- 𝙧𝙖𝙣𝙯𝙪 𝙙𝙚𝙘𝙚𝙢𝙗𝙚𝙧 ⊰

seis de diciembre

girl! ran

las hermanas haitani era un nombre que salía de las bocas de muchas personas. de cierta manera, era un honor poder estar con ellas. ran haitani, a diferencia de su hermana rindou, tenía un carácter más... ran. sabía que cada vez que pasaba soltaba suspiros y que era imposible que alguien le dijera que no. sin embargo, al tener todo fácil le empezaba a aburrir, siempre buscaba una que otra diversión.

ran - ¡qué hijo de puta!

dijo entrando y cerrando con un portazo.

rindou - ¿te dejó plantada?

ran - ¡sí!

rindou - no quería decir te lo dije, pero te lo dije. - dijo sin despegar su mirada del teléfono - izana no es para nada cariñoso y no sirve para estar en ninguna relación. después de acostarse contigo era obvio que no se iban a juntar de nuevo.

ran - estuve esperando una puta hora. me confirmó y me dijo que sí, ¡y no apareció! me puse linda, me depilé hasta la concha y ni se dignó a decirme que no iba. tuve que soportar a un viejo asqueroso mirarme por toda esa puta hora. ¡argh!

ran tiró sus cosas al suelo y desenredó sus trenzas. luego se sentó al lado de su hermana y comió los snacks que tenía en la mesa.

rindou - yo te dije. - la miró - ya sabes cual es la solución: acuéstate con sus amigos.

ran - ¿con quién? ¿mochi?

rindou - tiene novia.

ran - ¿kakucho?

rindou - tiene pinta de gay.

ran - ¿shion?

rindou - perra, ubícate. el es mío.

ran - ¿shion? - repitió confundida - él es patético, ¿no te recuerdas la vez que comentaron que lo derribaron dos veces de un solo golpe en unas peleas? tienes que estar bromeando.

rindou - bueno al menos no me deja plantada y tiene el pene grande. creo que el único patético aquí es izana, y la tiene pequeña.

ran - no era pequeña, era promedio. - suspiró - tienes razón, me acostaré con alguien, ¿pero quién?

rindou - mucho o sanzu, elige.

ran - sanzu. - miró pensativa al techo - ¿crees que valga la pena?

rindou - pregúntale a koko, ella se acostó con él.

ran - koko y yo tenemos los mismos gustos, espero que no me defraude. ¡ya está! - se sentó derecha y sonrió - le pediré una cita. gracias, hermana, nunca me defraudas.

rindou - como sea. déjame tranquila.

a los días, ran pasaba por algunas tiendas para comprar ropa y escuchó un grito de una pelea. de un callejón salió corriendo una persona con golpes en su cara y su ropa desaliñada por los movimientos. pasó indiferente por el callejón y miró hacia este. por las casualidades de la vida, un grupo pequeño de la toman se encontraba ahí.

ran - ¡hola! - saludó.

shion - ¿qué tal?

ran - todo bien, ¿y ustedes?

mucho - ¿qué quieres?

ran - ¿huh? no puedo pasar a saludar a nadie, lo siento por tener modales.

mucho - una perra como tú no busca saludar, dime qué quieres o te sacaré a patadas.

shion - ¿qué pasa contigo, idiota? trátala con respeto.