El último Mundial - Modría

25- Julián juega a dos puntas

Enero de 2023. Año nuevo, nueva vida. Aunque así quería que sucediese Di María, todo indicaba que su año nuevo iba más para atrás que para adelante. Ahí se encontraba, festejando año nuevo en un monoambiente que alquiló en dólares junto a su compañero Julián tomando mates mientras se escuchaba incómodamente saturada la canción "Hola" de "Miranda" , no les quedó de otra que aprovechar que tenían un parlante y un celular con la batería al 89%.

Di María aún recordaba las palabras de Rodrigo, según él, "el más hincha huevos de la Scaloneta", que andaba desparramando el chisme de que Scaloni estaba enamorado de Luka, sí, de Luka Modric, chisme que ni el mismísimo Rodrigo se creía porque Enzo le contó a tiempo de que aquello era totalmente falso y nefasto, que las capturas estaban manipuladas y que el director técnico nunca se fijaría en Luka. Aún con todos los cabos unidos, todo lo que había sucedido en diciembre todavía no se le iba de la cabeza.

-¿Todavía estás con Neymar?-le preguntó Ángel al menor, para bajar un poco de esa nube de pedo.

-Naaa...-contestó, para segundos después cebarse un mate-lo dejé por alguien mejor...¿o mejores?-Julián se quedó pensativo.

«¿Quién puede ser mejor que Neymar?»-se cuestionó a sí mismo Di María, y pronto la imagen de Messi se hizo presente. Hizo una mueca de asco muy evidente, le parecía irreal-«A menos de que sea necrofilico...todo puede ser en esta vida».

-¿Podes ser un poco específico?

Julián le ofreció un mate, Ángel lo recibió y chupó la bombilla esperando la respuesta.

-Mirá, es complicado...-mordió su labio inferior, asustando un poco más al fideo-digamos que estoy jugando a dos puntas.

Di María supo al instante que se refería que se estaba chamuyando a dos a la vez, no sabía quiénes pero no quería saber, ya le parecía "Too Much".

Salió al diminuto balcón del monoambiente, suspiró y se dijo a sí mismo: «con la cara de buenito que tenía...peor que Alexis me salió este.»

-⁂-

7 de enero de 2023. Se había comprometido con el portero croata Dominik Livakovic con que se iban a encontrar en California para hacerle un ¿regalo? A Emiliano, más conocido por el sobrenombre del "Dibu".

Ya estaba en el aeropuerto de Ezeiza, según lo que recordaba, había empacado muchas cosas para lo corta que iba a ser su estadía en Estados Unidos. Llevó de todo, excepto esa camiseta de Croacia que le había regalado Rodrigo para Navidad con el nombre de Luka Modric en la parte trasera de esta que guardó en la parte más recóndita de su armario. «¡Qué bajón!»-se dijo cuando Rodrigo le entregó la camiseta con una sonrisa de oreja a oreja. Pero bueno, el pasado queda en el pasado, hay que pensar en el futuro y decidió olvidarse del centrocampista, aunque su misión por ahora estaba fracasando porque la cara del croata se le aparecía cada vez que respiraba.

El argentino subía al avión tranquilamente hasta que una cara se le hacía muy similar entre los asientos: Julián Álvarez. Ángel bufó, mientras que su compañero le hacía señas y le sonreía con la boca abierta, no lo podía ver ni en pintura desde hace una semana, le parecía demasiado que esté saliendo con dos a la vez. Se acercó porque no le quedaba de otra.

-Alto fantasma so' vo', che-el más joven le pegó de forma suave en el brazo-ni un mensajito me escribiste desde año nuevo.

-Sucedieron cosas, pero decime-evadió el tema-¿qué vas a hacer vos en Estados Unidos? Porque hasta donde sé este es un vuelo directo.

Julián largó una risita pícara.

-Me voy a ver con uno de mis "amorcitos"-Di María alzó una ceja.

-¿Y quién es?

Preguntó antes de que una señora se lo lleve puesto, y se vea obligado a ir a su asiento designado.

-Eso ya es confidencial-contestó Julián, orgulloso de lo que decía.