1- Hasta la próxima

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Diez minutos antes de la aclamada Semifinal. Todos los presentes se encontraban sumamente nerviosos, incluido el serio Scaloni, que ni una victoria de su país se dedica a celebrar.

La famosa "Scaloneta" se encontraba formando un círculo, charlando acerca del partido que se asentuaba en unos pocos minutos y de lo complicado que sería.

—Paulo, hoy debutas en este mundial. Haz tu mejor esfuerzo cuando te toque entrar o,  al contrario, desearás tu segundo partido diez años más—amenazó el director técnico al más joven.

Dybala se limitó a asentir con la cabeza pero sin hacer contacto visual con el mayor, debido a los nervios acosadores. 

—Acuerdense, no hay que dejarse ganar por más complicado que sea, y no bajen la guardia nunca. Los hemos estudiado y logramos construir una estrategia, así que no quiero encontrarme con sorpresas. Buena suerte—agregó Scaloni, con ese tono de seguridad a pesar de que no combinaba con su cara.

Todos se desearon suerte y éxitos, incluidos los jugadores del equipo contrario. Estaba todo transcurriendo normal, con una clara chispa de nerviosismo acosador en cada presente hasta que, el argentino Ángel Di María y el croata Luka Modric cruzaron miradas. Se acercaron lentamente, sin emitir sonido alguno. Se colmó un silencio incómodo, obviamente, sólo para ellos, porque el ruido de los niños era insoportable. 

—Lo que sucedió ayer fue un error y tenemos que olvidarlo. Que te quede claro, ¿Si?—calló el silencio el croata, en un tono bajo y evitando el contacto visual.

—Bueno, como quieras—respondió el moreno.

Luka, sin saber que decir, solo contestó con una pequeña sonrisa, mirando hacia el suelo como si fuera algo increiblemente interesante, y subiendo y bajando lentamente su cabeza.

—Entonces...buena suerte—extendió su mano Di María.

—Igualmente—respondió Luka para luego copiar la misma acción.

El partido comenzaba. Los himnos de los respectivos países ya habían sido cantados y los jugadores ya se habían posicionado.

Di María no era titular y, por lo tanto, se sentaba junto a los otros suplentes en el famoso banco. En cambio, Modric lo era y estaba muerto de ansiedad por jugar contra un equipo de tal poder como lo era Argentina. Él sabía que su equipo también lo era, pero la mayoría de sus partidos ganados se definieron gracias a los penales. Su nerviosismo también se debía a lo bien renovado que estaba la selección del país sudamericano.

Pasó media hora, Ángel no apartaba su mirada del capitán croata. Y sus compañeros suplentes se habían dado cuenta.

«Acepto mi amor por Luka...pero decirselo...¡ni loco! Es otro nivel, y eso que él ya no me quiere ver ni en figurita.» Pensaba el moreno.

—¿Estás viendo a Juli o al croata ese?—cuestionó Foyth.

Di María se asustó, como si estuviera viendose cara a cara con el mismisimo "Cuco". Pero no, era Juan Foyth, que estaba solo preguntandose si estaba viendo al croata o al argentino, debido a que este último estaba junto a Luka todo el tiempo, ya casi era su misma sombra.

—A ninguno, ¿y a qué croata?—emitió una pequeña risilla en esa pregunta porque podía ser cualquiera.

—Es obvio, ¡A Modric! ¿Vos sos pelotudo? Si Julián anda siempre detrás de él.

Ambos rieron.

—Y... yo solo veo al que tiene la pelota.

—No parece, che.

Ocurrieron los dos goles. Uno por penales, metido por el celebre jugador Lionel Messi, y el segundo por Julián Álvarez, la revelación de la Copa del Mundo. Los argentinos celebraron como si fuera su último partido y los croatas ya estaban planeando las valijas.

Llegó el entre tiempo, los suplentes fueron a felicitar a sus compañeros que habían dado todas sus energías adentro de la cancha. En cambio, el alto Di María fue a consolar a Luka, que apenás había entrado y ya estaba desparramando lágrimas de sus ojos.

—No llores, Lukita, no es el fin del mundo. 

—¡Pero sí mi último Mundial!

—Tenes razón, pero todavía hay oportunidad de que ustedes metan dos goles y empatemos.

«Pero espero que no pase» 

—Sí, pero es complicado meter goles, vos sabes muy bien como es esto.

Termina el recreo para los jugadores, los argentinos sufrían un pánico de que los europeos retomen fuerzas y los eliminen. Nuevamente, la figura de Luka Modric destacaba para los ojos de Ángel, y Foyth, ya exhaustó de esta situación, le da un pequeño golpe de hombros al mayor.

—Julián hizo gol, pedazo de boludo, y ni lo festejaste—se quejaba Juan.

—Ah, sí, sí, perdón.

Foyth bufó. No se podía ser más "pelotudo" (Según él, claro).

Minuto 81. Modric sale e ingresa Majer. El mundo se iba abajo a tal cambio, Ángel ya no sabía a quien mirar, total, Julián fue sacado y Messi era la reencarnación de un tronco espectador.

—¿Soy yo o todos estos croatas tienen el mismo look?—preguntó entre risas el de los ojos celestes.

Di María no respondió, cosa que volvió a enfurecer a Foyth, mientras que Julián no aguantaba las risas.

—Ni idea, pero esta durazo el negro—dijo Julián en un tono burlesco.

—Se le dió por encapricharse con Modric—añadió Juan, aún molesto.

—¡¿Con Modric?! ¿Posta me estás diciendo?—El nueve esta a punto de las lágrimas, pero de la risa.

—¿De que me sirve mentir?

Finalizó el partido. Los croatas sufren una cruel derrota, pero marcada por el respeto mutuo entre ambos equipos. Modric y Di María, sin dudarlo, se dan un fuerte abrazo que sabían que haría furor en las redes, pero poco les importó a los treintiañeros.

—Acompañame—le susurró el más alto.

Luka no respondió, solo cumplió la orden. El más moreno lo llevó a un pequeño cuartito desalojado y escondido, que había descubierto mientrás exploraba el lugar mucho antes de que empezara la competición.

—¿Qué es este lugar?—cuestionó Modric con ese español logrado que tenía, y asustado, por supuesto.

—No tengo ni la más pálida idea, Luka, pero hay algo que quería hacer desde el primer momento que nos conocimos.

Cerró la puerta y, no pasaron dos segundos que el argentino le dió un apasionado beso, fruto de la inmediatez, y el cual el croata no se resistió a negar, porque probar la boca de su compañero era algo que quería hacer desde hace ya varios años.


Este fic tendrá varias partes, ni idea cuantas, pero esperen el segundo capítulo.

El último Mundial - ModríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora