SECRETOS DE HERMANAS- SEGUNDA PARTE

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     Todas las chicas ya se encontraban con sus pijamas listas para ir a descansar, pero antes pasaron por la oficina de su padre.

—Aquí estamos papá! —exclamó Akila haciendo un saludo militar.

—Papá habla rápido o juro que me caeré aquí en el suelo —bostezó Annipe— me muero de sueño.

—Muy bien, siéntense —todas se sentaron en el gran sofá con Annipe recostada en el regazo de Akila— chicas, todo se complico y para mucho más que peor.

—¿Qué puede ser tan malo papá? —preguntó Asenath.

—Tú, en primer lugar, Daniel te está buscando, al parecer alguien le comentó acerca de tú embarazo, O no sé cómo se enteró! todos sabemos lo desquiciado que puede ser ese sujeto, así que para solucionar esto, tú y mi nieto o nieta se irán de aquí, no debes preocuparte por nada, estoy aquí para todas —aclarando su garganta— prosigo, Anat, tú esposo, bueno, casi esposo William envió varias amenazas contra ti a mi despacho, al parecer no le agradó mucho que lo dejaras plantado en el altar, él y sus dos hermanos son muy peligrosos hija, Annipe he oído acerca de que han colocado una bomba en tú colegio, eso sin contar la bomba de tú auto ¿Me puedes explicar qué sucede?

—Tampoco lo comprendo papá, jamás le he hecho daño a nadie.

—Las tres, mañana mismo partirán a Atmajma, es un buen lugar, no muchos lo conocen, no les faltará nada, terminarán sus estudios allí.

—Yo también voy! —exclamó Akila poniéndose rápidamente de pie arrojando al suelo a Annipe— papá por favor.

—Pero hija... ¿Tú por qué irás? 

—Por... porque... no puedo vivir sin mis hermanas, sí, no puedo vivir sin mis hermanitas —apretujando las mejillas de Annipe, todas se pusieron de pie.

—¿Hija te sientes bien? —colocando una mano en la frente de ésta para corroborar que no tuviera temperatura.

—Papá estoy bien, sí, sólo quiero ir.

—Está bien, vayan todas.

—¿Mamá sabe de esto? —preguntó Asenath.

—Está al tanto de todo, hablo con ella todas las noches, calculo que volverá en unas semanas, ya se fotografió con casi todo el elenco.

—Qué delirio el de mamá! irse a Turquía para sacarse una foto con todos los actores de su serie favorita.

—Eso no es todo Akila, me ha llamado enfadada a las cuatro de la madrugada, creo que aún no comprendió la diferencia horaria.

—¿Y por qué se enfadó? —preguntó Annipe.

—Se molestó conmigo porque uno de los actores huyó de ella, al parecer Lía los persigue por las calles y ellos le temen, ya consiguió la dirección de éste, se enfadó mucho conmigo aunque aún no comprendo que he hecho, me dijo que no la volviera a llamar, Y la qué llama en la madrugada es ella!

—Ay papá, tú no entiendes a las mujeres, es por eso —habló Anat.

—Soy mujer y tampoco la entendí —confesó Akila.

—Annipe! —exclamó casi en un grito Anat, al ver a su hermana durmiendo plácidamente en el sofá— Hermana! —pero fue inútil, su sueño era mucho más pesado.

—Vayan a descansar ustedes, Akila ayúdame a llevar a tú hermana a su habitación.

—Dejémosla aquí, papá.

—¿No era qué tú morías sin tus hermanas?

—Vamos hermanita —besando su frente, el señor Paris la cargó como cuando era pequeña mientras Akila abría la puerta de su habitación, Paris la arropó y ambos salieron de allí.



—Buen día! —exclamó Akila ingresando en la habitación de Asenath quien se encontraba descansando.

—Aún es de noche.

—Lo sé, pero vine a despedirme de mi ratoncito.

—¿Cuál ratón? 

—De mi sobrina mujer!

—Aún no se sabe si será niña o niño.

—Será una niña, tú oye a tú hermana, ...hola mi pequeño ratón —arrodillándose en el suelo, para poder estar más cerca— tú tía Akila te saluda, Akila, A-k-i-l-a, es sólo para que lo vallas sabiendo, soy la rubia.

—Akila aún no puede oírte y...

—Calla —la interrumpió— estoy hablando con mi sobrina, no contigo... soy tú tía y te llamarás Akila Junior, pero por cariño te llamarás Akilita.

—Mi hija no se llamará como tú.

—Pero mi nombre es hermoso.

—Ten una hija tú y ponle Akila.

—Agua fiestas, me voy a la calle.

—¿No dormirás?

—¿Qué es dormir? La noche es para vivir!

—Mañana nos iremos.

—Duermo en el avión, además ya tengo la maleta hecha.

—¿Cuándo empacaste?

—Jamás desempaqué, adiós mi ratoncito —lanzando un beso al aire y yéndose.

—Tú no le hagas caso, es una mala influencia —hablándole a su niño.

     Akila salió de la mansión con su chaqueta de cuero negro, unos guantes y se montó a su moto colocándose el casco de igual color, para comenzar a recorrer la noche.


    04:00AM- llamada telefónica para Paris quien aún estaba dormido:

—Hola...

—¿Mi amor? ¿Por qué suenas ronco?... ¿Paris estás ahí? —se oyen ronquidos del otro lado de la línea— Paris despierta!

—ah, eh... ¿Qué pasó?

—¿Por qué siempre qué te llamo te duermes? ¿Tanto te aburro?

—No es aburrimiento, es cansancio.

—¿Por qué tan cansado? ¿Qué hiciste?

—Lía ¿Tú no sabes a qué hora llamas?

—Claro que lo sé, estoy desayunando, hay un sol hermoso, ¿Tú qué haces?

—Descansar.

—No seas holgazán! me alejo de ti y comienzas con el ocio, hoy no tengo nada que hacer, estoy sentada en la cafetería junto a un gran restaurante con los binoculares en mano, esperando a que ese actor salga... acaba de ir al baño, se está tardando, iré a ver... —se vuelven a oír ronquidos— Paris!

—¿Qué?- ¿Qué?

—Olvídalo, creo ya no te importo.

—No! Lía, oye, que no es así, sólo... 

     Y no pudo continuar porque Lía le puso fin a la llamada.



     Por la plena Noche Akila estacionó su moto en un bar muy conocido, no hizo más que asomarse a la puerta cuando lo vio a él, un frío corrió por su espalda, retrocedió sin llamar la atención, arrancó su moto y huyó de allí, regresó a su hogar y se preparó un gran sandwich sin dejar de mirar por la ventana, subió a su habitación, colocó sus audífonos y se dispuso a comer su platillo.

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