El último Mundial - Modría

22- Tensión sexual

—¿Es un sí?—trató de confirmarse de nuevo.

—Sí—respondió sin borrar su sonrisa desde la punta de la mesa donde estaba sentado.

A Julián le brillaron los ojos, rápidamente volteó a ver a Di María, para susurrarle algo.

—Estoy haciendo algo que debiste hacer desde el primer momento con Luka.

—Ya sé, pero Luka es alguien...complicado—contestó en el mismo tono.

—¡Cómo vos!—dió respuesta el más joven, volviendo a mirar a Neymar.

—¿Te gustaría ir a tomar algo mañana?—propuso el brasilero al argentino.

La pregunta hizo conmocionar a Julián, pero afectó más a sus compañeros, que se veían unos a otros, y sí, estaba surgiendo un nuevo romance.

—¿Quieren comer "basta trola"?—arruinó Enzo la tensión (sexual) del ambiente.

—¡Enzo!—Rodrigo le dió un golpe liviano a Enzo—se dice "pastafrola"—corrigió—y andá a traerla.

Enzo afirmó con la cabeza de forma veloz, y fue directo a buscar las tartas. Por contraparte, Ángel estaba demasiado pendiente de su Instagram, específicamente, del chat con el croata Luka Modric. Este sólo último respondió con un corazón rojo, Di María únicamente bufó al ver ese emoji, estaba deseando que Luka estuviera en ese mismo lugar para darle el beso de su vida, el beso más apasionado que jamás hubiera dado.

—¿Y?—habló de vuelta el brasilero, dirigiéndose a Julián.

—Acepto—dijo, en medio de una revuelta de sentimientos que le causaba el contrario.

Este último tenía sobre la mesa el brazo, Neymar aprovechó eso y también puso su brazo en el mueble, sólo que su mano se fue acercando a la del argentino lentamente. Enzo notó el romántico momento mientras servía las pastafrolas sobre la mesa, lanzando una risilla. Julián, por su parte, bajó la mirada y logró observar lo que hacía la mano del brasilero por lo que, de forma consciente, aproximó su mano a la del opuesto, obteniendo un pequeño pero, lindo, contacto físico, velozmente subió su cabeza, formándose de nuevo el cruce de miradas. Los restantes notaron esto, a excepción de Ángel que aún seguía pendiente del celular, y se limitaron a hacer una sonrisa. El Dibu trató de burlarse de la situación y puso desde su celular, que estaba conectado al parlante, la canción "Careless Whisper", sí, la que se usa cada vez que hay una tensión sexual entre dos personas y se caracteriza por el saxofón, esa misma.

—¡Dibu!—retó Rodrigo al portero, de vuelta.

Neymar y Julián se sobresaltaron al oír la canción y no dudaron en separar sus manos y en desviar sus vistas.

—Perdón—se paró de un golpazo—¿tienen colchas? Pienso dormir, si no les molesta, en el sillón.

—Yo te busco, traje algunas por las dudas, vení—contestó Rodrigo De Paul, levantándose de su silla igual, yendo al piso de arriba.

—Dormí en mi pieza, así para que estés más cerca de Julián—ofreció Enzo que, al nombrar a su amigo, le clavó una mirada asesina como si esta noche Neymar le haría ver las estrellas.

—No, no te preocupes, no te voy a quitar la cama—replicó el brasilero.

—Boe, te lo perdes—se fue a su habitación con una porción de pastafrola de dulce de membrillo.

—¡Lo estoy empezando a odiar!—le dijo Julián a Ángel, que a duras penas comprendía su situación.

—¿Qué?—frunció el ceño el más alto.

—¡Acá traje las colchas, Ney!—bajaba las escaleras Rodrigo, con las manos ocupadas por completo de colchas con forma de ositos.

—Ah, muchas gracias—recibió las mantas—entonces, ¿te parece a la noche?—volvió a mirar a Julián.

—Me parece bien—sonrió.

—♥—

25 de diciembre, ocho de la noche. Julián se estaba preparando para la "cita" con el brasilero, este último ya estaba listo. El argentino vestía un buzo azul y unos jeans oscuros, mientras que el brasilero parecía empresario estafador, pero antes muerta que sencilla.

El argentino bajaba las escaleras nervioso, el resto de sus compañeros lo alentaba, especialmente el Dibu, que ponía desde su parlante a todo volumen la canción "Quién es ese hombre".

—¿Estás listo?—al brasilero le brillaban los ojos al verlo bajar.

—Sí—le dedicó una pequeña sonrisa nerviosa.

Neymar lo esperó a que esté a su lado, y cuando lo hizo, abrió la puerta y ambos se fueron pero, sin antes, despedirse del resto.

—Dale Ángel, apurate con las llaves que está el taxi afuera—dijo Rodrigo—¿ustedes vienen?—le habló a Alexis y Nahuel.

—No, nosotros vamos a celebrar el cumpleaños de Alexis—respondió Nahuel.

—Ah, bueno, como ustedes quieran—mencionó De Paul.

—Listo—volvió Ángel con las llaves.

Los cinco salieron, Di María cerró la puerta e ingresaron al taxi. Rodrigo le dijo la ubicación del restaurante donde Neymar y Julián estarían cenando. Viajaron alrededor de media hora, estaban bastante alejados del lujoso lugar pero pudieron llegar. Ahí fue donde los vieron entrar, ambos con una sonrisa y junto a un mesero que los acompañaba.

—¿Ahora que hacemos?—preguntó el Papu, curioso.

—Y...—se quedó pensativo Rodrigo—no nos queda de otra que cenar también.

—¡Pero los flor de enamorados nos van a ver!—se quejó Emiliano.

—No si nos ponemos lejos, como están tan enamorados ni van a notar nuestra presencia—habló Enzo.

—¡La primera vez que conectas una neurona, Enzo! ¡Felicitaciones!—aplaudió desenfrenadamente el portero.

Enzo sonrió, como si hubiera rotó un Récord Guiness.

—¡Miren, miren! ¡Se están comiendo la boca!—De Paul señaló a Julián y Neymar, mientras que golpeaba una y otra vez en la espalda a Di María.

—Que rápidos...—comentó el Dibu, sorprendido con la boca en forma de "O".

—Y un día después de conocerse...—agregó Enzo, igual de asombrado.

—«Logró conquistar a alguien en tiempo récord, increíble»—pensó Ángel. Un breve recuerdo de Luka volvió a su mente, todo le recordaba a él, y es peor cuando se acuerda que nunca fueron nada, que todo fue nada más que físico, pero que los sentimientos siempre estuvieron presentes en ambos.

—♥—

Adjunto arriba la canción que se menciona aquí. Lindo día!