Treinta y uno

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                            Jungkook;

El punto de encuentro de Xiumin había sido en una vieja fábrica medianamente destruida y casi en las afueras de Seúl. Sinceramente, estaba nervioso. No por enfrentarme a ese imbécil, sino por mi hija. Sabía que tenía que tener mi cabeza fría, pensar antes de actuar. Debía estar consciente y dar cada paso pensando calmadamente porque la vida de mi hija y su bienestar estaba en juego. Y no iba a permitir que nada malo ocurriese.

Ya llevaba media hora y Xiumin no aparecía. ¿A que estaba jugando este imbécil? Y comenzaba a desesperarme. Saco mi celular cuando vibra y encuentro un vídeo de parte de un número desconocido que supuse en seguida que era del maldito de Xiumin; pongo a reproducir este.

—Me siento en una película de acción —sonríe de lado cuando su cara se muestra y frunzo mi ceño analizando sus palabras, pero sin comprender el alrededor del lugar donde él estaba. Parecía una zona alta, donde había mucho aire y el sonido de olas se escuchaba. Podría ser una playa, pero no era exactamente donde él estaba—. ¿Quieres ver que es lo que estoy presenciando ahora?

Y el sentido de la cámara deja de ser frontal  cuando él muestra lo otro. Y entrecierro mis ojos cuando veo a una distancia (pero la reconozco porque... ¿como no iba a reconocerla?), era Hyeri. ¿Que mierda hacia Hyeri en ese lugar? Y peor... ¿por qué Xiumin estaba ahí?

—Sí, se que te preguntas que hace Hyeri aquí y el porque de mi presencia en este lugar y no donde estás tu —vuelve a ponerse él en la cámara pero ni siquiera puedo prestarle tanta atención a eso porque saber que Xiumin estaba en el mismo lugar de Hyeri me nubló totalmente—. ¿Piensas que soy estúpido Jeon? Se que ibas a armar un plan con tus hombres. No soy imbécil. Aparecí hace unos días, pero nací hace años.

—Maldito hijo de-

—Me pareció más divertido ver como se desesperan entre ustedes —prosigue él burlón—. Hyeri está aquí con Minah. Arreglando problemitas del pasado. Tu hermosa hija, irá a otro país del cual ni te vas a enterar. Y estás al otro lado de la ciudad –añade con una sonrisita molesta–. Quiero saber como vas a salvar a tu esposa y a tu hija sin morir en el intento. Tengo curiosidad de a quien salvarás primero. Es decir, si puedes.

Y me muevo en mi sitio para resolver todo esto de un vez, pero la puerta rota de la fabrica suena cuando se abre un poco más y varios hombres (que trabajaban para Ximin, eso es claro), entraron. Presioné mi lengua y guardé el celular para enfrentar  estos matones de quinta.

Eran unos cuantos, y todos se abalanzaron al mismo tiempo hacia mí. Golpeo a dos contra sí y saco la pistola disparándole a dos. Alcanzo un pedazo de madera tirado y golpeo en la cabeza unos cuantos con esta.

Uno me toma desprevenido sujetándome por el cuello e intento sacármelo de encima, pero un disparo retumba y este me suelta cayendo al suelo mientras el charco de sangre iba extendiéndose y haciéndose más grande en el piso. Miro a Yoongi quién hace una seña.

—Yo acabaré con estas ratas. Tu haz lo que tengas que hacer.

                               Hyeri;

La ubicación de Minah había sido en un lugar bastante lejos y se trataba de nada mas y nada menos que un gran acantilado que contaba con un extenso mar debajo. Observo desde arriba la gran altura que había desde el lugar al agua, donde incluso a pesar de la distancia y los metros de altura, el sonido de las olas se escuchaba claramente y el fuerte impacto de estas con las piedras; y ni contar el fuerte aire que hacía. Pero no me importaba absolutamente nada ahora que no fuese recuperar a mi hija.

Me había vestido totalmente de negro y encima de mi suéter negro cuello tortuga, me había puesto una cazadora cubriendo el arma que llevaba en mi cintura consciente de que cualquier cosa podría pasar.

Consequences #𝟐 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora