"La fría brisa golpeaba contra su pálido rostro removiendo sus cabellos oscuros y haciendo que sintiese frío por primera vez, él ya no estaba a su lado, el calor de su cuerpo se habría alejado, sería un lobo solitario otra vez"
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Si eres una p...
Cuando Gael lanzo aquella pelota a mi rostro fue una de las sensaciones más dolorosas que tuve en el día. El solo reía mostrando sus pequeños dientecitos de un niño de cinco años, detrás de él se encontraba Travis cargando a nuestra pequeña Riley de un año.
-Papá -llamo mi pequeño campeón-. No pierdas la atención -frunció el ceño-.
-Por supuesto que no -le dije sobando aun mi frente-. Bien, intenta otra vez
El timbre de casa sonó y mi mate camino hasta ella para poder abrirla, pasitos y chillidos de felicidad se oyeron a través de la casa hasta que mis sobrinos y sobrinas llegaron para distraer a Gael con sus juegos.
-Hola -salude a todos-.
Habíamos quedado en reunirnos aquí, Matthew estaba abrazando a Andrew mientras vigilaban a su pequeño Edward de cuatro años quien jugaba con los demás, Axel y Jessie esperaban a una niña que pronto nacería y Tessa se había ido de viaje a Francia, según ella allí hallaría al amor de su vida.
En el caso de los Moon Kira se había casado con un cazador amigo de Aaron y este último estaba feliz con Dylan y su pequeño Carl de tres años, Jule y Nina habían dejado atrás su estapa de chicas malas y ahora sonreían cada vez que veían a su pequeña Tara reír, Emily estaba junto a Alexander y Emilia en Canadá dedicándose a sus estudios.
Mis padres y los padres de Travis mas John disfrutaban de unas largas vacaciones en Hawái que todos habíamos costeado. Realmente mencionar a cada uno era muy difícil puesto que con los años habíamos aumentado, nuestra manada estaba conformada por tres alfas y realmente era la manada más grande de todas.
-¿En qué piensas? -Apoyo su cabeza en mi hombro-.
-En todo -sonreí cargando a mi hija-. ¿Podemos tener otro?
-Lárgate a la mierda -me susurro tan borde como siempre-.
-Shh, la niña escucha -reí al ver su expresión-. Te amo, lo sabes ¿No?
-Si -me sonrió-. Lo tengo más que claro -rió-. Yo también te amo
Sus labios se estamparon contra los míos y el beso lento comenzó a pasar a uno más pasional hasta que Riley empezó a reír, ambos la miramos y notamos que jugaba con una mariposa que se había posado en su vestido.
-Realmente es una belleza -admire a mi linda hija-.
-Obviamente -Travis rodó los ojos-. Salió a mí
Reí divertido y bese la frente de mi novio, la manada crecía, mi familia lo hacía, todos estábamos unidos y yo no podía dejar de ser feliz. Había dejado de ser un lobo solitario por fin y todo parecía ir bien.
¿Qué más podía pedir?
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Y aquí termina la historia chicos, en serio agradezco a todos y cada uno de ustedes que leyeron esta historia. Ustedes hicieron que esto sea posible y les agradezco por sus comentario y votos.
Estén atentos a próximas novelas que subiré pronto, ya saben que las que vendrán son de la misma temática homosexual, por que siento que me he obsesionado con ellos. Lamento si a muchos no les guste este tipo de historias, pero a mi me hacen sentir bien el escribirlas y seguiré haciéndolo.
