Capitulo Diez

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Todo se sentía mal, incorrecto. Hacía tiempo que había tomado una decisión sobre su futuro pero todavía no había podido hablar sobre eso con su novio. Le daba miedo.

Ya hacía unos días que había firmado el contrato con el Manchester City y dentro de 48 horas debía tomar el avión que lo llevaría a Inglaterra.

Sabía que no podía atrasar más esa conversación y se sentía un cobarde por no haber tenido las agallas para hablarle antes.

...

Era de noche, le había dicho a Enzo que vaya a su casa porque le tenía que decir algo importante. No podía evitar más el asunto.

Al abrir la puerta y encontrarlo del otro lado, con esa sonrisa que sentía que lo encandilaba, sus hermosos ojos que brillaban cada vez que lo veía, su pelo suave que amaba acariciar las veces que dormian juntos, le dolió el corazón, no podía creer lo que estaba a punto de hacer.

Se sintió a si mismo acobardarse. Una parte de él le decía que mande todo a la mierda y pasen una tranquila noche acostados en su cama comiendo pizza y jugando con su hija.

Pero la vida no era tan sencilla como eso, así que una vez que esté entro y estaban los dos sentados en el sillón, como lo pidió el mayor, este mismo hablo.

-Yo... - Las palabras se quedaban atacadas en su garganta, no podía hacerlo.

-Está bien, mí amor, estás hablando conmigo, podes decirme cualquier cosa.

El menor llevo una de sus manos a su muslo, dejando un par de caricias ahí y un ligero apretón, estaba intentando darle fuerzas para que continuará hablando.

-Quiero que terminemos, Enzo.

La cara del menor paso de ser una que transmitía tranquilidad a estar llena de confusión y preocupación. Antes de que este pudiera responder, siguió hablando, si no se lo decía todo ahora no iba a poder hacerlo jamás.

-Quiero que te vayas de mí casa, olvides todo esto y no me busques más, nada de esto debería haber pasado.

-¿Te arrepentis de lo nuestro? - La voz del menor sonaba entrecortada, se estaba aguantando las ganas de llorar. Le dolía el saber que se había prometido así mismo nunca provocarle eso, tenía la sonrisa más linda que jamás había visto y era su culpa ya no persivir ningún rastro de ella en su rostro.

-Sí, me arrepiento, todo esto fue un error, no siento nada por vos, solo estaba confundido, así que por favor andate y no vuelvas a pensar en mí porque yo no voy a volver a pensar en vos.

Sentía las lágrimas querer brotar de sus ojos pero no las podía dejar salir, no si quería que el otro creyera todo lo que le estaba diciendo.

-Juli, no entiendo nada ¿Que pasó? Contame así lo podemos solucionar - Intento llevar una de sus manos a su mejilla, la cual aparto rápidamente de un manotazo, no quería que lo tocará, siempre había sido débil a su tacto, si lo tocaba empezaría a llorar y todo su papel se iría a la mierda.

-No hay nada de que hablar, lo nuestro se terminó, en realidad nunca debería haber existido, ¿No lo podes entender? Me da asco, Enzo, así que te estoy pidiendo que te vayas de mí casa ahora. - Había empezado a levantar la voz, que el otro se resistiera tanto lo ponía nervioso.

-Cuando te calmes hablamos, Julián, no podes terminar todo así como si nada.

El menor ya se hacía levantado del sillón y se dirigía hacía la puerta.

-¿Qué parte es la que no entendés? No te quiero volver a ver, no quiero que volvamos a hablar, no quiero saber nada más de vos, no me importas. No me busques. - Al decir lo último abrió la puerta y lo empujo hacia afuera.

Antes de Perderte | Enzo x Julián  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora