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¿...?

... ¿Por qué?

Se abrazó con más fuerza y se hizo más pequeño en su lugar, se perdió la cena y no podía parar de llorar.
Necesitaba hablar con alguien, necesitaba un abrazo, quería un poco de compañía.

Estaba sólo, se sentía sólo y no entendía el por qué.
Atrajo hacía si mismo una almohada de las pocas que quedaban regadas en su cama, la abrazó como si su vida dependiera de ella y escondió su rostro ahí, soltando sollozos los cuales se perdían entre la suave y liza tela.

No podía parar el llanto, estaba harto de llorar, estaba harto de sentirse así. Era su primer día en esa casa, siquiera había pasado unas pocas horas desde que había llegado y se sentía fatal.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué se sentía así? ¿Por qué?

Sollozos más fuertes eran ahogados en la pobre almohada, siendo simplemente él el único que podía escucharlos. O eso piensa.

Pero todo quedó en silencio tiempo después al escuchar la puerta de su habitación siendo abierta.

Hanagaki, deja de llorar, se escucha desde mi habitación.

Se encogió en su lugar y siendo consciente de que aquel intruso lo observaba, asintió con la cabeza y un tenue susurro salió de sus labios como un "Lo siento".

¿Dejarás de llorar?— Volvió a asentir mientras hipaba no pudiendo parar las lágrimas que seguían brotando de sus orbes, —. No te creo, seguro seguirás llorando y tendré que escucharte toda la noche...

Negó intentando torpemente de parar él mismo sus propias lágrimas, fracasando. Como todo en la vida, según él.

Perdón, no haré ruido...— Volvió a susurrar, deseando que la persona que entró sin permiso a su habitación saliese y lo dejase hundirse más en su miseria.

Quisieras que fuera así de fácil, por lo menos busca algo mejor para hacer menos ruido, así Hanagaki-san no te escuchará— Quedó en silencio no siendo capaz de responder, estaba tan ensimismado en sus propios pensamientos que había olvidado lo que pasaba cuando su padre se enteraba que había llorado. Tembló temiendo que eso pasara y se tenso al sentir movimiento en su cama —. Tienes un desastre en tu habitación, ¿qué fue lo que pasó? ¿Acaso te gusta la suciedad?

Negó, —El hijo de la esposa de mi padre hizo esto— No se molestó en ocultar la verdad de lo que pasó, ¿qué más daba?

¿Yo?— Abrió los ojos sorprendido y sacando su rostro de la almohada, fijo su mirada en el chico que se encontraba en frente de él sentado en su cama, — Una disculpa, pero yo jamás entré a tu habitación.

Notó en la oscuridad de su habitación el rostro indignado del chico a su delante.
E-entonces, ¿tú eres el hijo de la esposa de mi padre?— Preguntó lo obvio.

Así es, un placer, soy Kisaki Tetta— Estaba haciendo un poco de esfuerzo por enfocar la vista en la persona que se presentaba a su delante, logrando observarlo con más detalle.
Un chico moreno, de ojos azules iguales a los suyos dentro de un mar en tempestad, portaba lentes con montura dorada, y un piercing del mismo color en su oreja izquierda, su cabello negro, el cual parecía brillar a causa de la luz de la luna que entraba sin pudor por la ventana levemente cubierta por las cortinas, era lo que podía ver de aquel individuo que tenía un pijama de un color bastante insípido.

Mírame solo a mí  | Mitake [Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora