15- Dudas

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Di María, Rodrigo De Paul, el Papu Gómez y Julián Álvarez ocuparon una mesa alejada del resto. Rodrigo y el Papu estaban desesperados por saber dónde estuvo todo este rato Ángel.

—¿Dónde estuviste?—preguntó de repente De Paul, sonriente.

—Pasé la noche con Luka—confesó como si nada—e incluso nos acostamos...de nuevo—le costó declarar esa última parte.

—¡¿Se acostaron?!—se paró Julián a causa de la sorpresa—¡¿y por segunda vez?!

Ángel lo calló con el típico "shhh", y el Papu sonrió victorioso, mirando a Rodrigo.

—Dame los quince mil pesos—le mostró la palma Beckham.

De Paul bufó y sacó su billetera.

—¿Apostaron?—preguntó Julián, sentándose nuevamente.

—Sí, apostamos de que me iba a dar quince mil pesos si mi profecía de que Ángel y Luka pasarían la noche dándole a la matraca.

—Pero chicos, somos millonarios, no era necesario apostar—dijo Di María.

—No son para mí, lo voy a dividir en tres y les daré cinco mil pesos a cada uno de mis hijos. Se conforman con tan poco.

Los presentes en aquella mesa se rieron.

—Lo que yo no entiendo es tu relación con el Luka—cambió de tema Rodrigo.

—Digamos que somos un "casi algo", estamos estancados, literalmente, nuestra relación no avanza—respondió a su duda—cuando yo estoy bien, él está mal, y cuando yo estoy mal, él está bien.

—Que cosa seria, che—dijo Rodrigo.

—Banca, ¿él sabe que estás divorciado?—preguntó interesado el Papu.

—No, no lo sabe. El todavía piensa que estoy casado—confesó—¿y saben qué es lo peor?—los tres restantes esperaban su respuesta—que cada vez que quiero hablar bien con él, siempre se está haciendo el difícil.

—Digamos que vos tampoco pones de tu parte cuando él te habla bien—agregó Julián.

—¡Y por eso estuve pensando bien las cosas!—expresó—si quiero que lo nuestro avance, no debo tratarlo como él lo hace conmigo cuando le hablo, aunque parezca el perro arrastrado de la relación.

—La primera buena decisión del mes, ¿no?—lo molestó Rodrigo—si no les incumbe, yo voy con Messi, quiero escuchar lo que pasó con Nahuel y Alexis—se paró.

Julián se le acercó a Ángel para decirle algo en un tono más bajo de lo habitual.

—¿Qué es eso de que ya estuviste con Luka?—volvió a su lugar pero con una expresión seria.

—Coincido—dijo el Papu—conta, porque no sabemos nada de esa vez.

—No sé si recuerdan muy bien, pero fue en esa fiesta que organizó Lewandowski un día antes del partido contra Croacia...

Lunes 12 de diciembre, 22:00

Plena fiesta en una de las albercas del Hotel, ubicada en lo más alto de esta, en el techo de la misma. Alcohol por donde quiera que uno vaya, típico de estos eventos. El anfitrión era el polaco Robert Lewandowski que, por el momento, era el alma de la fiesta y el encargado de la música.

Uno de los hipnotizados por el alcohol era nuestro querido argentino Ángel Di María que, desde su reciente divorcio, no podía pasar más de una noche con una persona, pero había alguien que pasaba todos los días, horas, minutos y segundos en su cabeza: El croata Luka Modric. Llevaba años enamorado de él, pero el hecho de que ambos ya estaban casados con sus respectivas parejas, provocaba un amor imposible entre los dos.

De repente, ambos cruzaron miradas, como si fuera una película romántica. Los dos ya estaban más que ebrios, y eso ya le quitaba un poco de romanticismo en el asunto. Se acercaron, paso a paso, y no dudaron en besarse inconscientemente. De los besos pasaron rápidamente a la habitación, por obra de magia pura, se desvistieron a la velocidad de la luz y, como estrellas fugaces, se revolcaron en la cama del argentino, sin separar sus labios...

—♥—

—Y ahí pasó lo que pasó...—ya le daba dolor de cabeza recordar eso.

—Tampoco queríamos detalles—aclaró Julián, impactado.

—¿Cómo recuerdas todo eso? Nosotros apenas nos acordamos que hubo una fiesta la semana pasada—preguntó el Papu. Julián coincidió con él.

—Los recuerdos funcionan así, y apenas me había despertado después de esa noche, con Luka al lado mío, supe más o menos lo que había pasado—explicó.

—Creo que con esa historia que nos contaste, los años contenidos y el alcohol no son buena combinación—dijo Julián su conclusión.

—Ya sabes, Julián, no tomes de más cuando estes con el Griezmann—expresó Beckham.

El más jovén lo golpeó levemente.

—Sólo somos amigos, él quería arreglar la cagada que se mandó por culpa de Mbappé.

—Sí, ya sabes que va a pasar con el "amigos" después—Ángel levantó sus cejas, conteniendo las risas.

—♥—

—Entonces...¿son novios?—preguntó Enzo, sorprendido.

—Lo dijimos cinco veces—respondió Alexis, mostrando los cinco dedos de su mano simbolizando sus palabras.

—Y desde inicios de año—recalcó Nahuel.

—¿Y porque no nos dijeron nada?—preguntó el místico Lionel Messi.

—Por miedo—replicó Nahuel.

—Ay, chicos, no somos la selección de Arabia Saudita—se rió el Dibu.

—Sí, tenés razón—suspiró Alexis—pero lo mismo, sería un revuelo si esto sale de nosotros.

—Pero Mbappé ya mostró el vídeo a todos—dijo Lautaro.

Rodrigo se acercó a Lautaro, para susurrarle algo.

—Yo no estaba, ¿era tan groso como dicen?—Lautaro lo calló—perdón, perdón—se disculpó.

Una alarma de un celular sonó de repente.

—Uh, perdonen—el Dibu sacó su celular del bolsillo del pantalón—hoy tengo "tarde de arqueros"—habló entre que apagaba la ruidosa alarma—no se si les importa que me vaya ahora—se paró.

—No hay problema—afirmó el diez argentino.

—¿Qué es "tarde de arqueros''?—preguntó Enzo.

—"Tarde de arqueros", eso nada más—respondió el portero como si fuera lo primero que aprende una persona al nacer—hoy hacemos una despedida con el Memo, Liva, Alisson y el Bonobon.

—♥—

Los croatas estaban charlando de cualquier cosa, nada relevante para la trama a decir verdad. De un minuto a otro, el Dibu interrumpió su charla para llevar a Dominik a su planeada "Tarde de arqueros".

—Vamos, Dominico, tenemos la "tarde de arqueros"—interviene la conversación de los jugadores croatas, muy feliz por lo que se venía a continuación.

—¿El qué...?—intentó recordar, había muchas cosas en su mente en ese momento—¡Ah, sí!—recordó.

—¿Qué cosa?—preguntó Luka.

—Me olvidé de contarles, perdón—hizo una expresión de tristeza terrible, mientras que el argentino lo apuraba—luego les cuento, adiós—se despidió con una pequeña sonrisa forzada.

—♥—

El próximo capítulo me va a divertir bastante escribirlo porque van a protagonizarlo dos (y únicos) de mis arqueros favoritos, y va a derivar en un capítulo bastante bizarro pero divertido, que seguramente no sea uno de los próximos tres.

Perdón por no agregar esos detalles nsfw en el flashback pero es de verdad no se como narrarlos y me incomoda escribirlos.

El último Mundial - ModríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora