Con Anat:
—Bueno... llegamos —dijo Oliver sin dejar de mover sus dedos en el volante.
—¿Nervioso? —preguntó Diego.
—¿Yo? no, pero siempre es importante.
—¿Yo a dónde iré? no conozco estos lugares.
—Descuida Anat, para algo tú novio me trajo a mi —habló Diego— Oliver debe ir a prepararse, mientras tú y yo iremos a los asientos, conozco este lugar mejor que a palma de mi mano.
—No somos novios hermano.
—Es lo mismo, te conozco, si la trajiste es por algo, si no son novios, pronto lo serán.
—¿Qué dices Diego?
—Wow, wow, alto ahí fiera, guarda toda esa ira hacia mi y ponla en el sujeto al que le romperás la cara, pero si me preguntaran...
—Nadie te preguntó.
—Diego... ¿Nos dejarías un momento solos? —suplicó Anat, éste asintió y descendió del auto— Oliver —dijo tomando su mano— sé que estás nervioso, no tienes que fingir conmigo.
—Es que ésta no es una pelea cualquiera.
—¿Por qué?
—Es complicado de explicar, voy a ganar ¿Verdad?
—Claro que sí! Serás mi campeón!
—¿Tú campeón?
—Tú lo podrás derrotar, confío en ti, además si lo golpeas del modo en que golpeaste a esos dos sujetos en la playa, créeme cariño, serás el campeón —dándole un beso en la mejilla y salió del automóvil, donde Diego la esperaba recostado en el capó del auto— ¿Vamos?
—Vamos —Diego se acercó a ella y ambos caminaron juntos hasta adentro.
—Diego! —le gritó Oliver.
—Dime.
—La cuidas, por tú bien, cuídala —éste asintió y siguieron su rumbo.
En la fiesta:
Hacía ya varias horas que estaban bailando muy pegados, la música era la mejor, todo parecía perfecto, hasta que un joven, sujeta la mano de Annipe.
—Luces mucho más hermosa que la primera vez que te vi.
—¿Zack? —preguntó ella, ambos habían dejado de bailar.
—No sabía que te encontraría aquí, ¿Quieres qué bailemos?
—No puedo, lo siento, pero tengo pareja.
—Oh, comprendo que tengas pareja de baile...
—¿De baile? —Annipe rió— Zack, él es Hardin, mi pareja de baile y en la realidad, es mi novio y el amor de mi vida.
Una sonrisa de orgullo se escapó de los labios de Hardin al oír esas palabras.
—Yo... yo quería proponerte volver, a estar juntos, la chica con la que salía en Cilao, me dejó.
—Por algo será —añadió Annipe.
—Veo que no volveremos.
—Lo siento pero no —tomando del brazo a Hardin— estoy muy feliz con Hardin y no tengo en mis planes ser infeliz, por lo que no volveré contigo.
—Pero...
—Ya te dijo que no ¿Qué esperas para irte? —habló ahora Hardin acercándose a Zack— ¿Qué te eche a patadas?
Éste no dijo nada, sólo se marchó con las manos en sus bolsillos, dejando a la pareja sola en el centro de la pista de baile.
Con Anat nuevamente:
Diego y Anat se encontraban ya muy cómodos en sus lugares.
—Estoy preocupada por Oliver —confesó ella.
—Descuida, mi hermano es el mejor.
—De eso non tengo dudas, pero, estaba extraño.
—Es normal, ésta no es una pelea cualquiera.
—Oliver dijo lo mismo ¿Por qué no es una pelea cualquiera?
—Porque estás tú.
—¿Lo incomodo?
—No, pero es distinto, a nadie le gustaría quedar en ridículo frente a la chica que quiere.
—¿Él... ¿Él me quiere?
—Claro, eres la primer chica que viene a sus peleas, es como... es algo muy importante esto para él, como algo sagrado y si te trajo, eres importante.
—¿Tú también peleas?
—Oh no, soy abogado, Oliver se involucra en problemas y yo soy el que lo defiende, aunque en realidad, aún no me recibo, podría decirse que seré un abogado en un futuro, ¿Y tú?
—Me gusta ver el mar, de todas formas me va a venir bien saber de un abogado.
La pelea ya estaba por comenzar, el presentador comenzó a hablar.
—Atención señoras y señores! Hoy estamos aquí para ver una de las más esperadas peleas!, a mi derecha... Titanio Martínez! —aquel sujeto salió y subió al ring, era de cabellos oscuros y con algunos toques plateados, los que claramente, eran pintados— A mi izquierda Oliver Wot! —éste salió decidido al ring y para sorpresa de Anat, la mayor cantidad de gente que estaba allí se puso de pie a ovacionarlo.
La pelea comenzó, golpes iban y venían, Titanio era una máquina de tirar golpes, pero Oliver no se quedaba atrás, Diego sujetaba de un brazo a Anat, quien quería subirse al ring, Oliver estaba muy golpeado y temía por él.
—Ya suéltame! —exclamó ella.
—No lo haré, si vas quedarás peor que un puré de papas, Anat entiende que así es el deporte.
—Me lo van a matar! —exclamó con sus ojos ya cristalizados.
—Anat no llores —abrazándola— deberás acostumbrarte a esto, porque lo verás muy seguido.
—¿Qué tan seguido?
—Seguido, sólo es...
Y no pudo continuar porque Titanio golpeó de tal manera a Oliver que éste cayó inconscientemente al suelo.
—No! —gritó Anat.
El árbitro empezó a contar— Uno, dos, tres...
Oliver abrió sus ojos poco a poco, vio todo a su alrededor, no aguantaba más, le habían dicho que Titanio era bueno peleando, pero él no quiso oírlo, lo veía como un desafío.
De repente, sus ojos se posaron en Anat, con su rostro lleno de lágrimas abrazada a Diego y sólo pensó una cosa, debía ponerse en pie, había algo mucho más importante que ganar esa pelea y era que Anat dejase de llorar.
—Siete, ocho —siguió el árbitro hasta que se puso de pie como pudo, toda la gente allí presente comenzó a ovacionarlo— ¿Estás en condiciones de seguir con la pelea?
—Estoy en condiciones de partirle la cara.
La pelea continuó, esta vez Oliver lo golpeaba sin piedad, hasta que Titanio cayó al piso.
El árbitro volvió a contar— Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, Diez! Ganador Oliver Wot! —exclamó levantando el brazo de él.
—¿Ya puedo ir? —preguntó Anat.
—Claro ve —soltándola del suave agarre, Anat corrió y subió al ring para abrazar fuertemente a su campeón, éste le correspondió el abrazo, ambos se vieron a los ojos y se dieron un dulce beso, el público estalló, aplausos, gritos y mucho amor.
—No llores —secando sus lágrimas— eso es lo que más daño me hace.
—Pensé que te perdía! —exclamó volviéndolo a abrazar.
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ATRAPADAS
RomanceDE UN MODO U OTRO TODAS ESTAMOS ATRAPADAS: POR UN ASESINATO... POR UNA LOCURA... POR UN AMOR... POR LA MUERTE...