Quince

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                           Hyeri;

Terminamos la cena de negocios y les dedique una reverencia a las personas para despedirlas. Al igual que Nayeon y el director Hyunwoo. Nos volvimos a sentar y Nayeon suspira.

—Estuvo bien, ¿cierto? —pregunta ella.

—Más que bien —reconoció el director Hyunwoo con una sonrisa—. Bueno, ¿brindamos por esto? —dice tomando una copa para levantarla.

—Brindemos —animó Nayeon.

Sonreí y yo también tomé una copa para elevarla con ellos y chocar estas como sentido de celebración y alegría. Tomo un poco de mi bebida  y entonces saco mi celular para escribirle a Jungkook y decirle que había terminado y podía venirme a buscar.

—Bueno ya mañana regresamos —suspira Nayeon mientras íbamos en el ascensor—. Me quedara para siempre a vivir en China.

—Es una ciudad maravillosa —asiente el director Son—. Bueno…descansen ahora cuando lleguemos al hotel. Mañana a primera hora tomaremos el vuelo a Seúl.

Salimos del ascensor y el director Hyunwoo se brindó amablemente  a llevarnos a mí y a Nayeon pero como yo iba a esperar a Jungkook, obviamente no fui.

—¿Se irá con su esposo entonces? —Pregunta el director—. O sea…¿regresará con él a Seúl?.

—Aun no sé. De todas formas tengo que buscar mis cosas en el hotel.

—Ya veo. Bueno entonces si no nos vemos más hasta mañana, ten buen viaje.

—Gracias —le despedí. El me miró por unos minutos más y luego salió con Nayeon del lugar.

Y no pasaron más de veinte minutos cuando Jungkook llegó por mí. El chófer abrió la puerta para mí y le agradecí en un susurro para adentrarme en el auto donde estaba Jungkook sentado en el asiento frente a mí.

—¿Qué tal el almuerzo? —él se sienta a mi lado. Pasándose de su asiento para el mío.

—Estuvo bien. La verdad las personas con las que siempre negociamos se emocionan por trabajar con nuestra empresa.

—Eso es porque tiene buena recomendación. Y eso es muy bueno —opina él y asiento con una sonrisa.

—Mhm.

—Por cierto…—me giro hacia él y el me mira para hablar—. Quiero que demos una vuelta. No tienes muy buenos recuerdos de Shanghái y yo quiero borrarte eso.

Solté una pequeña risita.

—Bueno…sorpréndeme —respondí sonriéndole.

—Eso haré —se inclinó hacia mi dándome un corto beso. Sonreímos mirándonos.

;;;

—Dios…este hotel es increíble —murmuro apoyándome en la barandas del balcón que mostraban para nosotros la ciudad de Shanghái. Pero parecía casi mágica con los grandes edificios, rascacielos, torres. Las luces brillaban y contrastaban de una manera casi irreal.

—Lo es —Jungkook llega a mí y me tiende una copa con vino blanco. El también traía una en una de sus manos y me rodea con la otra disponible por la cintura—. Por eso es tan caro. Aunque a los turistas les fascina.

—Y nosotros estaremos solo una noche. ¿Qué dirán los que se quedan una semana? —río levemente.

—Ni idea, pero me imagino que deben lamentarlo luego. Y…—tomo un poco de mi vino, y Jugkook comienza a besar mi cuello, mi mejilla y sonrío levemente encogiéndome en mi sitio por las cosquillas—. La tina ya está lista.

Consequences #𝟐 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora