"La fría brisa golpeaba contra su pálido rostro removiendo sus cabellos oscuros y haciendo que sintiese frío por primera vez, él ya no estaba a su lado, el calor de su cuerpo se habría alejado, sería un lobo solitario otra vez"
...
Si eres una p...
Travis gemía mi nombre con fuerza mientras yo me encargaba de moverme dentro de él, no tenía muy claro qué demonios estaba haciendo, pero el cambio en mi cuerpo era considerable y nunca creí que Travis sería el que reciba.
Supongo que ser el alfa me daba alguna que otra ventaja.
-¡Jack! –Grito clavando sus garras en mis hombros-. Oh dios –jadeo-.
Sonreí de lado y comencé a moverme con mayor rapidez tratando de ingresar lo más profundo que podía en mi mate, el arqueo la espalda y se mordió el labio para no gritar mi nombre.
Sentía mis ojos arder, veía las cosas con mayor claridad, escuchaba a los venados correr a kilómetros de distancia, podía oler cada cosa estuviese o no cerca de mí, notaba como las pequeñas gotas de sudor caían por la frente de mi mate y como este abría su boca para suspirar de placer.
-Ma-Mas –pidió entre gemidos-.
Mis movimientos eran algo bruscos y torpes pero aun así parecían gustarle, sus jadeos inundaban mis oídos y sus garras rasgando mi piel me hacían sentir poderoso, sentí que las heridas en mi espalda comenzaban a sangrar, gotas rojas caían y manchaban la sábana pero eso no evito que mi cuerpo se moviera con más fuerza para darle placer al chico debajo de mí.
Realmente no sé cuánto tiempo estuvimos en tan placentero acto pero cuando sentí que ya era hora, ubique mi rostro entre su cuello y lo mordí, mis colmillos rasgaron su piel hundiéndose entre la carne marcando a Travis Moon como mío, solo mío. Su grito fue una mezcla de dolor y placer y sentí como llego al tan esperado orgasmo manchando nuestros vientres, se removió un tanto incómodo y aun agitado cuando sintió mi culminación en su interior.
Cuando intente salir de él algo me lo impidió, mire hacia abajo y fruncí el ceño confundido, sus manos acariciaron mi cabello y sus labios besaron mi frente, espere unos minutos más y cuando supe que el nudo de deshizo logre salir de él y tumbarme a su lado.
-Eso fue –soltó el aun agitado-. Excelente
-Ni siquiera somos novios –lo mire-. Y ya tuvimos sexo –me queje-. Soy tan malo con las relaciones
El rio y se removió tapándonos con las sabanas, mire la ventana y note que ya era de noche, tome el reloj de la mesa junto a mi cama y los números en rojo me avisaron que eran las nueve de la noche.
-¿Qué vamos a hacer? –le pregunte-.
-¿Cómo? –me miro-. ¿Hacer qué?
-Es decir, te he marcado –ladee mi cabeza-. Ahora todos sabrán que eres mío
-Vaya, soy novio de un alfa –me sonrió burlón-.
Mi mano se estampo contra su nuca pero él siguió riendo, examine su rostro notando cada detalle de este, sus pequeñas pecas, sus hermosos ojos, su nariz y sus labios llamativos.
-¿Qué? –me miro-. ¿Tengo algo?
-Uhm no –negué-. Solo que aún no me creo que hayas sido el de abajo
El frunció el ceño y me golpeo levemente en el pecho, sonreí de lado y pase mi brazo sobre su cadera desnuda sintiendo su cálida piel.
-Es porque eres el alfa –rodo los ojos-. Si yo lo fuese, la cosa sería muy diferente
-Si claro –entonces fruncí el ceño-. Cuando tu papá deje el cargo, ¿Quién...
-Matthew –sonrió-. Yo me negué a pesar de ser el hijo biológico, sé que mi hermano se muere por ser el alfa, además es más responsable
-Solo espero que no juegue con Andrew
-Si sobre eso –hizo una mueca-. Dudo que puedan estar juntos
-¿Qué? –Fruncí el ceño-.
-No podemos relacionarnos con humanos
-Pero Aaron es el mate de Dylan –se me escapo-.
-Espera ¿Qué? –Se levantó de la cama-.
-Yo... -cerré los ojos-. Travis siéntate
-¿Pero cómo ha podido? –gruño-. No podemos relacionarnos con humanos ellos son...
-¿Son qué? –lo mire serio-.
Sentí mis ojos cambiar de color y Travis trago saliva mientras agachaba su cabeza, solté un suspiro y jale a mi mate hasta que cayó sobre mi regazo, acaricie su espalda y el jadeo.
-Los mate son algo especial para nosotros, si Dylan y Matthew tienen mates humanos no tiene nada de malo –explique-.
-Lo siento –beso su cuello-. Por eso sé que sería un mal alfa
Reí por lo bajo y bese su rostro haciendo que el volviese a sonreír, por el resto de la noche seguimos hablando y compartiendo algunas caricias, sí que la vida había dado un gran giro. Espero que nada malo pase nunca.
En serio que lo esperaba.
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