The howl of a lone Wolf ©

Capitulo 8: La verdad

Llegamos a casa y Nina y yo seguimos caminando directo al bosque, mis amigos se mostraron un poco nerviosos de entrar pero al final lo hicieron y nos siguieron adentrándose también en el gran y frondoso bosque de Forks.

-¿Han visto Crepúsculo? –pregunte curioso-.

-Por supuesto, la mejor película de todas –dijo emocionada Tessa y Jessie la imito-.

-Si bueno –me gire-. Eso es casi falso

-¿De qué hablas?

No dije nada y comencé a sacarme la ropa, primero mi chaqueta y luego el polo que traía debajo de esta, mis zapatos y calcetines quedando solo con mis desgastados jeans, me gire para alejarme un poco de ellos quienes me miraban confundidos.

-¿Tienes un tatuaje? –Pregunto Axel-.

Asentí con la cabeza y me gire nuevamente para verlos, Nina asintió con la cabeza y los hizo para atrás, entonces de un salto pude transformarme. Sentí el calor de la transformación, como corría la adrenalina por mis venas, al mirar el suelo note que en vez de mis pies se encontraban las grandes patas de un lobo negro.

-¡Oh mi dios santo! –chillo Andy asustado-.

-Tranquilícense –les dijo Nina-. Sigue siendo Jack, y no les hará daño

-Pero esto es... -Tessa no pudo seguir hablando-.

-Yo también puedo hacer lo mismo, pero me convierto en un lobo más pequeño –explico-. Jack proviene de una familia, es decir, una manada muy poderosa, pero se han separado ya

-Aun no lo puedo creer, ¡Tengo amigos que se convierten en lobos!

-Técnicamente somos lobos que nos convertimos en humanos –hable, pues mientras ellos miraban a Nina yo había vuelto a mi forma humana-.

-¿Tengo permiso a desmayarme? –pregunto Jessie nerviosa-.

Nina rodo los ojos y asintió con la cabeza entonces Jessie cayo profundamente dormida en los brazos de Axel, yo me reí entre dientes mientras me vestía de nuevo.

-Los Moon también lo son

-¿Qué? –Dijo Andy mientras volvíamos a casa-.

-Los Moon también son hombres lobo –explique-.

-Y Matthew es... -me miro nervioso-.

-Sí, tu querido novio también es un lobo –dije serio-.

***

Mamá llego a casa justo antes de que sean las seis de la tarde, y se sorprendió al ver a mis amigos hablando y tratando de despertar a Jessie.

-¿Qué le paso? –Pregunto dejando su chaqueta en el perchero-.

-Ya lo saben

-¿Ya saben qué? –me miro confundida-.

-Que somos lobos –dije un tanto nervioso por su reacción-.

Ella miro a un lado y luego al techo suspirando, después volvió a verme a mí.

-De acuerdo –dijo caminando hacia la cocina, la seguí-.

-¿De acuerdo? ¿No dirás nada más? –le pregunte confuso-.

-¿Para qué? Si de ni una manera u otra me harás caso

-Mamá –dije serio-. Yo...

-Tu padre viene a verte –soltó de la nada-.

-¿Qué?¿Cuando?¿Porque?

-Cálmate –me miro y luego suspiro-. Viene mañana por la noche, unos lobos de alguna manada nueva han estado persiguiéndole, viene a esconderse por unos meses aquí

-¿Aquí en Forks? O en...

-Aquí en casa, así que espero te comportes con el –me miro amenazante y yo asentí-.

Luego de eso mamá hizo la cena y tras comer mis amigos fueron a sus casas, después de despedirme de mi madre subí las escaleras directo a mi habitación. Camine directo al balcón y abrí las puertas de este para luego poder sentarme en la baranda que se ubicaba allí y mirar hacia la luna, unos días más y la luna cambiaria.

-Hola

Casi caigo de la baranda de no haber sido porque me tenía muy bien sostenido, mire hacia abajo y pude ver a Nina sonreírme divertida.

-¿Qué haces aquí? –le pregunte-.

-Mamá me mando a darte esto –trepo hábilmente hasta llegar a mi lado y entregarme un frasco con un extraño polvo-. Es para proteger la casa de lobos intrusos

Iba a decirle que no lo necesitábamos pero luego recordé el día cuando Travis entro a casa, entonces le agradecí mientras tomaba el frasco entre mis manos y lo miraba detalladamente. Nina bajo del balcón de un salto y despidiéndose de mí se sumergió al profundo bosque oscuro, suspire y entre a mi habitación girando por última vez para ver la luna antes de cerrar las puertas del balcón y con un bostezo irme a dormir.