Capitulo 35: Más cerca

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El resto de meses fue una constante búsqueda de nuevos integrantes para la manada y aliarnos con otras de diferentes países y continentes. Por el lado de Travis, él iba ya en su sexto mes y digamos que insoportable era la mejor palabra para describirlo.

-Quítate –me empujo-. Hace calor y lo único que logras es acalorarme

Ruedo los ojos y se alejó de él, su sonrisa de satisfacción es única que por un momento quiero tirármele encima y apretarlo contra mí, solo para molestarlo.

-¿Quieres algo? –le pregunte-.

-No –negó y acaricio su abultado vientre-. ¿Me veo muy gordo?

-Uhm ¿No? –Ladee la cabeza-.

-¿Por qué dudas? –Frunció el ceño-. Jackson

Rodé los ojos nuevamente, creo que es la novena vez en la mañana que lo hago, me levanto y dejo que Travis reniegue solo mientras bajo las escaleras de su casa sin camiseta, algo que no debí de hacer cuando noto que Kira, Jule, Emilia, Emily e Isabelle me ven desde el salón.

-Oh lo siento –me disculpe algo avergonzado-.

-No te preocupes –sonrió la mayor-. ¿Kira? –Olfateo en el aire-. ¿Te has excitado?

La chica se sonrojo y salió corriendo del salón, sus hermanas se rieron de ella y luego siguieron con el asunto de las compras del bebé, habían desocupado uno de los cuartos y comenzaban a acondicionarlo para que un bebé pudiese dormir en él.

Travis bajo las escaleras con algo de dificultad y las mujeres sonrieron corriendo hacia él, el trato de alejarse rápidamente pero su estado se lo imposibilitaba, camine hasta el estudio de Peter y toque la puerta para que el me dejase pasar.

-Hola Jack –me sonrió-. ¿Cómo estás?

-Bien –sonreí-. Huyendo de Travis

-Esta con un humor –rodo los ojos-. Que ni yo lo aguanto

-Si –deje de sonreír-. ¿Has hablado ya con la manada de Francia?

-Si –suspiro-. Se han negado, dicen que no es su pelea

-¿Sabes cuánto son? Digo, a los que nos enfrentamos

-Según John la manada creció hace un mes y medio, ahora son cuarenta, más los cazadores pues

-Muchas personas –me queje-. ¿Cuánto somos en total?

-Hasta ahora cuarenta y cuatro

-Súmale cuatro más –avise-. Nina y su familia se unen

-¿Le has comentado a tus amigos? –pregunto-. Tal vez ellos puedan...

-No –me negué-. No quiero meterlos en esto

-Está bien –suspiro-. Con respecto a Travis, aún le faltan tres meses más y no sé si dejarlo con nosotros sea bueno

-Tengo un contacto –hable-. Vive en Suecia, tal vez pueda cuidar de Travis mientras nosotros resolvemos estos asuntos

-Si, tal vez sea una buena idea

-¿Y te perderás el nacimiento de tu hijo? –pregunto una voz tras nosotros-.

-Hey amor no –me levante y camine hacia el-. No me lo perdería por nada del mundo

-Me mandaras a Suecia –gruño-. Como si fuera una maldita mercancía

-Es por tu bien y el del bebé –suspire-. Entiéndelo

-No pues mandarme –me miro a los ojos-.

-Soy el alfa

-Pero no mi alfa –miro a su padre-.

-Al ser tu mate tiene todo el derecho de decidir por tu bienestar –contesto el-.

-Soy un hombre lobo, por dios –nos miró-. Se defenderme

-En este estado no puedes convertirte –acaricie su vientre-. Iras a Suecia, quieras o no

El me miro serio pero luego asintió saliendo del estudio tuve que despedirme de Peter para seguirlo, cuando llegamos a su habitación lo vi lanzarse a su cama, me acosté a su lado y acaricie su rostro con delicadeza.

-Odio que seas el alfa –se mordió el labio-. Así yo podría haberte hecho el amor y en estos momentos no estaría tan gordo y podría convertirme

-No estas gordo –reí besando su frente-.

-Claro que si –el arrugo su nariz y ese gesto me encanto-. Pero bueno, las cosas pasan por algo

-Todo pasa por algo –bese sus labios lentamente-. Agradezco tanto haber venido a Forks

-Y yo agradezco tanto haberte conocido –su mano recorrió desde mi mejilla hasta mi cuello-.

Se acercó lentamente y ambos nos fundimos en un delicioso beso, comencé a alzar su camiseta y el jadeo cuando mis dedos tocaron su piel desnuda.


Se acercó lentamente y ambos nos fundimos en un delicioso beso, comencé a alzar su camiseta y el jadeo cuando mis dedos tocaron su piel desnuda

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The howl of a lone Wolf ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora