- 𝙧𝙖𝙣𝙯𝙪 𝙙𝙚𝙘𝙚𝙢𝙗𝙚𝙧 ⊰

dieciseis de diciembre

look at me

nota: la idea de one shot lo saqué de un tiktok que vi el otro día de la cuenta papi._sanzu en tiktok :)) pedí permiso para usarla así que no me demanden por derechos de autor💋 en fin, modo triste.

nahoya todos los días se levantaba pensando en ir a verlo. las reuniones eran para estar con sus amigos y hablar con él, ya que tenían amigos en común y siempre se colaba con su hermano en la toman. su corazoncito palpitaba muy rápido cuando se acercaba y sus mejillas se volvían rojas. su hermano le decía que lo intentara, que le dijera que le gustaba, porque no había nadie más que lo hiciera tan feliz (después de su hermano). absolutamente lo amaba, porque era perfecto para él. era lindo, tenía unos ojos preciosos, su voz era linda, su cuerpo también. hacían una buena combinación, siempre que salían la pasaban bien. siempre había de qué hablar y de qué reír. le gustaba tanto que sentía que explotaría.

y siempre fue así, cada reunión iba a saludarlo con su característica sonrisa para que él le respondiera primero. miró de reojo su cara, admirando su perfecto perfil, su nariz respingada, sus labios carnosos y las lindas ojeras que tenía de tanto dormir. el teñido lo miró sonriendo preguntándole si tenía algo en la cara, nahoya lo molestó con sus mejillas sonrojadas. sabía lo que respondería de vuelta a su broma, sabía todo de él, o eso intentaba. sentía el calor de su mano cerca de la suya y pensó en tomarla, acercó su dedo meñique y miró su cara.  tenía una sonrisa, sus ojos miraban pegados hacia el frente y su piel estaba ruborizada. nahoya quitó su mano y miró buscando lo que tanto le llamaba la atención. nadie contó un chiste para que sonriera, ¿por qué lo hace? quizás se dio cuenta de que le iba a tomar la mano y sonrió porque se sintió nervioso. pero, ¿por qué no lo miró a él?

luego de sobre pensar durante toda la reunión, nahoya le preguntó algo a ran. "dame un momento", le respondió ignorando la interrogante. y ahí fue cuando comenzaron las dudas. el haitani caminó hacia el peli blanco de ojos azules. se acercó de su espalda para poner su brazo sobre sus hombros, viendo como este se sobre saltaba y sus mejillas se encendieron por sobre su mascarilla. la cara de ran estaba igual, pero tenía una sonrisa juguetona, ¿por qué no es así con él? ran hablaba con sanzu y baji, como si nahoya nunca le hubiera hecho una pregunta que tenía una deuda de responder. pero no podía evitar mirar, mirar el brazo de ran que se cruzaba por sus hombros y su mano que acariciaba este mismo con el pulgar. su otra mano bajó su mascarilla, descubriendo las lindas cicatrices que lo hacían tan especial. observaba cómo el haitani lo miraba, observando cada detalle de su blanquecina piel que combinaba con su largo cabello y sus facciones finas haciéndolo parecer un ángel. baji se retiró dejándolo a los dos solos. no se separaron, es más, sanzu se puso en frente de él aún con su brazo en su hombro. ran le dijo algo que lo hizo reír y tapó su boca evitando que se vieran sus cicatrices estiradas. el haitani tomó su mano bajándola y le dijo algo que lo puso nervioso. con su largo índice pasó su dedo por sus marcas y le susurró algo en su oído para dejar un beso en su mejilla.

y entonces su característica sonrisa se había borrado.

lo estaba mirando a los ojos, como si fuera lo más hermoso de este mundo, como un verdadero tesoro. ¿por qué no lo miraba de la misma forma? pero era muy obvio, nahoya no se podía comparar con sanzu. era todo lo contrario a él. desearía ser como sanzu para que ran lo mirara de esa forma, para que lo abrazara, lo acariciara y le diera besos en su mejilla. pero no era sanzu, era nahoya. el incrédulo nahoya que pensó que tendría alguna oportunidad con ran haitani cuando sanzu existe. sanzu es hermoso, perfecto para él. nahoya es solo smiley... sin ningún rasgo hermoso como sanzu que destaque.

deseaba ser él como nunca. que ran lo mirara como mira a sanzu. que aunque sea se le pase la duda por la cabeza a ran de considerar a smiley como más que su amigo.

y entonces sus ojos se aguaron.

porque desde ese momento ran no dejó de repetir lo mucho que le gustaba sanzu. lo mucho que lo amaba y no dejaba de repetir especialmente que era mutuo. le habían quitado al amor de su vida.

ran amaba contarle a todo el mundo lo mucho que le gustaba sanzu. le gustaba cada parte de su ser, de pies a cabeza. pero lo que más amaba era hacerlo reír. su corazoncito latía de ver sus cicatrices estirarse y generarle felicidad. amaba observar cada parte de él como si fuera un museo andante. pero nahoya deseaba que ran hablara de esa forma de él, quería que lo mirara a él, pero no podía dejar de pensar en él y en su estúpida sonrisa. porque su sonrisa no se comparaba con la suya.

y entonces su pecho dolía.

dolía cada vez que besaba sus labios, tomaba su mano y le decía que lo amaba sin vergüenza de estar con los demás presentes. dolía la manera en que lo presumía y no dejaba de hablar de él. dolía el sentirse poca cosa al estar al lado de sanzu, porque sabía que los ojos de su amado estarían en el peli blanco y no en él. dolía, porque nunca sería él.

y entonces nahoya se había apagado.

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