veintinueve de diciembre

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[+18]

sanzu - mh... - suspiró.

kokonoi - ¿en qué piensas?

sanzu - en ran.

kokonoi - ¿de nuevo?

sanzu sonrió y los dos se miraron cómplices.

sanzu - ese imbécil se hace el fuerte, pero no se da cuenta que en segundos lo tendría en mis piernas.

kokonoi - deja de soñar y hazlo de una vez. yo ya me tengo que ir. con tal de que kakucho no de entere que su novio quiere contigo, yo creo que está bien.

sanzu - como digas, ya vete que me desconcentras.

kokonoi se bajó del escritorio de sanzu y se despidió lanzando un beso con su mano y guiñando su ojo. el peli rosa levantó su dedo medio y escuchó pasos alejarse. tecleó y tecleó, aburrido de los papeleos y nombres, hasta que sintió su puerta abrirse.

sanzu - ¿no sabes tocar la puerta?

ran - y yo pensé que te pondrías contento de verme.

ran cerró la puerta, y con cuidado de que sanzu no se diera cuenta, le puso seguro.

sanzu - ¿qué haces acá?

ran - vine a avisarte que los demás ya se fueron a sus casas.

ran pasó por el frente de sanzu, sentándose en su escritorio como kokonoi.

sanzu - ¿y?

ran - no lo sé, ¿quieres ir a beber algo? deja esto para mañana, quiero compañía.

ran levantó el mentón de sanzu y acarició sus labios, esperando que este los comenzara a lamer. sanzu quitó su mano y se levantó para quedar a la misma altura de ran.

sanzu - ¿tú no tienes novio?

ran - ¿y? - lo imitó.

ran cruzó sus brazos por su espalda y tomó el trasero del peli rosa para apretarlo, pero este tomó sus muñecas con fuerza y las colocó al frente. luego, acarició su mejilla y levantó su mentón tal como lo estaba haciendo él anteriormente.

sanzu - ¿qué pasa, ran? sé que te gusto, pero tienes novio. déjame adivinar, ¿no te va bien en el sexo con él? porque por algo estás aquí.

ran - sexo es lo menos que me falta. - sonrió.

sanzu - ya lo creo, pero ¿qué tipo de sexo es el que buscas?

la sonrisa de ran se borró y se la traspasó a sanzu.

sanzu - oh, ran, ¿acaso ya te aburrió meterla?

la cara de ran se fue a rojo e incómodo de los brillantes ojos azules en él, corrió su cara.

sanzu - ah, ran, no seas tímido, estamos en confianza aquí, ¿no? si quieres, puedo cumplir con todo lo que deseas.

ran sintió que sus mejillas fueron tomadas para chocar sus labios con los del peli rosa, este estaba desesperado por ran, intentando unir sus lenguas para explorar la boca del uno y el otro. sanzu quiso separarse del beso, dejando sus labios unidos por un hilo de saliva.

sanzu - ran, te deseo. - susurró.

el peli lila cruzó sus piernas en sus caderas para abrazarlo por el cuello y volver a besarse. sus labios se turnaban para moverse y cambiar de posición, mientras que las manos de sanzu acariciaban la espalda del mayor. ran apretaba sus piernas, intentando rozar sus entre piernas. sanzu, al darse cuenta, dejó besos por su cuello y desabrochó de apoco la camisa de ran para descubrir su pecho. sanzu lamió sus labios y sonrió de lado a lado al ver unas decoraciones plateadas en los pezones de ran. este tapó su cara con una mano y el contrario la sacó de inmediato, era necesario que viera las expresiones que hacía cuando dirigió su lengua a sus botones jugando con su piercing en su sensible zona. ran comenzó a gemir, cuando los labios de sanzu se juntaron para succionar mientras que con su pulgar se turnaba para estimularlos. dejó marcas que probablemente su novio kakucho se daría cuenta, pero no le interesaba más que probar al haitani mayor.

sanzu bajó sus besos hasta debajo de su ombligo, para desabrochar su cinturón y no darle tiempo de reaccionar al bajar su pantalón dejándolo sólo con su camisa. el peli rosa pasó su dedo por el tatuaje del haitani observando cómo su piel se volvía de gallina y suspiraba ante su toque. este movió sus manos y acarició el pecho de sanzu para bajar hasta su pantalón e intentar desabrocharlo, pero estaba tan nervioso que sus manos temblaban y era torpe. sanzu tomó sus manos y lo ayudó para que bajara su ropa. luego, tomó una de estas para ponerla en su erección para que ran subiera y bajara su palma.

sanzu - vamos, sin vergüenza, ¿lo quieres dentro de ti?

ran besó su labio y asintió. sin avisar, sanzu metió dos dedos en su boca sacándole una arcada. cuando estaban lubricados los sacó y rozó su entrada con estos. ran apretó su brazo nervioso y gimió cuando los dígitos entraron en su interior.

sanzu - lo siento por la brusquedad, pero te he tenido tantas ganas que no me puedo aguantar.

ran continuó masturbando la erección de sanzu y asintió. sanzu movió sus dedos metiéndolos y sacándolos intentando expandir el interior del mayor. abrió sus dedos sacándole un gran gemido y repitió la acción un par de veces. ran tomó su erección y masturbó la del contrario al mismo tiempo mientras el peli rosa seguía jugando con su sensible interior y acercaba su boca a la suya para que no gimiera tan alto. sanzu notó el pene de ran palpitar por lo que sacó tanto su mano como la de ran de sus trabajos y se acomodó en su entrada. hizo presión provocándolo. su glande no hacía más que tantear la fuerza con la que debería entrar, pero sabía que no haría mucho.

sanzu - ran, no podré controlarme.

claro que no, podía sentir lo mojado, apretado y caliente que se encontraba en su interior, sabía que si lo prueba no tendría dominio de sí mismo.

ran - hazlo. como sea quiero sentirte en mí.

sanzu sólo esperaba la confirmación de ran y de una estocada entró en él. el segundo sintió sus ojos aguados del dolor, pero sonrió de por fin haber cumplido su mayor fantasía. sinceramente no podía hacer más que gemir ante las estocadas de sanzu, quien se encontraba en una faceta que jamás hubiera pensado de él. sanzu acostó a ran en su escritorio y las piernas de este se apretaron más en su cadera para juntar sus cuerpos. el peli rosa tomó su cintura de manera en que penetrara con más estabilidad. era impresionante escuchar a ran gemir, su voz hacía que fuera algo dulce, pero no por eso menos necesitado. el haitani se agarró del borde del escritorio para sostenerse de los movimientos y agarrar con fuerza algo que lo ayudara a aguantar la manera en que sanzu tocaba sus puntos dulces. mordió su labio y dejó caer de sus ojos todas las lágrimas que no podían dejar de salir, porque la manera en que el menor expandía sus paredes era sin duda exquisita. y no tan sólo para él, sino que sanzu estaba drogado ante el modo en que ran se moldeaba apretando justo como a él le gusta.

y no podía desaprovecharlo, besó su cuello y lamió sus sensibles pezones saboreando el metal de su piercing. ran se afirmó de su espalda rasguñando de los espasmos que tenía ante la estimulación. sanzu masturbó su erección sintiendo las paredes de ran palpitar. quería sobre estimularlo y succionó sus pezones entre que sus estocadas fueron directo a su punto p. ran entre cerró sus ojos y soltó su orgasmo manchando su abdomen. sus piernas temblaron tal como su interior haciendo que a los segundos sanzu tuviera su clímax adentro suyo.

salió inmediatamente de él. ran se sentó para tomar su cuello y besarlo.

sanzu - termina con él y ven conmigo.

comenzó a besar su cuello y acarició su tatuaje.

ran - ¿estás loco? él sabe que quería tener sexo contigo y me dio permiso de hacerlo. - rió - que te hayas enamorado de mi es otra cosa.

ran buscó su ropa y comenzó a vestirse dejando a sanzu anonadado.

sanzu - o sea que...

ran - sí, sanzu. a mi me gusta kakucho y sólo queríamos experimentar cosas nuevas. gracias por ayudarnos, nos vemos mañana.

ran besó su mejilla y salió de su oficina. sanzu se sentó en su silla y miró su erección, moriría por un trío en este momento.

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- 𝙧𝙖𝙣𝙯𝙪 𝙙𝙚𝙘𝙚𝙢𝙗𝙚𝙧 ⊰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora