DESTINO (Aladdin X Tú) ヅ [VERSIÓN MODO ALGO SERIA]

۞ Capítulo 9: La bendición del presente

En un lejano mundo, existió una pequeña niña salvada por en ese entonces joven Solomon; futuro rey de Alma Torán. Aquella niña, rehusaba con fervor acoplarse al grupo de héroes que la rescató. Casi podría decirse que el odio recorría sus venas hasta arder, y es que la verdad nada podía diferir en demasía de todo lo que había aprendido a lo largo de sus años dentro de la iglesia ortodoxa en la que se crío en base a la creencia de odiar y controlar a las demás especies que eran consideradas "impuras".

"¡Son realmente desagradables! Son tan peludos... y tienen un olor tan repugnante... cielo... si hubiera tenido mi bastón los habría vuelto cenizas"; comentó con desagrado aquella niña.

"¿De verdad?" Respondió Solomon sin apartar la vista de un libro.

"¡Sí! Esas bestias no se merecen ¡Nada!" Reafirmó la niña.

Asintiendo desinteresadamente ante sus palabras, Solomon comprendió la situación y extendió la mano hacia aquella niña que aún permanecía sentada sobre el suelo.

Tras el contacto de sus manos, ella se extrañó, y él esbozó una tranquila sonrisa que nada tendría que ver con sus palabras: "¿Qué piensas de ti misma? Ante mis ojos, tú eres el repugnante y sucio monstruo aquí".

Con pensamientos abismalmente diferentes. Uno admiraba tal cuál niño pequeño a aquellos seres; Alma Toran, incluso los animales hablaban, cada persona y comunidad, traían consigo lenguas distintas como características personales particulares. Todos en conjunto, representaban la diversidad entre especies y ello, para Solomon, enriquecía el conocimiento como respeto.

Sin embargo, para aquella niña...

"Las otras especies son diferentes a nosotros, son salvajes y repulsivos... son los tontos que hicieron sufrir a nuestros antecesores en el pasado; son peligrosos, si no los controlamos, comenzarán a atacarnos con sus cuerpos gigantes y salvajes garras, nunca debes baja guardia, o si no seremos destruidos junto con este mundo. ¡Ese es el deber de los magos!" Predicaría con ferviente desprecio.

Quién diría...

"Ugo, hagamos un plan para ir al subterráneo de la ciudad, es cansado estar con niños malcriados" Ordenó Solomon.

"¡¿Qué dijiste?!" Recriminó ella.

Quién diría que, gradualmente, ambos terminarían yendo por el mismo camino, convirtiéndose en los futuros reyes de Alma Toran. ¡El rey Solomon y la reina Sheba!

[...]

Al límite de tener tales tipos de sueños, _____ despertó de nuevo de un salto como empezaba a hacerle costumbre. ¡A esas alturas ya había trabajado su estómago plano y muslos!

Solomon y Sheba...; reflexionó _____. Hasta que su cerebro sufrió de severas convulsiones conforme las piezas iban esclareciéndose más y más con la nueva información que recibía de aquellos sueños a los que le gustaba denominar esquizofrénicos.

¿En el anterior sueño no estaba yo ocupando el lugar de la reina Sheba? Entonces... ¡¿Me estás diciendo que soy una especie de reencarnación de esa señora?!

— _____-san, ¡Buenos días! —Saludó Aladdin saliendo del armario con gran energía. Por tal acto, _____ estaba cada vez más cerca de sufrir un ictus, quedó en blanco por su hipótesis y por tremenda referencia que salió del lugar de dónde salió Aladdin.

— ¡¿Dormiste en mi armario!? —Preguntó _____.

— ¡Sí! Pensé que sería incómodo para ti si dormíamos juntos, de todas formas, no es tan incómodo como parece, hay mucha ropa suave que sirve de colchón.