DESTINO (Aladdin X Tú) ヅ [VERSIÓN MODO ALGO SERIA]

۞ Capítulo 14: Deber y querer

Tras mucho ajetreo, el viaje hacia lo desconocido llegó a su fin. No obstante, aunque la prisión de borg ahora no era más que un recuerdo de hasta hace unas horas atrás, _____ sabía claramente que de hacer un movimiento en falso, aquel magi oscuro de nombre Judar olvidaría su postura relajada para volver a encerrarla o tal vez hacer alguna otra maldad que implique dolor, muerte o destrucción.

En un lugar remotamente desconocido, eso es. Donde la vegetación era tan abundante como la selva. Un lugar así, ahora sería su guarida; tal vez. Solo sabía que en todas las horas que llevaba ahí, no único que hizo fue vagar en las cercanías que Judar le permitiera; por supuesto, no debía irse más lejos de lo que su visión desde lo alto de la rama del árbol en que vagaba le permitiera.

O bien podría permitirle alejarse, pero Judar sabía perfectamente que no era lo suficientemente hábil físicamente para hacer una carrera tras ______; por supuesto, esto ella no lo sabía, ni tendría que saberlo jamás.

Mejor analicemos todo, no provoquemos pleitos de la nada; pensó ______ haciendo posición de oración para recibir un poco de la bendición del cielo. Además, ¿por qué de pronto me siento como Rin y veo a Judar como Sesshomaru? ¡¿Por qué?!

En plena jungla, sin vistas a la sociedad, ¿qué clase de información podría obtener? Y más cuando Judar ni siquiera parecía tener ánimos de conversar con ella, por supuesto, también se subió a la cima del árbol más robusto y alto, ¿cómo podría alcanzarlo?

Rendida, _____ solo decidió tirarse sobre el césped y juguetear varias horas con lo que sea que se le cruzase en el camino. Desde perseguir ardillas, hasta intentar pescar peces del río más cercano; claro, también intentó trepar árboles.

¿Hmm?; sintió curiosidad Judar abriendo por fin un ojo para verla perder un salmón de entre los brazos que la hizo caer de plano al río. Tal lamentable acto, finalmente lo hicieron partirse a carcajadas.

— ¡Cállate! ¡Bajá huacho, bajá! —Se frustró _____ corriendo hacia el árbol del que sabía se encontraba Judar. Con furia, intentó trepar, pero la humedad de su ropa ahora le generaba tan incomodidad que ni siquiera lograba sujetarse al árbol.

— Déjalo, nunca podrás alcanzarme —Avisó Judar acomodándose boca abajo sobre su rama para tener mejor visión de los inútiles intentos de _____—. En lugar de intentarlo deberías ir a cazar tu cena, sería problemático cavar tu tumba.

— ¡Si era tan problemático, debiste dejarme en Magnostadt!

— Creí que estabas de salida.

— Ah... ¡Pues entonces déjame libre!

— Eres libre.

— ¡¿En serio?!

— De ir a pescar tu cena. —Completó Judar.

Por supuesto, la furia de _____ se disparó al cielo, e intentó con más fuerza trepar por el árbol, solo para provocar más risas por parte de Judar. _____ se motivó: — ¡Vamos, tú puedes! ¡Si Mulán pudo, tú también!

Sin embargo, no importa cuántas veces lo intentara, sus manos terminaban enrojecidas del dolor, y ni un solo centímetro fue capaz de subir. La frustración era evidente, y los salmones pronto dejarían de saltar sobre el río.

Judar comentó: — Ah, que aburrimiento. Magnostadt se ha vuelto el centro de atención, Al-Thamen me tiene sin cuidado y Hakuryuu está pasando una fase emocional que agotó mi paciencia.

— ¿Alguien te preguntó?

— ¿Alguien te está hablando?

De nuevo una furia indescriptible llenó el corazón de ______ quién volvió a seguir intentado subir al árbol. Ante Judar, ella ahora no era tan diferente de un mono rabioso, mugriento y malherido; no sabía si reír o sentir asco.