Dos semanas.
Dos semanas en las que estuvieron yendo de un lado a otro cada tanto tiempo. Aunque alejados de la sociedad, ocasionalmente se les podía ver en medio de mercados buscando algo que comer debido a la necesidad. No siempre había una fruta o un animal sobre la fogata, y Judar con cada día que pasaba iba admirándose en sumo silencio cómo aquella chica quejona e insegura de pronto se había mimetizado con su entorno como un verdadero animal salvaje que había olvidado sus raíces moderadas de quién sabe qué mundo.
En lo más alto del árbol de turno, Judar solo cerraría los ojos unos pocos minutos antes de ser despertado por ______ quién colgaba de la rama superior a la suya y, sostenida por la ahora fuerza de sus propias piernas enrolladas en la rama, estaría boca abajo mirándolo con una sonrisa burlona mientras le extendía lo que era el aperitivo del día: — ¡Hoy sí hay melocotones! ¿Feliz?
Judar esquivaría la mirada fingiendo desinterés, pero al fin y al cabo cogería la fruta y la comería en silencio. Suficiente para que _______ se sintiera victoriosa y lo dejara en paz.
Si se aburría, probablemente _______ iría a jugar al río de turno, buscando alguna especie de pez que cazar. Sin duda, la ropa que le ofreció Judar era pertinente; un poco similar a la suya, pero cubriendo un poco más de lo que _____ consideraba decente. Después de todo ¿No estaba hastiada de los jeans rotos y exposición exagerada del cuerpo en su mundo?
En ocasiones, incluso Judar podría ser un poco celoso al respecto.
"Eh preciosa, no eres de por acá ¿verdad?" Serían las últimas palabras de unos señores de mediana edad, ebrios y malolientes, antes de que Judar se diera vuelta haciéndose en desentendido, cuando en realidad agitó muy disimuladamente su varita lanzándoles un hechizo de congelamiento.
¡¿ELSA?!; se sorprendería ______ corriendo hacia Judar haciendo mil preguntas al respecto, de una forma tan entusiasta que Judar volvería a elevarse por los cielos y volar lejos de ella.
Lamentablemente para él, _____ ya había aprendido la técnica y lo seguiría, de tal forma que desde el suelo, podría parecer la escena de una mamá pájaro tratando de escapar o evitar los picoteos de su polluelo.
O incluso aquella vez en que, antes de irse a dormir cada quién en su respectiva rama, escucharían tremendas obscenidades de un grupo de adultos buscando refugio en la oscuridad del bosque. Judar no sentía ningún interés en ese tipo de cosas, de hecho, alguna vez se le permitió hacer lo que quisiera con algunas mujeres interesadas en pasar un buen rato, pero nada que no concluyera en su aburrimiento. Sin embargo, ahora la historia era diferente y era que _______ estaba tan pero tan espantada, que Judar no dudó ni un segundo en conjurar: — Thalg Thalgeyya.
Y varios tornados de hielo empezaron a perseguir a los pervertidos; nunca más se supo de ellos. ______ miraría a Judar con sospecha por tan buenas atenciones, pero finalmente sonreiría de forma entusiasta: — ¿Cantarías Libre Soy para mí?
— Vete al diablo —Respondería el otro, y se iría a dormir.
Por supuesto, aunque _____ se divirtiera viendo tan épicas intervenciones de Judar, al final no podía descuidar su aprendizaje, y, con mucho esfuerzo, imitó a quién mentalmente ya consideraba su maestro y conjuró un débil: — ¡Thalg Al-Salos!
Una pequeña pieza de hielo brillo frente suyo, y se rompió en varios pedazos que cayeron inútilmente al césped. ______ se frustró un poco, y cogió su báculo simulando ahorcarlo, quejándose como un tal Patricio de su mundo: — ¿Por qué no puedo hacer nada bien?
Judar entonces le tiró una manzana en la cabeza para llamar su atención, y tal vez para asegurarse de otra cosa: — Que violenta.
— ¡Eh, tú! —Llamó ______ señalándolo.
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DESTINO (Aladdin X Tú) ヅ [VERSIÓN MODO ALGO SERIA]
Fanfic¡Hola buenas, si ves un fanfic con el mismo nombre, NO TE PREOCUPES, ES DE LA MISMA AUTORA! Solo que esta versión se hizo en base a la otra pero con una escritura más detallada y menos momentos equis de que notarás si has leído el primer fanfic. Por...