Capitulo 22: Kiss

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Alcé la cabeza mirando hacia el cielo el cual comenzaba a oscurecerse, intente morder mis uñas nuevamente pero estas parecían haber desaparecido por completo dejando a carne viva mis dedos. Gruñí por lo bajo y resople recostándome en el capo de la vieja camioneta de mi madre, estaba pensando en comprarme un auto nuevo, que no fuese tan costoso obviamente.

¿Por qué demonios pensaba en autos en un momento así? Donde debería de estar analizando la maldita situación incómoda en la que me encontraba. Pero esperen, ¿Quién sería el pasivo de la relación? ¡Maldición!

Azote mi mano contra el auto logrando hacerle una pequeña abolladura la cual si mi madre encontrase me mataría. Estaba comenzando a volverme loco de solo pensar en cómo salía del lio en que me acababa de meter, ósea para empezar mi compañero de vida no puede ser un hombre, y mucho menos Travis Moon.

Cuando iba a volver dentro de mi camioneta note como ya había anochecido y los típicos sonidos aterradores del bosque comenzaron a sonar, entre ellos los pasos firmes de un lobo, o eso es lo que mi desarrollado olfato me alerto.

Me gire y note como un lobo de un característico color pardo e intimidantes ojos verdes se acercaba a paso lento hacia mí, como si temiera que le hiciera daño. Ese olor lo conocía perfectamente, bufe fastidiado y trate de alejarme pero eso parecía alentar al lobo porque se acercaba cada vez más a mí. Así estuvimos por unos segundos hasta que mis pies sintieron el borde del acantilado, jadee sorprendido y trate de tomar equilibrio más parecía que el viento se había puesto en mi contra y azotaba hacia mi cuerpo con fuerza, y cuando creí que estaría a punto de caer sentí unos fuertes brazos rodearme la cintura y jalarme hacia mi seguridad.

-Mierda –suspire con el corazón acelerado-.

-Te tengo –murmuro Travis con lentitud-.

Sentí su cálido aliento contra mi rostro y por alguna razón mordí mi labio inferior subiendo mi mirada de sus labios rosas hacia sus hermosos ojos verdes, en ellos parecía ver el alma de Travis Moon y cuando lo sentí acercar su rostro hacia el mío, lo empuje lejos de mí.

-¿Qué carajos te pasa? ¡Casi muero por tu puta culpa! –Grite con furia-. ¿Y todavía te atreves a intentar besarme?

-Yo no intente nada –soltó algo nervioso y comenzó a ponerse rojo-.

-Claro que no intentaste nada, pervertido –rugí y pase por su lado-.

Intento tomarme del brazo pero mi pie fue más hábil y acabo en su entrepierna haciendo que el castaño cayera al suelo gimiendo de dolor. Camine con rapidez hacia mi camioneta y me trepe en ella pero como tonto deje caer las llaves debajo del asiento y tuve que agacharme a buscarlas, cuando las encontré Travis ya había subido como copiloto al auto.

-Sal de aquí –le mire con asco-.

-No lo hare, escucha ambos estamos muy confundidos –me miro seriamente-. Necesitamos hablar de lo que paso

-No pasó nada, ahora sal de aquí

-Jack, eres mi compañero de vida y yo soy el tuyo. Claro que debemos hablar

Golpee el volante con fuerza y después apoye mi cabeza en el cómo rindiéndome a la situación en la cual me encontraba.

-Hablemos

-Bien –suspiro Travis-. Debemos aparearnos

-¡Lárgate de aquí maldito pervertido! –chille asustado-.

Coloque mis manos en el pecho de Travis y lo empuje con fuerza hacia la puerta pero él ponía fuerza en contra para que no pudiese echarlo de la camioneta. Ambos éramos fuertes y parecía que esa pelea nunca iba a terminar, hasta que sucedió.

Mis manos se resbalaron y la gravedad me "ayudo" a caer sobre el pecho del castaño quien coloco sus manos en mi espalda baja, levante mi cabeza al mismo tiempo que el bajaba la suya y antes de que pudiera soltarle una grosería Travis coloco sus labios sobre los míos.

Jadee levemente e intente separarme pero mi cuerpo no cedía a mis peticiones, parecía hacer todo lo contrario a lo que realmente quería. Pase mis manos por el pecho de Travis y comencé a profundizar el beso, el castaño metió sus manos bajo mi camiseta y recorrió con su fría piel mi cálida espalda.

-Travis –solté en un jadeo cuando nos separamos-. Yo...

-Shh –susurro sobre mis labios-. Solo disfruta

Eso pareció incentivar a mi cuerpo que comenzaba a volverse caliente y mi entrepierna comenzaba a fastidiarse por encontrarse allí abajo tan apretada, esto sí que es incómodo. Mis manos jalaron la playera de Travis lejos de nosotros y comenzaron a recorrer su bronceada piel con lentitud parando en sus rosados pezones y jugando con ellos. Sentí como los colmillos de Travis se calvaban en la piel débil de mi cuello, gemí placenteramente y lleve mis labios hasta la boca del castaño, el interior de la camioneta parecía estar a una alta temperatura y mi cuerpo de igual forma estaba caliente.

Entonces salí de mi ensoñación cuando alguien azoto mi ventana con fuerza, giré mi cabeza y vi los amarillos ojos de Matthew, estaba serio y movía la boca diciendo algo que no entendí hasta que abrí la puerta de la camioneta.

-A llegado una nueva manada –nos miró serio-. Y no creo que vengan con buenas intenciones.

Mierda, parecía que los problemas no podían dejar de llegar.

The howl of a lone Wolf ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora