Capitulo 30: Nunca te dejaré

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Habían pasado cuatro días cuando poco a poco la manada comenzó a llegar, todos agachaban su cabeza al verme y yo solo les sonreía, habían más niños de los que recuerdo haber dejado en Londres, cada pareja había logrado encontrar un hogar, todos que estuviesen cerca de mi casa.

-Peter –llame al hombre que veía a mi manada, nuestra manada-. ¿Qué esperas?

-¿Qué? –me miro-.

-Ve a saludar a tu familia

El sonrió y camino hasta ellos, todos lo recibieron entre abrazos y risas, los hijos de Peter se mantenían algo lejos mirando como su padre disfrutaba de la cercanía de su anterior manada.

-Alfa –me saludo una mujer de mi manada-. Es bueno verte de vuelta, Jack

Le sonreí y ella camino hasta saludar a mi madre, escuche un chillido y cuando me gire note a Elizabeth corriendo hacia mí, la alce y le di vueltas en el aire mientras besaba su mejilla ella acaricio mi cabello y me abrazo con fuerza. Sentí los celos de Travis y escuche como se acercaba a nosotros.

-Hey –saludo con el ceño fruncido-.

-Hola –le sonrió-. Tú debes de ser el mate de mi hermanito

-Ahm si –me miro y le guiñe un ojo-. Travis Moon, mucho gusto

-Moon –frunció la boca pensando-. ¿Acaso eres el hijo de Peter Moon?

Travis asintió y mi hermana olfateo el ambiente hasta que noto a Peter saludando a los demás, corrió y trepo a su espalda y el solo rió saludándola, un pequeño niño castaño se acercó a mí y me extendió sus brazos para que lo cargase.

-Hola pequeño –note el parecido a Elizabeth-. Así que tú eres mi pequeño sobrino

Mi mate nos miró con una sonrisa y le hablo al pequeño, estuvimos jugando un rato con el hasta que su madre lo llamo para darle de comer, Travis me miraba con una hermosa sonrisa en el rostro.

-¿Te gustaría tener hijos?

Su pregunta me tomo por sorpresa y lo mire confundido, el solo me miro curioso entonces abrí mi boca suspirando.

-No –el abrió sus ojos sorprendido-. Bueno si, pero ahora no es el momento –negué-. Aún tengo diecisiete y aunque pronto cumpla los dieciocho, tengo el cargo de alfa sobre los hombros

-Ah sí, claro –miro el piso-. Uhm te veo luego, adiós –beso mi mejilla y se alejó-.

...

Estaba sentado en un tronco mientras veía a mi manada socializar con la manada Akela y la manada de los Moon, Dylan perseguía a Aaron y el solo se hacia el difícil alejándose de él, Gael reía junto a Emilia mientras que Alexander y Emily se susurraban cosas al oído, mis padres reían con Elizabeth y los padres de Travis, todo estaba en paz y armonía.

-¡Tienes que decirle Travis!

Aquel grito hizo que todos dejáramos de hablar y giremos nuestros rostros hasta los hermanos Moon, Matthew tenía el ceño fruncido y Travis gruñía por lo bajo.

-¿Hijos? –Hablo Isabelle-.

-Madre –hablo Travis-. Sentimos interrumpir su plática, Matthew se volvió loco

-¿Yo? –lo miro-. El loco aquí eres tú que no quieres decirle a Jack que estas...

Un golpe en su mandíbula lo mando a callar, Matthew se sobo la zona herida sin poder creer que su hermano lo había lastimado, gruño tan fuerte y sus ojos cambiaron a amarillo, Travis saco sus garras y antes de que ambos desataran una pelea me puse en medio y rugí asustándoles.

-¿Qué demonios les sucede? –lo mire y ambos bajaron la cabeza-. Son hermanos y no pueden estar comportándose de esa manera salvaje

Matthew miro hacia el piso mientras que Travis se mordió el labio, lo tome de la muñeca y lo jale para que me acompañara hacia una parte más alejada.

-Ahora mismo me dirás aquello que Matthew te está obligando a rebelar

-Dije que no estaba listo

-Travis –suavice mi voz-. ¿Sucede algo malo?

-No es nada que te interese

-¡Claro que me interesa! -fruncí el ceño-. ¡Eres mi mate!

-¡Pues desearía no serlo!

Nuevamente aquel silencio, sentí como todos nos miraban y yo solo trataba de que aquellas palabras no me rompieran el corazón, mi lobo se sentía lastimado.

-Dime que no es cierto –lo tome de la cintura pero se alejó-.

-No quiero tener nada que ver contigo Jackson Wood –me miro a los ojos-.

Sabía que mentía, sus ojos me decían que no era cierto, volví a tomarlo de la cintura y comenzó a llorar, no quería que mi mate llorara, lo abrace con fuerza y el escondió su cabeza en mi pecho.

-Tengo miedo -me susurro-. 

-¿A qué? -le pregunte en un susurro-.

-A que me dejes solo cuando te enteres

-Eso nunca pasara -junte nuestras frentes-. Nunca te dejaré, ¿entiendes?

Mis labios buscaron los suyos con desesperación y el sonrió durante el beso. Travis Moon era mi mate y dijeran lo que dijeran, nada ni nadie cambiaría eso.

 Travis Moon era mi mate y dijeran lo que dijeran, nada ni nadie cambiaría eso

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The howl of a lone Wolf ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora