capitulo dos

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Un día, después de un entrenamiento, Julian decidió invitar a Enzo a una salida que tenía con sus amigos, a lo cual, después de pensarlo por unos segundos, aceptó de forma alegre y quedaron para verse esa misma noche en la casa del mayor junto al resto de sus amigos.

Ya en la noche, después de que Enzo llegara y Julián lo presentará con una sonrisa a todos sus amigos empezaron a hablar entre todos, el menor pensaba que se podría llegar a sentir fuera de lugar ya que no conocía a casi nadie de los presentes pero se sorprendió al darse cuenta de que todos lo trataban como uno más del grupo y lo integraban.

Después de que pasará un tiempo hablando, mientras esperaban que se haga la hora para salir, decidieron jugar a algún juego para que se pase más rápido el tiempo.

No quisieron complicarse mucho así que eligieron el juego de la botella, pedido por uno de los amigos del dueño de la casa, algunos se negaron, diciendo que era algo infantil pero como la mayoría acepto, empezaron a jugar.

El primero en tirar fue el que propuso el juego, le toco con una de las chicas que, al parecer, no eran muy unidos así que fue un beso simple sin mucha emoción.

Después tiro una de las chicas, a la cual le tocó con una de sus amigas y ese sí duró más tiempo.

El tercero en tirar fue Julian, no estaba muy nervioso por quién le tocara ya que con todos los que estaban ahí sentía que tenía la suficiente confianza como para poder besarlos y que no sea algo incómodo, sin contar que ya lo había hecho antes con algunos de ellos.

Pero su seguridad no duro mucho cuando se dio cuenta de que le tocó con Enzo, no porqué le incomodara besar a su amigo si no porque ya no se sentía muy seguro con respecto a sus sentimientos por el otro chico y tenía miedo de que eso se note en el beso.

Pero tampoco se podía negar, era un juego y esas eran las reglas, además, no quería hacerle sentir algún tipo de rechazo al otro.

Así que luego de confirmar que el pelinegro no se negaba a lo que estaba por ocurrir, se acercó a él, agarrándolo de la nuca y atrayendolo más cerca, aún que eso fuera un poco complicado porque estaban sentados al lado, dejaron sus caras a apenas unos centímetros, mirándose a los ojos para asegurare, de nuevo, de que estaban bien y luego de una pequeña risa provocada por los nervios, juntaron sus labios en un pequeño beso.

Al principio ninguno se movió intentando acostumbrarse a la nueva sensación pero al pasar unos segundos, el menor decidió tomar la iniciativa empezando a mover sus labios, lo cual fue correspondido rápidamente y empezó un beso más intenso, pudieron escuchar un par de silbidos y gritos de fondo lo cual les recordó dónde estaban y la situación por lo que se separaron rápidamente, procesando todavía lo que pasó pero disimulando como si no hubiera sido nada.

El juego siguió con normalidad después de eso, ninguno de sus amigos parecía pensar en lo que acababa de ocurrir pero ninguno de los dos podía quitarselo de los pensamientos.

Ambos evitaban la mirada del otro pero como no querían que todo se volviera incómodo entre ellos, Julián se le quedó mirando por unos segundos al contrario y cuando esté le devolvió la mirada, le mostró una pequeña sonrisa acompañada con una risita tímida, la cual fue correspondida al instante dejándose notar un pequeño brillo en los ojos de ambos amigos.

El juego terminó cuando vieron que ya era hora de ir al boliche, todos agarraron sus cosas y salieron.

Una vez allá, el grupo se había separado, algunos se encontraron con otros amigos o se fueron en grupos más chicos a otros lugares. Enzo y Julián se quedaron juntos con otros amigos del último nombrado.

Primero fueron a buscar algo para tomar y de ahí, fueron a bailar todos juntos, ninguno sentía tensión ni incomodidad por el beso que habían compartido y ambos estaban agradecidos por eso. Y aún que no volvieron a tocar el tema en lo que quedaba de la noche, cada tanto se quedaban mirando más tiempo de lo normal o bailan más pegados de lo normal.

Antes de Perderte | Enzo x Julián  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora