22

59 10 0
                                    

¿...?

La mayoría ya se había ido, el silencio después de la primer despedida reinaba en el lugar, cada uno retomando su camino a casa y dejando al anfitrión junto al invitado especial solos en aquella casa.
Manjiro se mantenía mirando la pantalla en donde se encontraba el menú del juego que anteriormente estaban jugando, mientras a su lado estaba Takemichi mirando de la misma forma la pantalla.

Era raro para ambos, no en un mal sentido, ya habían estado solos antes, incluso antes de encontrarse con los demás, pero el silencio incómodo entre ellos creaba presión. No sabían qué hacer o qué decir, o mas bien, tenían tanto qué hacer y qué decir estando juntos que las palabras no salían.
Hanagaki por un lado estaba bastante feliz y emocionado, quería agradecerle a Mikey por todo lo que había hecho para que se logrará esto, quería darle las gracias y pedir perdón por causarle problemas. Mientras tanto Manjiro estaba planeando nuevas cosas por hacer para que Takemichi se muestre menos ansioso alrededor de los demás, simplemente no sabía qué más podía hacer para ayudarlo.

Ambos abrieron su boca, se giraron para verse y se sorprendieron al ver al contrario a punto de decir algo. Takemichi rió mientras cubría con su mano su boca tratando de ocultar su risa y Mikey simplemente sonrió.

¿Qué querías decir, Takemicchi?— Cuestionó el rubio cenizo mientras se inclinaba hacia el anteriormente rubio teñido, este mismo negó con la cabeza y lo miró.

—Algo sin importancia, ¿qué querías decir tú?— Respondió con curiosidad, acomodándose en el sofá mirándolo con una sonrisa en su rostro. Takemichi estaba feliz, se veía a simple vista con solo ver su rostro y eso lo notó Manjiro, quién sonrió emocionado.
No sabía cómo formularia la pregunta que quería hacer, miró los ojos azules de su amigo, quién también lo miraba, y pensó en todas las cosas que le encantaría hacer para que dejara de culparse a sí mismo, que dejara de ver esa oscuridad impropia en esos ojos brillantes.

Forzó un poco su sonrisa mientras lo miraba fijamente, sabía que su Takemicchi seguía consumiendose a sí mismo en sus pensamientos, seguía temiendo. Él lo entendía, él entendía todo eso.
El terror en su mirada, sus temblores, sus lágrimas desbordandose, sus balbuceos pidiendo auxilio.
Mikey sintió su corazón romperse al ver a su héroe así, tan débil, tan triste, tan solo.

—Quiero pasar más tiempo con Takemicchi— Murmuró mientras regresaba la mirada a la pantalla, ya había oscurecido y sabía que pronto su amigo tendría que irse, más él no quería que se fuera. Tenía esa necesidad de tenerlo cerca, de cuidarlo y mantenerlo a salvo, no quería dejarlo ir y que le robaran el brillo que le quedaba a su tierno amigo, no quería perderlo.

—¿Eh?— Cuestionó nervioso, miró el perfil de su amigo y vio por un momento el destello del miedo. Takemichi no entendía, se preguntó cuál era la razón de ese sentimiento que comenzaba a aparecer en Manjiro, se acercó a él y sonrió, quería entender y parecía hacerlo, creía que entendía.
Hanagaki sonrió comprendiendo, o eso cree, y asintió con seguridad, sabía que Mikey no lo veía, pero sentía que eso era lo correcto —. Podemos pasar más tiempo juntos, Mikey-kun.

Su respuesta no sorprendió del todo a Manjiro, pero aún así reaccionó abriendo u poco más de lo debido sus ojos. Se giró para ver el rostro del anteriormente rubio y sonrió feliz, complacido de que su amigo haya aceptado.

—Gracias, Takemicchi— Susurró, su héroe llorón correspondía su sonrisa, aún si se veía forzada. Sus ojos tristes y el lenguaje corporal incómodo lamentablemente no le sorprendían, sabía por todo lo que había pasado su Takemicchi y realmente quería ayudarlo.
Su corazón anhelaba ayudarlo, recordaba al brillante Takemichi que lo enamoró, sonriente y lleno de vida. Ahí mismo ese Takemichi parecía desvanecerse, perdiéndose sobre el tornado de recuerdos que lo atraparon.

Mírame solo a mí  | Mitake [Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora