Capítulo Cuatro

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A la mañana siguiente el primero en despertarse fue Julián y como había sucedido antes, se dio cuenta de que Enzo lo estaba abrazando pero está vez él también lo estaba haciendo, tenía sus brazos rodeando la cintura del menor y su cabeza apoyada en su pecho.

Está vez no intento quitarse, en cambio, se quedó en esa posición hasta que sintió al otro empezar a moverse, señal de que también se estaba despertando.

-Buenos días- digo el menor cuando termino de abrir los ojos y encontró al otro sobre su pecho mirando expectante.

Le devolvió el saludo con cierto nerviosismo, no sabía cómo habían quedado las cosas después de la noche anterior y no quería hacerse ilusiones de nada.

Ninguno de los dos dijo nada, el mayor estaba pensando que hacer para evitar que el ambiente se vuelva incómodo pero antes de poder decir cualquier cosa el otro se giro aún abrazándolo, dejándolo abajo suyo, con medio cuerpo encima de él y escondiendo la cara en su cuello, aspirando su olor.

-Tengo sueño- dijo todavía en esa posición.

El castaño se rió y con una mano le empezó a acariciar el pelo -Si recién te despertas- fue lo único que pudo decir.

El otro como respuesta solo soltó un quejido que hizo reír al más bajo.

Después de un rato de estar acostados, ambos se levantaron y fueron a desayunar. O lo intentaron porque ya era pasado el mediodia y lo único que había en la heladera era pizza fría que había sobrado de unos días atrás.

Después de eso el menor decidió que ya era momento de irse a su casa así que se despidieron y le volvió a agradecer por dejarlo quedarse ahí recordándole que en el próximo entrenamiento le iba devolver la plata que le prestó.

Después de eso las cosas siguieron normal entre ellos, no se volvieron a besar pero sentían que se habían vuelto mucho más cercanos, había más confianza y de cierto forma sentían un aire de complicidad cuando estaban juntos y eso les gustaba.

...

Enzo estaba nervioso. Estaban viajando con el equipo porque iban a jugar un partido oficial, su primer partido como titular.

Intento ocultar la ansiedad que sentía con sonrisas y bromas pero para Julián, que estaba sentado al lado suyo en el colectivo, fue obvio como se sentía en realidad y no le pido parece más tierno.

La mayoría del equipo estaba en sus cosas, todavía quedaba un tiempo hasta llegar al lugar pero igual se podía notar cierta emoción en el ambiente que estaba antes de cada partido.

Quería hablar con su amigo para ayudarlo a calmar sus nervios, sabía perfectamente como se sentía ya que él mismo lo había experimentado hace no mucho tiempo atrás.

Llevo una de sus manos al muslo del contrario, dejando un par de caricias ahí, logrando captar su atención.

-Vas a jugar tu primer partido como titular, es normal que estes nervioso ahora pero una vez que estés en la cancha, cuando toques la pelota por primera vez vas a ver qué todo se va a ir, toda la gente, las cámaras, las pantallas, nada de eso va a importar, va a ser como volver a jugar de chiquito con tus amigos. - Luego de una pequeña pausa, al ver qué el otro no contestaba siguió - No tenés de que preocuparte, estoy seguro de que lo vas a hacer bien. - Terminó su discurso con una leve sonrisa.

Enzo había entrado en una especie de trance, no sabía cuánto necesitaba esas palabras hasta que las escucho, ver a su amigo ahí, al lado suyo, sonriendole de esa forma y después de las palabras que le dijo, estaba seguro que de tenerlo a su lado era una bendición, un regalo que no estaba seguro de merecer.

A falta de palabras para poder responder lo único que logro hacer fue abrazarlo. Paso sus brazos sobre los hombros del contrario y escondiendo la cara en el cuello del contrario dejo salir un leve gracias. El olor del contrario también ayudaba a qué se sintiera más tranquilo.

Se quedaron en esa posición por un tiempo, hasta que sintieron como los demás se empezaban a preparar para bajarse y ellos tuvieron que hacer lo mismo.

...

Ya en el estadio no pudieron hablar mucho, entre el calentamiento y los entrevistadores. Así que lo único que pudieron hacer antes del partido fue un rápido abrazo en los vestidores y desearse suerte mutuamente.

Ya en la cancha con el partido comenzado, se dio cuenta de que lo dicho por su amigo era verdad, desde la primera vez que recibió un pase nada más importo, se concentró completamente en el juego ignorando todo lo demás.

Tanto así que ni siquiera se dio cuenta de cuando metió su primer gol.

En un momento le habían pasado la pelota y en el otro tenía a todo el mundo gritando y a sus compañeros corriendo hacia él emocionados.

El primero en llegar fue Julián, quien lo abrazo y lo alzó empezandolo a girar, aún que eso no duro mucho ya que el resto de sus compañeros llegaron y se les tiraron encima.

Cuando el equipo se separó, el castaño todavía seguía a su lado.

-Sabia que podías hacerlo- dijo acariciando su cabello con una de sus manos, para luego irse con el resto del equipo.

...

Una vez termino el partido, del cual salieron campeones, todos estaban celebrando.

Se les acercaron bastantes periodistas para hablar con la mayoría de los jugadores, muchos mostraban gran interés en Enzo, ya que fue su primer partido titular y logro meter un gol.

Uno lo logro parar y hacerle algunas preguntas, el chico sumándole el cansancio y algunos nervios que le daba la situación respondió todo como pudo, tartamudeando de vez en cuando. Hasta que se dio cuenta que atrás del periodistas estaba Julián haciendo...No sabe muy bien qué.

Tenía una de sus manos subiéndose los párpados mientras sacaba la lengua y en cierto momento hizo una especie de salto que no le salió muy bien, lo cual provocó que una gran carcajada saliera de los labios del morocho.

Cuando pudo parar de reir se disculpó con el periodista y se fue en la misma dirección que su amigo, cuando llego le pegó un suave golpe en la nuca y lo reto por hacerle distraerse, a lo cual solo recibió un brazo pagando por los hombros y ser acercado más al cuerpo del contrario.

Antes de Perderte | Enzo x Julián  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora