La última caja estaba sobre el camión de mudanzas y yo ya había terminado de alistar mi maleta, el viaje seria largo pues nos mudaríamos de un continente a otro. Me gire pasándome una mano por el cabello para arreglarlo y bufe cuando un mechón rebelde me volvió a tapar la vista, ya luego vería que hacer con él. Levante la vista y a cortos pasos llegue hasta los brazos de mi hermana mayor quien me apretó contra su delgado cuerpo.
-Te voy a extrañar mucho pequeño -me revolvió el cabello-. pero tengo ya una familia y debo quedarme con ella
-Lo sé -la volví a abrazar-. yo también te extrañare
Ambos nos separamos y Elizabeth se hizo a un lado para que pudiera despedirme de mi padre, el me miro a los ojos y yo solo mire al suelo, mi padre y yo no habíamos tenido la mejor relación padre-hijo que todos creían pero aun asi yo lo quería y sabia que el también me quería a mí.
-Supongo que adiós -murmure por lo bajo-.
Papá estiro los brazos y me apretujo entre estos besando mi cabeza con una delicadeza que hace tiempo no notaba en el, luego me soltó de golpe y con un asentimiento de cabeza hacia mi madre, su ex mujer, se alejo hasta ocultarse en las profundidades del bosque ahora su fiel compañero para un nuevo lobo solitario.
Mi madre poso su delgada y fina mano en mi hombro para hacerme saber que ya era hora de marcharnos, suspirando y mirando por última vez a mi hermana y su familia me aleje para subir al coche, luego de eso lo único que veía era el profundo bosque hasta llegar al aeropuerto.
***
Forks, además de ser una ciudad situada en el estado de Washington, Estados Unidos, sería el nuevo lugar donde viviría. Mamá lo había elegido por sus amplios y casi interminables bosques, lo que me parecía irónico era que me había traído al mismo lugar donde se basaron aquellas películas de estúpidos vampiros y denigrando nuestra identidad como lobos, si no saben de que hablo se los dejare más claro, "Crepúsculo y el resto de su maldita saga".
-¿Te gusta la vista? -Me pregunto aun con la vista en el camino-. Todo es bosque y naturaleza, además de que puedes conver... -la interrumpí-.
-Pero no es Inglaterra -deje de mirar la ventana para enfocar la vista en mi delgada madre-. No es lo mismo
-Hijo, lo que estoy haciendo es lo mejor para ambos -hablo con su mirada seria y sus labios colocados de un modo que parecían una fina línea-. Ahora prepárate porque estamos a punto de llegar
Dicho esto volví mi vista hacia la ventana y note que había comenzado a llover, el frio no era nuestro problema pues la temperatura corporal de nuestro cuerpo era mas cálida que la de los humanos.
Mamá me aviso que habíamos llegado así que baje para ayudar con las maletas y ya sea de paso mirar un poco donde viviría por el resto de mi vida. La casa era pequeña pero hermosa, quedaba al final de una larga hilera de casas del mismo tamaño que la mía, y como esta era la ultima su parte trasera daba al frondoso bosque que llamaba demasiado mi atención.
-Ven hijo, te mostrare tu habitación, se que la amaras -me dijo cargando una maleta y entrando a nuestro nuevo hogar-.
La casa por dentro se veía más amplia y se sentía cálida y hogareña, eso estaba bien para mi, mi madre me guio hacia lo que decía ella sería mi nuevo lugar de privacidad, es decir, mi habitación, la cual era impresionantemente grande y las paredes eran de madera al igual que el piso y junto al lado de mi cama había un gran ventanal con un balcón que al salir daba de lleno contra la naturaleza del frio bosque.
Después de desempacar mis maletas y arreglarlas en el gran armario y también luego de tomar la cena con mi madre fui a darme una ducha para después sentarme en el borde de mi cama y así quedarme horas viendo la hermosa luna llena, y así poco a poco comencé a cerrar los ojos y quedarme profundamente dormido.
***
Valerie, mi madre, parecía verse empeñada en aporrear mi puerta con nada de delicadeza puesto que a pesar de decirle que me había levantado ella lo seguia haciendo, gruñí por lo bajo y rodando los ojos abrí la puerta de golpe ganándome un buen tortazo en la cara.
-¡Oh! Lo siento hijo -rió levemente-. Solo quería despertarte, hoy es tu primer día de clases y... -la interrumpí al escuchar aquello-.
-¿Qué?¿Clases? ¿De qué demonios hablas? No pretendo ir a un instituto ni ser un adolescente normal ¿Entiendes?
***
Y ahí estaba yo, parado frente al gran instituto que se alzaba sobre mí, me gire para gritarle algunas cosas a mi madre pero ella ya había huido como una cobarde, fruncí el ceño y camine hacia la entrada ganándome algunas miradas de alumnos que se sorprendían de ver a algún nuevo alumno recién ingresado a mitad de año.
Camine hacia lo que parecía ser la dirección para poder ponerme al día en esto de las estúpidas clases, arregle mi camisa manga larga roja a cuadros negros (la típica de un leñador) y sacudí mis botas militares negras quitándole tierra alguna antes de entrar.
-Buenos días -dije serio levantando un poco la voz para que me prestaran atención-.
La joven rubia que parecía ser la secretaria me miro y rápidamente se sonrojo, rodé los ojos internamente, se acerco apresurada y dejando a sus chismosas amigas llego a su respectivo asiento para atenderme.
-Buenos días -me sonrió coqueta-. ¿En qué puedo ayudarle?
"En dejar de ser tan puta".
-Soy nuevo y quisiera... -me interrumpió abruptamente-.
-¡Oh! Usted es el joven que viene de Inglaterra, claro -miro la pantalla de su computador- Jackson Wood, ¿verdad?
-Aja -mire a otro lado-.
La rubia me entrego unos libros junto a un mapa del instituto y mi horario y luego de decirme que era lindo me dejo largarme, llegue a mi casillero y guarde todos los libros que no necesitaría durante el día.
El timbre toco a tiempo y yo camine directo hacia el salón de ciencias mientras apretaba entre mis dedos el collar que colgaba de mi cuello, su dije era pequeño y tenía una forma circular donde dentro de esta se mostraba la imagen de un lobo aullándole a la luna, pero eso no solo era lo importante si no que este dije estaba bañado en algunas hierbas antiguas y no sé qué mierda mas, el punto es que este collar evitaba que los demás lobos pudieran detectarme con su desarrollado olfato y sacar a cuenta nueva que yo también era uno de ellos.
Suspire y entre al aula que aun no estaba llena pero los pocos estudiantes que habían en ella me miraron extrañamente.
-Buenos días -dijo entrando al salón un señor de avanzada edad y poco cabello-.
Alzo la mirada y noto mi presencia, sonrió y el resto de alumnos que faltaba entraron rápidamente y se ubicaron en diferentes zonas del amplia aula.
-Así que usted es el alumno nuevo ¿Podría decirnos cuál es su nombre y de donde viene?
Asentí lentamente con la cabeza y me levante del asiento para hacer notar mi notable altura, no es que fuera un gigante, pero mi altura siempre destacaba además de mi musculatura la cual no era demasiada pero si lo suficiente para llamar la atención de algunas chicas que suspiraron en el salón al verme.
-Soy Jack Wood y vengo de Inglaterra...
Entonces antes de continuar la puerta se abrió y todos se giraron para ver quién era el que entraba, era un chico, mucho más bajo que yo pero con un cuerpo más fuerte y musculoso que el mio, de cabello castaño, piel bronceada, labios finos y unos impresionantes ojos verdes. Pero eso no fue lo que me llamo la atención, lo que sí lo hizo fue su olor...el también era un lobo.
Maldita mierda donde mi madre nos había metido.
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The howl of a lone Wolf ©
Hombres Lobo"La fría brisa golpeaba contra su pálido rostro removiendo sus cabellos oscuros y haciendo que sintiese frío por primera vez, él ya no estaba a su lado, el calor de su cuerpo se habría alejado, sería un lobo solitario otra vez" ... Si eres una p...