujeto de la cintura con una mano y con la otra sostengo la mano que guinda de mi cuello, tiene algunos golpes en la cara y una cortada en el labio inferior y otro en la ceja.

Salimos de la oficina a paso lento y caminamos hasta llegar a la enfermería, pero al llegar ambos quedamos en shock con la escena que tenemos enfrente: todo el pasillo están repleto de los estudiantes de tercer año gravemente heridos, algunos con simples raspones pero otro con grandes cortadas que no dejar de brotar sangre, todas las enfermeras corren desesperadas con utensilios de emergencia hacia los que están más graves.

¿Qué sucedió en las calles?

Es la primera pregunta que se me viene a la mente, ayudo a William a sentarse en un rincón de pasillo mientras yo busco algo para curarlo y preguntar qué ha pasado en las calles. Logro encontrar alcohol, unos algodones y un ungüento para las cortadas, hablo rápidamente con una de las enfermeras que me explica brevemente lo ocurrido, luego vuelvo a donde esta William me siento a su lado para empezar a curarlo.

—¿Qué te dijeron las enfermeras? —me pregunta con una voz ronca y débil, mientras le quito la tapa al alcohol para verterlo en el algodón.

—Fueron más demonios de los que esperaban, lograron matar algunos y a otros los capturaron pero mataron a muchas personas, cuando los celestiales llegaron parecía una carnicería muchos salieron heridos, que es milagro están vivos —le digo justo como me lo dijo a mí la enfermera, me aproximo para colocar el algodón en su herida pero una de sus manos toma mi muñeca deteniéndome.

—No tienes por qué hacerlo, no es tan grave, pudo hacerlo yo —dice con cierto recelo.

—Déjame hacerlo, sin quererlo te cause la mitad de esas heridas solo quiero ayudar un poco —el me mira por unos segundo para luego asentir y soltar mi muñeca. Entonces coloco el algodón lleno de alcohol en sus heridas, muestra muecas de dolor al tacto del algodón en su piel, intento ser lo más delicada posible.

Siento su mirada en mi mientras limpio el corte de la ceja por un momento nuestras miradas se cruzan él me miro y yo a él, su mirada es suave y cariñosa como si estuviéramos conectados de alguna manera. O al menos es la sensación que me da.

—¿Por qué es extraño que hayan demonios en las calles?—tal vez él puede ayudarme a aclarar algunas de mis dudas—Ruby me dijo que no había demonios desde la guerra ¿Qué guerra?

William suspiro antes de hablar, se nota cansado y adolorido.

—Hace dieciocho años hubo una guerra contra los demonios y quien los lideraba, el alto mando es quien cerro las puerta del infierno con todos dentro de él. Desde ese entonces no han habido demonios —ayudo a William a levantarse del suelo y apoyarse de la pared, luego de curarlo por completo.

La Descendiente Y los Cuatro Principes Del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora