Ocho

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                        Jungkook;

La forma en la que jadeó y gimió sobre mis labios mi nombre cuando se corrió fue la melodía más hermosa que mis oídos quisieran seguir escuchando. La miré moverse lento encima de mi, concluyendo con nuestra satisfación ya plena, y se bajó despacio de mi cayendo suavemente a mi lado donde yo la estreché con mis brazos y subí la sábana para cubrirnos ambos.

—¿Tienes sueño? —me giré un poco para verla acariciando su pelo.

—Estoy cansada —dijo—. Solo duermo unas horas y ya se me quita.

—Te tengo una sorpresa —dije yo, alzando mis cejas.

—¿Una sorpresa? —sonrió un poco mirándome.

—Pero primero vamos a descansar. Y dormir un poco —besé su frente y acaricié suavemente su pelo.

—Ya tengo curiosidad —susurra sonriendo y en su rostro se vé que está somnolienta.

Solo le sonreí y la atraje hacia mi y mientras acariciaba suavemente su espalda desnuda, nos fuimos quedando dormidos.

Me desperté antes de que Hyeri lo huiciera. Ella dormía plenamente y yo con cuidado de no despertarla me aparté de su lado y bajé de la cama. Lo primero que hice fue darme una ducha rápida y prepararme ya que para cuando ella se despertara posiblemente ya iba a estar organizado todo.

Tomé de el closet (donde estaba bien guardado), el vestido rojo que le había comprado esta mañana. Cogí un bolígrafo y escribí en una tarjetita encima de este para dejárselo encima de la cama para cuando se despertara lo viera.

Cuando finalicé, me puse un poco de perfume y con sumo cuidado salí del cuarto. Me dirigí hacia la habitación de mi princesa encontrandola con la señora Ana mientras esta última peinaba su bonito pelo.

—¡Appa! —sonrió ampliamente ella al verme.

—Que preciosa estás, mi amor —me dirijo a ella y beso su mejilla haciendo que me sonriera y sus ojitos brillaran.

—En un momento ya terminamos, señor Jeon —me dice Ana y asentí.

—Está bien —concordé—. Hyeri está durmiendo. Cuando despierte, tienes que entretenerla ¿si? –miro a mi hija que asiente emocionada con la idea.

Salí nuevamente de la habitación de Hyeji y atravecé el pasillo bajando las escaleras donde encontré a Jimin encargándose de organizar todo en la piscina. Ya estaba atardeciendo y posiblemente en una hora sería totalmente de noche. Salí hacia la parte de la piscina donde todo estaba decorado y organizado como quería y como planeé.

—Traje los globos~ —me giré al escuchar a Yirem entrar al lugar.

—Te ayudo —me brindé en seguida. En primera porque quería ayudar, segundo porque ella estaba embarazada y para que no se le hiciese díficil.

—¿Necesitamos más cierto? —pregunta ella mientras ella me tiende los globos y yo me encargo de organizarlos y ponerlos donde iban.

—Sí. Pero no tanto —dije—. Por cierto, no había tenido tiempo de preguntarte. ¿Cómo va el embarazo? –la miro levemente–. Taehyung me dijo que te sentías mal en los últimos días.

Ella suspira y asiente, con una pequeña mueca.
—Las náuseas me tenían hasta el tope —dice con resignación—. Pero ya me siento mejor. Gracias por preocuparte.

Le sonreí y luego de asegurarnos que los globos estuvieran bien puestos y los patrones de colores de estos bien organizados, ella se dirigió a hacer otras cosas y yo ayudar en algo más.

Consequences #𝟐 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora