Capitulo 27: Siempre a mi lado

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La mano fuerte de mi padre me sacudió logrando que me despertara, fruncí el ceño cuando la luz del sol me golpeo el rostro y me queje levemente, cuando logre acostumbrarme a la luz note como Travis dormía a mi lado. Mis padres me veían algo curiosos.

-Ahm yo... -suspire-. Puedo explicarlo

-Mis ojos cambiaron –hablo mi padre-. Ahora son azules –sonrió-. Bienvenido, alfa

Mamá se acercó a abrazarme con fuerza y por alguna razón comenzó a llorar, acaricie su cabello y les dije que nos esperaran abajo puesto que tenía que despertar a mi mate, ellos asintieron y salieron de la habitación.

Travis parecía un niño mientras dormía, recordando todas las escenas de la noche anterior comencé a despertarlo con algunos besos en su espalda, cuando mis labios llegaron a "la zona prohibida" un gemido se escapó de sus labios y supe que ya había despertado.

-Buenos días –sonreí-.

-Hola –abrió sus ojos-. ¿Qué hora es?

-Uhm –mire el reloj-. Las nueve de la mañana

Travis dio un salto y se levantó de la cama comenzando a vestirse con rapidez y murmurando que sus padres iban a matarlo, cuando ambos estuvimos listos bajamos las escaleras de la mano.

-Wow –soltó mi padre arrugando la nariz-. El olor es muy fuerte –miro a mi mate-. ¿En serio quieres irte?

-Si –asintió-. Mis padres me mataran si no me ven de una vez

Se acercó a despedirse de mis padres y luego me beso lentamente, grito una despedida y se alejó de casa, suspire y me apoye en el marco de la puerta viendo cómo se convertía en lobo y atravesaba corriendo el bosque.

-Nunca creí –hablo mi padre-. Que tu mate fuera un hombre

-Pero está bien –siguió mi madre-. El mate es lo más importante en la vida de un lobo y más de un alfa

Asentí con la cabeza mientras los escuchaba hablar, el desayuno fue rápido y mi papá me llevo hacia el bosque puesto que quería enseñarme algunas cosas sobre alfas, cuando note habíamos llegado al campamento de la nueva manada, todos reían y comían mientras hablaban entre ellos.

Me di cuenta que realmente aquella manada era definitivamente muy unida, y desee que la mía también fuese de esa manera. Sonreí y asentí mentalmente, mi manada seria de esa manera puesto que su nuevo alfa, era yo.

 Sonreí y asentí mentalmente, mi manada seria de esa manera puesto que su nuevo alfa, era yo

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Narra Travis:

Me pare frente a la puerta de mi casa, suspire y me mordí el labio mientras sacaba las llaves del bolsillo de mi pantalón pero la puerta se abrió sola y empecé a tener miedo.

-¿Hola? –Pregunte mirando la silenciosa casa-.

Entonces sentí que alguien me tomaba por la espalda y me tiraba al sillón de la sala, los ojos de Matthew me veían con diversión mientras se sentaba sobre mí.

-Apestas a Wood –soltó burlón-.

Rodé los ojos y lo empuje hasta que salió de encima mío, cuando me pare note que toda mi familia me miraba seria, comencé a ponerme nervioso.

-Hola –susurre-.

-¿Cuándo nos ibas a decir que Jack Wood era tu mate? –Pregunto mi padre-.

-Apenas fue hace un par de días que me entere –mencione revolviendo mi cabello-.

Mamá se acercó y con su fina mano retiro un poco mi camiseta dejando a la vista de todos, la notoria marca que Jack me había dejado.

-¿Cómo es que te ha marcado? –Pregunto mirándome a los ojos-. Los únicos que pueden marcar así a su mate son los...

-Jack es el nuevo alfa de los Raksha

Todos me miraron sorprendidos y comenzaron a lanzarme tantas preguntas que tuve que sentarme para poder contestar todas, cuando nos dimos cuenta era hora del almuerzo. El teléfono de mi padre sonó y cuando dejo de hablar por este nos miró con una gran sonrisa.

-La nueva manada nos ha invitado a una comida, vayan a alistarse

Cuando nos encontramos listos subimos a los autos y nos dirigimos hasta la zona más cerca a la manada, pronto nos unimos con ellos quienes rápidamente lograron congeniar con nosotros. A lo lejos vi como Jack entablaba una conversación con el otro alfa, su ceño fruncido y sus brazos cruzados sobre su pecho lo hacían lucir tan fuerte y poderoso.

-Hey –me empujo mi hermano-. Que ya te lo comes con la mirada

Rodé los ojos y mi hermano se convirtió en su lobo llamando la atención de todos, reí y también lo hice lanzándome sobre él, comenzamos una pelea amistosa y mamá pronto tuvo que separarnos como si fuéramos los mismos críos de diez años que peleaban por todo.

Jack me veía desde lejos con una sonrisa, baje mi cabeza y volví a mi cuerpo humano, no tenía ni la más mínima idea de cómo le contaría a mi mate la verdadera razón por la cual mis ojos seguían siendo verdes a la hora de mi transformación. 

Tenía miedo. 

No quiero que Jack Wood se aleje de mí.

No ahora cuando lo necesito más que nada en este mundo.


The howl of a lone Wolf ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora