El último Mundial - Modría

6- Trabajo voluntario forzado

Los croatas y argentinos implicados en la pelea ya estaban en el Estadio Al Bayt, que ya su tribuna estaba tan vacia que ni Casper el fastasma se atrevía a pasar por allí. Los jugadores de Marruecos y Francia ya se habían ido, a excepción de uno, que veía con una sonrisa de felicidad como los croatas y los argentinos ingresaban como el renovado personal de limpieza: Kylian Mbappé. El jugador del equipo francés estaba apoyado en la puerta que daba entrada al campo de juego con una sonrisa victoriosa.

—¿Qué hace acá vo', negro?—preguntó Messi al africano con el ceño fruncido.

—Disfrutando el verdadero trabajo de los latinos—respondió junto a esos aires de superioridad que siempre lo acompañaban.

—Ah, hubieran dicho que habían negros acá que ya se nos acabaron las escobas—dijo el Dibu, que interrumpía la conversación de ambos diez solo para decir ese comentario.

—Andá pa' alla, Dibu, que vos no tenes nada que hacer acá—le respondió Messi entre pequeñas risas, mientrás le empujaba suavemente.

—Yo sólo vine a hacer trabajo voluntario como ustedes, es mi gesto de generosidad del día.

—Un gesto de generosidad hubiera sido renunciar a tu selección—el Dibu y Lionel se miraron entre sí con una expresión de "¿y este qué dice?"—tu país no merece sufrir de forma tan cruel el domingo.

—Vos me vas a escuchar...—Emiliano dió un paso al frente.

—Eh, eh, eh—se interpuso Mac Allister, que rápidamente se lo llevaba de aquel lugar.

—¡Mi psicólogo va a saber de vos, negro traga waska!—le gritó el Dibu, que se alejaba cada vez más.

Kylian veía la situación con una sonrisa de cara a cara, relamiéndose los labios.

—Estás mal vo', negro—lo enfrentó Lionel Messi.

—Y, verás, la diferencia es que el vino por voluntad propia, sumamente innecesario de su parte, y tú—lo miró de pies a cabeza—estás aquí porque estás pagando las consecuencias de tus actos.

—¿De dónde sacaste tanto vocabulario vo'?

La pregunta no obtuvo respuesta debido a que Lionel Scaloni interrumpió la conversación.

—Perdónenme por arruinarles su tan interesante conversación pero—miró a Messi—Lionel tu tienes que ir a trabajar.

—Sí, perdóname pa'—Scaloni sólo le respondió con una mirada seria, que duró unos pocos segundos para que después se retirara.

Lionel Messi se fue a cumplir con su "trabajo voluntario" junto a Di María y Julián Álvarez. En el escenario del crimen sólo estaba Kylian Mbappé que, estaba disfrutando con los brazos cruzados a los jugadores de Argentina y Croacia limpiar la inmensa tribuna.

De un momento a otro, del cual nadie fue testigo, una desconocida persona lo jala del brazo, casi arrastrándolo. El anónimo hombre lo lleva hasta los vestuarios, donde Mbappé se da cuenta que su contrario era igual de anónimo con su aspecto en el campo de juego, lo que provocó que se ría ante la situación.

—¡Cuánto tiempo!—exclamó Kylian mientrás abrazaba a su opuesto—¿Te afectó quedar afuera?

—Mm...un poco, nada más—respondió—pero cuentame, ¿qué se siente volver a la final por segunda vez?

—Me da satisfacción, no sabes.

—Se debe sentir bien—sonrió el más alto—mi país nunca llegó a la final pero aún sigo teniendo fe.

—Algún día lo lograrás, confía en mi.

—Muchas gracias—le dió unos pequeños golpes en el hombro—y, cuentame, ¿cómo salió el plan?—se acercó un poco más al africano.

—Excelente, todo va encaminado a la perfección, los argentinos están como locos y Messi esta más debilitado que nunca.

—Que hermosa suena esa última frase, como de ensueño, ¿sabes?

—⁕—

Julián, Ángel y Lionel se encontraban limpiando la zona más cercana a la entrada a las tribunas, cada uno limpiando a su forma.

—Nadie pasa de esta esquina, aquí mandan las divinas porque somos gasolina—cantaba Julián, a la vez que metía los envoltorios de comida y botellas vacias en una bolsa de nailon.

—Son unos sucios estos franceses—hizo una mueca de asco Di María—dejaron todo el asiento todo mojado de Coca-cola.

—Vo' sabe' lo que dicen de los franceses—respondió Messi, estando en su mundo lidiando con con la pala de la escoba.

En medio de la conversación, se acercó Scaloni que, conforme con el trabajo de sus jugadores, no dudó en cambiarlos de tarea.

—Muchachos, ya han hecho suficiente así que Lionel y Ángel vayan a revisar el baño y tú, Julián, andá a revisar los vestuarios—ordenó.

Los más grandes escucharon sus ordenes y fueron directo a la zona de baños. Julián, aún en sus nubes, no escuchó el pedido para él.

—¿Yo qué?—preguntó el nueve de Argentina.

—Que vayas a revisar los vestuarios.

—Ah, sí, sí, yendo.

Julián dejó la bolsa a un lado y camino sin ningún apuro a los vestuarios. Casi, por accidente, se olvidó de donde se ubicaban estas pero en el camino su cerebro activó, por lo que pudo recordar el recorrido.

—«Que pelotudo, no cazo una»—se refirió a él mismo mentalmente.

Fue la sorpresa de que el lugar no estaba vacio que llegó a el tan de repente, que ni pudo ingresar al lugar. Se quedo pegado a la pared mientrás que confirmaba que uno de los que estaba ahí era la persona que creía: Kylian Mbappé. El otro sujeto, alguien del cual no podía recordar el nombre.

—«La concha de la lora ¿cómo se llamaba? Dios míooo...¿por qué esta gente le pone nombre tan complicados a sus hijos?»—trataba de recordar en medio de insultos completamente argentinos.

—Me parece buena la idea, por cierto, ¿es cierto eso que dicen de ti?

—¿Qué cosa? No te estaría entendiendo.

—De que estás metido en brujería y todas esas cosas...Tú sabes.

—Y...bueno...llegar a estar donde estoy no es fácil...y digamos que las "ayuditas" facilitan el camino.

Julián al oír eso abrió los ojos como plato y no dudó en correr con todas sus fuerzas, casi rompiendo las leyes de la física. Los otros dos presentes miraron a la entrada que, por error de ellos por no cerrarla, podía entrar cualquier persona.

—Parece que...

—Nos atraparon pero se muy bien quien fue, no te asustes, de su boca no saldrá ni una sola persona porque sabe muy bien lo que es meterse con Kylian Mbappé Lottin—expresó el francés.