۞ Capítulo 25: Pequeños desvíos

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Soles y lunas cruzaron los cielos del mundo, la respiración ante las nuevas realidades pesaba sobre sus hombros; sin embargo, tan solo era una espectadora. Careciendo de información sobre su actual localización, sus pies solo podrían arrastrarse detrás de Alibaba cuando era necesario; era parte de la misión. Por lo que, aunque confuso y parcialmente doloroso para la guerra de percepciones dentro de su cabeza, era preciso contemplar la pronta caída que la monarquía de Balbadd tendría de acuerdo a los objetivos de Alibaba. Generando mayor desorden, hambruna, desorden político y económico; ¿Qué clase de Latinoamérica era esta? Quién sabe, pero el alma de Sheba tintinaba de rabia cada cierto tiempo.

El distanciamiento se fue haciendo evidente, y ______ ya no solo se escabullía por las noches para rememorar su propia consciencia con la compañía de Judar, sino que abiertamente llegaron momentos en lo que simplemente pasaba de Alibaba para irse a quién sabe dónde. Sin embargo, qué más podría importar que ella haciendo quién sabe qué, en quién sabe dónde: la salvación de la gente de Balbadd. El robo a los más necesitados y olvidados por el actual rey de Baldadd, Ahbmad Saluja. Un rey corrupto quien anteponía la riqueza al bienestar de su gente, era un peligro latente para el pueblo quien a sus pies se habían vuelto en seres capaces de matar por las migajas de un mísero pan mohoso. Aquellos que los salvarían, eran conocidos como la "Tropa de la niebla". No obstante, quién podría imaginar que más que servir de ayuda, su ayuda no era sino un arma de doble filo que generaba mayor separación y odio entre las clases sociales.

— ¿Por qué carajos Ugo y todos esos dioses creyeron que era mejor para mí pasar por esto? —Se quejó ______ golpeando la trenza de Judar contra el suelo de la alfombra voladora en la que se encontraban sentados—. ¡Esto es una tortura psicológica, voy a demandarlos por daños y perjuicios!

— Nada es fácil en esta vida, niña, deja de quejarte y vete —Respondió Judar—. ¡Madura!

— ¡Eso déjaselo a las frutas! Es un milagro que siga siendo yo misma después de soportar meses pasando por este martirio.

— Tonta, piénsalo un mejor, el mundo siempre será cruel nada es perfecto, y eso es algo que bien deberías de saber ya que provienes de un mundo más podrido y defectuoso que tu coeficiente intelectual —Insultó con aires de sarcasmo golpeando suavemente su frente.

______ se sobó la frente, y respondió con desdén: — ¡Sheba es la del problema, no yo! ¡Ella es la que no entiende! Cada vez que ve algún problema me empieza a cosquillear el estómago y la caja toráxica se me infla como un globo aerostático.

Judar ahogó una risa de tan solo imaginar tremenda exageración. ______ se asombró: — ¡¡No puede ser, el chico malo se rió, que cliché!! ¿Qué sigue? ¿Qué te confieses y me beses? ¡Pues entérate de que no me gusta el NTR! Yo no lo recuerdo, ni siento nada, pero todavía tengo a Aladdin en mi mente.

En lugar de desperdiciar energías diciendo mil oraciones de desdén. Judar volvió a propinarle un suave golpe en la frente y regresó su mirada hacia las calles nocturnas de Balbadd. Sin embargo, añadió algo más respecto al tema anterior: — Ya quisieras.

Del lado de Judar, el pequeño perro que hacía un tiempo tanto solo era un cachorrito, se asomó agitando su peluda cola hacia ______, quién lo tomó en brazos y saludó: — ¡Hola, Tilín! ¿Qué tal te fue causita?

— ¡¡Que no se llama Tilín!! ¡Y suéltalo, lo ensucias! —Regañó Judar, arrebatándoselo de sus brazos.

Quién sabe por qué es que de alguna forma Judar decidió quedárselo. Por supuesto, era la última persona en quien ______ podía confiar para hacerlo, pero viendo como era la situación mundial y sus propios impedimentos, también era la única persona quién podría quedárselo. De igual forma, Judar había defendido su derecho a cuidarlo con la siguiente frase: "Cállate y no preguntes"

DESTINO (Aladdin X Tú) ヅ  [VERSIÓN MODO ALGO SERIA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora