Ya había pasado un tiempo desde su último beso. Lograron pasar la fase de grupos y ya estaban en octavos.
Se notaba en el ambiente la emoción y el alivio que todos sentían. Ya no quedaban rastros de la tensión que había después del partido contra Arabia Saudita.
Estaban todos en la sala común del hotel, la mayoría estaba charlando mientras tomaban mates con masitas.
Julián estaba sentado en un sillón junto con Paulo y Paredes, se había vuelto más cercanos con el mayor desde lo ocurrido. Le fue de gran apoyo el que alguien supiera todo por lo que había pasado y no lo juzgue.
Llegó un punto de la conversación en el que se empezó a sentir un poco excluido.
Había notado desde ya unos días cierta tensión entre sus dos compañeros. No quería decir nada pero sospechaba que su amigo iba a la habitación del de ojos claros por las noches.
Cansado de sentirse ignorado, se levantó de su lugar, dispuesto a irse a otro lado.
"Si no lo hubiera arruinado en este momento podría estar con Enzo" fue un pensamiento fugaz que se le cruzó por la cabeza, decidió ignorarlo y borrarlo rápidamente, no le iba a hacer bien pensar en cosas como esas, aún que eso no evito el pequeño sentimiento de tristeza que se le instalo en el pecho.
Vio un pequeño grupo en el que estaban Molina, Tagliafico y Lisandro. Decidió acercarse a ellos, parecían no estar hablando de nada muy importante y le caían bien.
Lo que no contó es que, después de estar sentados con ellos por unos minutos, llegará Lautaro y se ubicará a su lado
Se sintió un poco tenso al principio pero al ver qué el otro actuaba con normalidad se obligó a si mismo a hacer lo mismo.
Lo que no se esperaba era que los otros tres los mandaran a ambos a llenar los dos termos que estaban tomando.
No tenía nada en contra del chico pero tener que convivir con el a solas mientras esperaban que se caliente el agua para el mate no era una situación en la que le gustaría estar.
Luego de refunfuñar por unos segundos, a ninguno le quedó más opción que levantarse y acatar las normas dadas.
Apenas se alejaron un poco de los chicos, el mayor empezó a hablar, algo por lo cual estuvo agradecido ya que así no iban a estar en un silencio incómodo todo el camino.
-¿Estabas bien el otro día? Te veías raro en el entrenamiento y me quise acercar a preguntarte pero cuando lo estuve a punto de hacer te fuiste.
Le pareció tierno la preocupación del otro y que después de tanto tiempo se acordará pero también le dio un tirón de culpa el que la razón por la que estuvo así fue porque lo encontró en una situación bastante comprometedora con su ex.
También sabía que no tenía sentido tratarlo mal al contrario o hacerle una escena por algo que el otro posiblemente ni siquiera estaba enterado así que intento mostrar su mejor cara y le contesto.
-Si, si, fue solo que me estuvo doliendo un poco el estómago esos días y no podía comer bien entonces no pude estar al cien en el entrenamiento.
Hizo una pausa y luego de unos segundos siguió.
-Pero ya estoy bien, me recupere y estoy listo para el partido contra Australia. - termino de hablar y le mostró una sonrisa.
-Me alegro que así sea, estoy seguro de que te vamos a necesitar.
El contrario también le sonrió y siguieron la charla hasta que ya tuvieron el agua lista.
Durante ese tiempo se dio cuenta de lo poco que había convivido con el otro y que le había llegado a agradar bastante. Eran parecidos en algunas cosas y completamente distintos en otras pero eso le gustaba.
Se sentía bien consigo mismo al saber que no había perdido la posibilidad de una buena amistad solo por su situación con Enzo.
Aún que, en realidad todo depende de cómo sea su relación con el morocho porque si estaban en algo serio dudaba que reaccionara muy bien si se enteraba de que se habían besado cuando ellos dos seguían juntos.
Decidió no pensar mucho en eso, en teoría no tenía razón para enterarse a menos de que el mediocampista se lo dijiera y dudaba de que eso fuera a suceder.
...
Ya había pasado el partido contra Australia del cual salieron victoriosos, eso significaba que ya estaban en cuartos de final.
Al día siguiente jugaban contra Países Bajos, estaban todos bastantes emocionados y con altas expectativas.
En este momento se encontraban entrenando, se podía sentir una buena vibra en el ambiente lo cual motivaba a todos en llevarse siempre al límite.
Todos menos a Enzo, hacía ya un tiempo que estaba actuando raro, desde antes del partido contra Australia.
Pero no tuvo tiempo de hablar con el, tampoco sabía si el quería eso así que aprovecho el que todos estaban tan motivados para hacer cualquier cosa como excusa para evitar esa charla.
Ahora estaban haciendo un ejercicio de pases, era de a dos y para su suerte (o no) le tocó con el morocho.
Al principio se sintió feliz ya que, como se nombró antes, hacía mucho que no interactuaban, pero al ver la cara seria del contrario se sentía un poco arrepentido. No parecía muy feliz de verlo.
Al principio todo iba bien, se tenían que ir pasando la pelota alrededor de la cancha hasta que alguno estuviera lo suficiente cerca del arco como para marcar un gol.
Ya llevaban tres goles cada uno, se iban turnando para hacerlo. Está vez le tocaba a Julián hacer el gol, pero antes de que pudiera hacerlo escucho como Paulo lo llamaba.
Este disculpó con Enzo, diciéndole que volvía en un segundo y fue a ver qué quería su amigo.
Estuvieron hablando unos minutos sobre unas cosas para el partido del día siguiente, hasta que el delantero se dio cuenta de que debía volver con el morocho.
Cuando lo hizo, este parecía tener ganas de asesinar a alguien, estaba enojado, se notaba a kilómetros de distancia.
Prefirió no decir nada en el momento y esperar a que terminaran con el ejercicio para poder hablar con él y comprobar que todo estuviera bien.
Se arrepintió a los pocos segundos.
Volvieron a empezar el ejercicio y cuando el menor le tuvo que pasar la pelota para que el castaño haga el gol, por error, quería creer, le tiró el balón un poco más arriba de lo debido logrando que pegara justo en su miembro, con una fuerza que ni siquiera él podía creer.
Al principio el menor no se movió pero cuando vio que el otro cayó de rodillas al piso mientras cerraba los ojos con fuerza y se agarraba donde le acababan de golpear, tuvo la consideración de acercarse y pedirle perdón.
Se había escuchado como una de las palabras más falsas que le dijeron en la vida.
Cuando el entrenador se dio cuenta del "incidente" se acercó a ellos retando al morocho diciéndole que debería tener más cuidado y al castaño que podía ir a descansar lo que quedaba del entrenamiento, total solo faltaban unos minutos para terminarlo.
No entendía el accionar del contrario, parecía enojado con el y no sabía porqué pero ahora ya hasta le daba miedo acercarse y preguntarle.
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Antes de Perderte | Enzo x Julián
FanfictionA medida que pasa el tiempo se van a dar cuenta que tener una relación siendo figuras públicas no es tan fácil como pensaban Historia inspirada en Antes de Perderte de Duki