DESTINO (Aladdin X Tú) ヅ [VERSIÓN MODO ALGO SERIA]

۞ Capítulo 6: Razones tras las perspectivas

El pasar de los días trajo consigo una cotidianidad a la cuál ______ empezaba a acostumbrarse. Aunque no terminaba de entender algunas lecciones de magia, las pocas que comprendía la hacían sentir verdaderamente genial. Su uniforme por supuesto resplandecía más de lo que alguna vez hacía en un principio por más que tuviera la medalla distintiva de mejor estudiante.

Respecto a la relación con Aladdin... no fue muy diferente después de todo; al día siguiente después de los hechos, él se presentó como era de costumbre. Pero, aunque hubiera momentos en los que era obvia la tensión, finalmente ninguno prefirió decir algo al respecto.

No obstante, en medio de una vida normal y sin mayor presión, tanto para ella, Aladdin y Titus, la presencia de pequeños orbes negras: rukh negro, empezó a hacerse más natural que lo que alguna vez fueran a considerar. Y no era algo que podía simplemente ser ignorado; y sobre todo por el director de la academia Matal Mogamett, quién ordenó: — Infórmenle a Aladdin, que es imperativo llevar a un paseo al exterior a esa muchacha.

Los profesores afirmaron su orden. Pero la profesora Myers preguntó con sumo respeto: — Si me permite, ¿con qué intenciones?

El director respondió, sin apartar la mirada de una esfera mágica que le permitía ver a ambos chicos relacionarse amistosamente entre sí: — Si ella se expone a diferentes estímulos ambientales, podremos descubrir qué tipo de rukh es su dominante, podría ser una amenaza o bien un beneficio para nuestro país. Tal vez, incluso podría tratarse de... un magi.

Con la orden recibida, más tarde Aladdin caminaría pensativo hacia la habitación de _____, luciendo bastante preocupado y curioso por las razones que no se le fueron explicadas. Pero si de algo podría estar seguro, era que estaba entusiasmado por salir junto a _____ hacia el exterior, como la primera vez que se conocieron.

— ¡_____-san! —Saludó entrando a su habitación— Vamos de paseo, tenemos permiso del director.

Tras de él, incluso aparecieron Sphintus y Titus. Pero ninguno de esos tres sería recibido de buena o mala manera; al contrario de lo que pensarían, el silencio fue la bienvenida. Frente ellos, yacía ______ tendida sobre su cama, cubierta de las sábanas mientras respiraba con dificultad.

— ¡¿_____-san?! —Se preocupó Aladdin apresurándose hacia ella, seguido de Sphintus y Titus.

— Déjame ver —Se adelantó Sphintus tocando su frente con la palma de su mano— Por supuesto, es fiebre.

— Ha, ¿acaso tiene tres años? —Se limitó a burlarse un poco Titus para aliviar la tensión. Sin embargo, ninguno de los otros dos lucía especialmente aliviado por su comentario, y, al contario lucían más decaídos— Pero ¡qué les pasa!

No importaba cómo, era imposible no notar cómo su descanso había sido interrumpido por semejantes personajes. ______ no sentía para nada complacida, solo quería dormir todo el día y pudrirse lentamente hasta el desconocimiento.

Con pesar, preguntó: — ¿Qué... están... haciendo en mi pantano?

— ¡_____-san! —Se alivió Aladdin saltando hacia ella dispuesto a darle un abrazo. Sin embargo, _____ no estaba dispuesta a ser envuelta por otra ola de calor, por lo que gastó un poco de fuerza vital para hacer aparecer mágicamente su báculo y darle tal golpe a Aladdin que lo mandó volando al otro extremo de la habitación.

Home run; _____ estaba orgullosa de sí misma, a su vez, volvió a desaparecer su báculo.

— ¿Y bien? —Preguntó mirando a los chicos restantes.

— La verdad es que el director ordenó a Aladdin que te sacara a pasear —Confesó Titus sin mucho lío.

— ¿Ah? ¿Acaso tengo cara de ser una especie de animal? —Se indignó ella.