El chico de cabellos negros, no yo por supuesto, caminaba de un lado a otro aferrando a su pequeña y pálida mano su enorme y amenazador arco.
-Y, ¿Cuándo comenzaran las preguntas? –Miro entretenido a mis padres-.
-Sabemos perfectamente quienes son los cazadores Bauer, son los más peligrosos –gruño por lo bajo-.
-Uhm si, al igual que ustedes –nos señalo a papá, mamá y a mi-. Pero, como sea, mi amigo y yo no venimos a acabar con ustedes
-Entonces, ¿a qué vienen?-los mire despectivamente-.
-Nuestras familias esperan fervientemente que lleguemos a ser los mejores cazadores, al igual que ellos. Lo que no entienden es que solo, queremos ser adolescentes normales –comenzó a relatar el de ojos claros-.
-Cuando ambos cumplimos seis años –hablo por primera vez el pelirrojo-. Las cosas comenzaron a cambiar, nos ponían retos gigantes y nos atacaban si saber por que, hasta que cumplimos 14 años y nos dejaron elegir nuestras armas
-Actualmente tenemos 16 y 17 –señalo al de cabello rojo-. Y a la chica que vieron que asesine era nuestra líder, Winnie Bauer, mi hermana mayor. Si, si ya quiten esa cara de susto, todos somos adoptados y unidos a esa asquerosa secta anti-lobos.
Mire como Travis, quien estaba apoyado en una esquina de la casa, cruzo los brazos gruñéndoles a ambos chicos, quienes obviamente no se inmutaron.
-Como sea, ya que asesine a la líder, posiblemente vengan por nosotros, porque sabrán que queremos ser como ustedes –sonrió inocentemente-.
-¿Estas tratando de pedirnos indirectamente que los convirtamos? –Pregunto confuso Peter-.
-¡De ninguna manera! –Chillo exaltado mi padre-. Apenas son unos chiquillos de diecis... -fue brutalmente silenciado-.
Aaron, sin saber cómo, se había escabullido con rapidez entre todos nosotros y había llegado hasta mi padre, lo había estampado contra la pared y colocado una cuchilla en la garganta.
-¿Qué decías? –le miro con una leve sonrisa en los labios-. Sé que nos vemos débiles, pero no lo somos –rió-. Si quisiera ahora esta cuchilla estaría atravesada en tu garganta, pero no quiero
-Así que quieren ser lobos –afirme mirándolos-. Padre –mire esta vez al hombre que aun no salía de la sorpresa-. Ustedes, ¿pueden convertirlos?
-¡Estas demente! –Gruño desde su sitio Matthew-. ¡Nos mataran si lo son!
Mi padre y Peter caminaron hacia la cocina junto a mi madre y empezaron a hablar de algo que obviamente no pude escuchar pues tuve que correr a auxiliar a Matthew de poder ser asesinado por el pequeño de ojos celestes.
-Te dije que no soy pequeño –volvió a lanzarle una patada mientras Travis lo cargaba lejos de su hermano-. Vuelves a decir eso y te corto la...
-Bien –hablo Peter, saliendo de la cocina-. Hemos tomado una decisión –le hablo a los chicos-. No podremos transformarlos –ellos fruncieron el ceño-. Sería ir contra nuestras propias reglas y eso nos haría mal en un futuro
-Pero –agrego mi padre-. Podemos hacer que se vuelvan los chicos normales que desean ser, yendo al instituto, jugando, hablando, texteando y esas cosas
-Y todo con una sola condición –dijo nuevamente Peter-. Que sean los guardaespaldas de nuestros hijos
-¡¿Qué?! –un grito general se oyó por toda la sala-.
...
No sé como habíamos llegado a tal bajeza, ahora ambos cazadores, tras haber aceptado la condición, se quedarían a vivir con nosotros. El chico pelirrojo, Gael, con los Moon. Y para mi desgracia, el enano gruñón, Aaron, con nosotros. Iban a ser unas largas semanas de sufrimiento.
-Hey, levántate idiota –me empujo de la cama con un pie-. Tu madre dice que es hora de ir al instituto
-No quiero –gruñí, pero al segundo sentí una punta filosa golpear mi espalda-. Bien, bien, iré!
De camino a la escuela, me fije en Aaron, tenía la mirada directamente en ventana, suspirando de vez en cuando, sus ojos se notaban tristes y se aferraba a la mochila que llevaba entre sus manos.
Al llegar, ambos bajamos con rapidez tras estacionar mi camioneta en algún lugar seguro, el suspiro admirando el enorme lugar donde desde hoy estudiaría.
-Grande ¿eh? –le codee un poco-.
-No me toques –soltó brusco-. Ahora, ¿Dónde vamos?
-¡JACK, JACK! –chillaron desde lejos, anda más y nada menos que Tessa-.
La rubia llego y salto sobre mi apretándome con fuerza entre sus débiles brazos, luego giro su cabeza y noto la seria presencia de Aaron.
-Uhh, y este chico lindo? –se sonrojo levemente-.
-Tengo dieciséis, y soy gay –se apresuro a decir el chico-.
Tessa se congelo en su sitio y a mí no me quedo de otra que reírme de su expresión.
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The howl of a lone Wolf ©
Lobisomem"La fría brisa golpeaba contra su pálido rostro removiendo sus cabellos oscuros y haciendo que sintiese frío por primera vez, él ya no estaba a su lado, el calor de su cuerpo se habría alejado, sería un lobo solitario otra vez" ... Si eres una p...