Consequences #𝟐 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

Diez

                            Hyeri;

—¿Sabes a que lugar quiero ir en mis vacaciones? —dice Nayeon con misterio y con una sonrisita felicidad.

Meto un kimbap a mi boca y mastico este, saboreándolo.

—¿A donde? —la miro, curiosa y ella une sus manos, aún con una sonrisa plasmada en su rostro.

—A Roma —dice—. Tengo taaantas ganas de conocer Italia.

Sonreí levemente y asentí.
—Pues espero que disfrutes tu estadía —le digo divertida.

—Oh mira —susurra e indica con su cabeza. Sigo su indicación, disimuladamente—. El director Son siempre almorzaba en su oficina. Pero al parecer su hijo es diferente.

Y se trataba del director Hyunwoo entrando a el comedor con el director de marketing Saejin.

—Supongo —dejo de mirar, restándole importancia.

Nayeon y yo continuamos hablando de otros temas mientras seguíamos disfrutando de nuestra comida y aprovechábamos los minutos libres durante el almuerzo.
Solo que a pocos minutos de haber visto al director Hyunwoo entrar a el comedor, este hizo acto de presencia en la mesa junto a la nuestra con Saejin.

—No les molesta si nos sentamos ¿verdad? —pregunta él educadamente.

Nos levantamos para hacerle una reverencia y Nayeon es la primera en negar con una sonrisa.

—Claro que no director. De hecho, es agradable que haya venido a almorzar aquí.

Volvimos a sentarnos y él incluso toma asiento a mi lado y sonríe levemente.

—Es mejor comer acompañado a que estar solo ¿no? —dice sonriendo.

—Claro que sí —asiente Nayeon aun sonriendole.

—Buen provecho —me dice él, mirándome.

Lo miro, y le sonrío dedicándole una pequeña inclinación la cabeza.

—Para usted igual.

Horas después faltaba poco para que ya terminara finalmente mi labor en la empresa. Tenía un desorden increíble encima de la mesa y varios papeles que aún no había guardado así que estaba encargándome de arreglar todo y de dejar mi oficina acomodada antes de irme. Ponía cada carpeta, sobre, papeles importantes donde iban, cuando alguién toca a la puerta de mi oficina.

—Adelante —digo un poco alto, para que se escuchara.

Sigo en lo mío y siento la puerta como se abre. Inicialmente pensé que se trataba de Nayeon, o a lo mejor de otro trabajador, pero en cambio se trataba del director Hyunwoo.

—Director...

—Pensé que te habías ido —dice.

—¿Necesita algo?.

—La verdad te iba a convocar a una reunión pero tuve que encargarme de otros asuntos y se me pasó —comienza a explicar—. Pero necesito que me acompañes a una reunión en el extranjero este fin de semana. Son unos inversionistas chinos.

—¿Acompañarlo? —repito sus palabras.

—Nayeon también irá —dice—. Ella para que me ayude con los horarios, la planificación de todo. Y bueno, tu eres mi directora en finanzas ¿no?.

—Mhm —asiento lentamente.

—No hay algún problema ¿verdad? —lo miro cuando dice aquello—. Espero que su esposo entienda.