The howl of a lone Wolf ©

Capitulo 32: Aceptación

Me levanté algo tarde al siguiente día, me removí entre las sabanas y resoplé mirando el techo, mamá me había traído el desayuno ya que lo vi en la mesa, recosté mi espalda en el respaldar de mi cómoda cama y tome la bandeja comenzando a comer.

Después de llorar un largo rato la noche anterior me dormí soñando en Jack, él bebe, en nosotros. Fruncí el ceño cuando vi una nota entre los emparedados.

"Ese bebe es especial, no lo hieras diciéndole que no lo quieres contigo.

Te ama, mamá."

Mi mano se dirigió hacia mi vientre e inconscientemente sonreí, el desayuno lo acabe tan pronto como pude y luego baje la bandeja, mis hermanos no estaban ya que hoy había clases y quise ausentarme, el único que estaba era papá revisando algunas cosas en su computador.

-Bueno días –salude-.

-Hola –me sonrió-. ¿Quieres hablar sobre lo de ayer?

-No –susurre-. ¿Qué haces?

Giro la pantalla del monitor y note que se encontraba en una página de compras online viendo cunas para bebés, rodé los ojos y camine hasta el salón escuchando sus risas.

El timbre sonó y abrí la puerta para notar las sonrisas alegres de Valerie y Elizabeth, me hice a un lado y las deje pasar.

-Mamá salió de compras pero regresa en unos minutos –les avise-.

-Nosotros queríamos hablar contigo –Valerie me miro-.

-Ah sí, claro –me senté en frente de ellas-.

-Es sobre el bebé que esperas –suspire-. Es algo grandioso Travis, no debes de sentirte anormal

-Es algo grandioso para una mujer, no para un chico de diecisiete años –revolví mi cabello-.

-Pero lo tendrás –me miro Elizabeth-. ¿Verdad?

-Lo he estado pensando –mire mis manos-. ¿Cómo esta Jack?

Ambas se miraron y suspiraron al mismo tiempo, eran exactamente idénticas a excepción del color de sus cabellos, Valerie se sentó a mi lado y me tomo de las manos.

-Jack es tu mate, por lo cual su lobo está unido a ti amándote

-No puede alejarse de ti aunque así lo quisiera –hablo seriamente la pelinegra-.

-Pero eso sería como obligarlo a estar con nosotros –acaricie mi vientre-.

-Owww dijiste nosotros –sonrió tiernamente Elizabeth-.

La puerta se abrió y mi madre entro con varias bolsas de compras corrí hacia ella para ayudarla pero papá fue más rápido y las cargo todas guiñándome un ojo.

-No puedes cargar peso –canturreo divertido-.

-Parece que lo haces aposta –fruncí el ceño-.

-¿Y qué creías? –Se fue riendo hacia la cocina-.

Mamá negó la cabeza mientras sonreía y se acercó a hablar con nuestras invitadas, el tiempo pareció irse volando y mis hermanos llegaron haciendo su típica bulla.

-Hola Timothy –hablo Emily hacia mi estómago-.

Con mi mano la aleje de mí y ella se fue riendo, ¿Quién cojones era Timothy?, Jule me sonreía desde una esquina y en serio eso me asustaba, ¿Desde cuándo ella sonríe?, Matthew se me pego como solapa y Kira hablaba de que deberíamos de ir a comprar cosas para el bebé.

-A ver engendros –trate de separarme-. Yo soy el mayor aquí

-Por dos meses –me interrumpió Matthew-.

-Como sea –trate de alejarlo-. Por lo cual ustedes no están en el derecho de decidir por mí

-¿Decidir qué? –Pregunto Emily comiendo una barra de cereal-.

-Si es que me quedo con el bebé o no

Un gruñido se escuchó tras nosotros y me gire algo nervioso al sentir aquel delicioso y característico olor de mi mate.

-¿Qué dijiste? –pregunto serio-.

-Que aún estoy pensando si el bebé vivirá o no –entrecerré los ojos-.

Él se acercó a grandes zancadas hacia mí, cuando me tuvo en frente tomo mi cara entre ambas manos y junto nuestras frentes.

-Si el bebé muere una parte de mí también lo hará -susurró sobre mis labios-.

-Claro, pero es no te importo ayer –fruncí el ceño-. ¿No?

-Estaba confundido, aturdido, tenía miedo –beso mi nariz-. Somos muy jóvenes pero sé que podremos con ello

Ladee mi cabeza y con mi mano lo atraje hasta estampar sus labios sobre los míos, entre el beso sentí su mano acariciando mi vientre y sonreí. Supongo que ya habíamos entrado a la etapa de aceptación. 

Tal vez tener un bebé no fuese tan malo.