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¡ADVERTENCIA!

Aunque este capítulo no tenga una narración totalmente descriptiva, tiene que tener sus debidas advertencias.

La siguiente lectura toca temas sensibles; como lo es la violación.
No está escrito con el fin de ofender y desinformar.

Si eres menor de edad o sensible a este tipo de contenido, te pido de la forma más amable y por tu bienestar, que no leas este capítulo.

Ahora si decides leerlo es bajo tu propio riesgo.

(el capítulo no describe específicamente lo que sucede)
Leer con discreción.

Ahora sí, puedes comenzar con tu lectura.

(♡)

[Estoy demasiado triste como para llorar.]

¿Has tenido miedo?

He tenido miedo de la mayoría de cosas que me rodean, incluso de los más cercanos a mí. No podía confiar en nadie, y sabía que nadie podía confiar en mí.

El corazón acelerado, las pupilas dilatadas, las respiraciones entrecortadas y los temblores en su cuerpo mostraban total miedo. Pero, ¿a qué?

A veces uno tiene ciertas reacciones a cosas que no conoce o que se sabe son peligrosas. Un animal salvaje, un insecto venenoso o un alimento dudoso.
Incluso lo paranormal causa escalofríos y es algo que no muchos desean experimentar.

Todos le tienen miedo a muchas cosas, pero pocos a los hombres mismos. Buscan refugio en alguien cuando sienten miedo, pero, ¿qué pasa si ese alguien también es peligroso para ti?
No lo sabes, no lo conoces del todo, no has visto todas sus caras.

Ahí es cuando comienza tu miedo al confiar.

Sus iris azules se desviaban de un lado a otro, expulsaban lagrimas sin parar y ahí fue cuando leves sollozos comenzaron a resbalarse de entre sus labios.

Cuando una persona traiciona tu confianza, sabes que nunca volverá a ser igual. No importa cuánto pida perdón, un hongo venenoso jamás dejara de ser un hongo venenoso.
Un animal salvaje jamás dejará de atacar.
Un humano mentiroso jamás dejará de mentir.

Nadie cambia, si nadie cree en él.

Manos tocaban sin pudor su cuerpo, pero él se negaba a ese tacto. Tenía demasiado miedo.
Pataleaba y tiraba golpes al azar, y aún así no tenía la fuerza suficiente para liberarse.

El miedo puede llevarnos a tener acciones cuestionables y dañinas para uno mismo.
Te alejas de todo y todos.

Creer ya no esta en ti, ya no quieres a más personas que te puedan dañar.
Como un pequeño ciervo que huye de todo lo que él cree que es peligroso, pero inconscientemente los mismos se quedan embelasados de las más mínima luz que los lleva a su final.

Las polillas incluso escapan de su posible asesino, pero aún así van directo a una trampa.

Las personas que confían finalmente caen y los que siempre traicionan ganan. Las personas que desconfían finalmente vuelven a caer y los que mienten no pierden el tiempo para volver a ganar.

—¡No!— Negaba fielmente con su cabeza, balbuceaba incoherencias con el fin de escapar de esas fieras y peligrosas manos. Ahora se encontraba desnudo y su atacante estaba igual.
Ambos bajo la oscura mirada azul que los veía con un deje de diversión. Parecía feliz de dañarlo.

Mírame solo a mí  | Mitake [Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora