138- Sexo y no amor (2) -138

680 63 11
                                    

No se pudieron ver hasta la salida.

Al ir a años distintos, cruzarse es casi imposible.

Mauro es un año más chico y por lo tanto están en secciones un poco alejadas de la universidad.

Pero a la salida se pueden cruzar sin problema.

—Eu amigo, ¿Casita hoy?— Dijo Thomas. —Viste lo de siempre, morfamos, play, charlar…

—No puedo. Perdón.— Dijo Mauro bastante serio.

—¿Por? Hace un montón que no nos juntamos, ¿Qué te anda pasando?

—Nada amigo, algún día voy o venís a casa, pero dejame que tengo que encontrar a Tiago antes de que se vaya, perdón.

Mauro se alejó y estuvo en busca del morocho por minutos eternos, y se decidió a ir a la parada de colectivos.

Y ahí estaba.

—Ey, Tiaguito.

Este se dió vuelta y no sonrió.

—¿Todo bien? ¿Por qué te fuiste así mi vida? ¿Te enojaste?— Dijo el pelirrojo acercándose bastante.

—Un poco, pero no importa.— Ni lo miró.

—Obvio que importa Tiago. Contame que te pasó, y aparte te fuiste de la puerta de la facultad, y siempre me esperas. Algo pasa.

Tiago hizo una pausa. —Vos… ¿Estuviste con alguien… más? Osea… vos entendés. Si te cogiste a alguien más…

Mauro se quedó petrificado.

—No es un planteo ni nada de esas boludeces, vos podés… podés hacer lo que quieras…

—No estuve con nadie más.

Tiago lo miró a los ojos. —¿No? ¿Por?

Mauro levantó sus hombros. —Porque… no sé.

Se armó un silencio.

—Te enojaste por lo de Lautaro, ¿Cierto? Tiaguito, ese pibe es un pelotudo y se la pasa fumando porro, ni sabe lo que dice y yo ya aprendí a soportarlo. Pero no te enojes conmigo.

—Es que… no debería molestarme, se supone que no somos nada "amoroso".

Mauro asintió. —Si querés hacemos como que no pasó nada, nos olvidamos de esto.

Tiago sonrió. —Sí, porfi.

Mauro se dió vuelta y volvió. —¿Hola? ¿Perfección humanizada? No puedo creer lo que mis ojos están viendo.

Tiago rió. —Sos un tarado… ¿Cómo estás Chucky? Habría que admitir algo… te extrañé.

Mauro quedó sorprendido. —AAAAAAA SIIII Y YO TAMBIÉN — Abrazó a Tiago con todas sus fuerzas. —Te extrañé mi vida, y no quiero que te vayas.

—Yo tampoco quiero irme… ¿Querés venir a casa?

Ambos se miraron. —¿A la tuya?

—Sip.

—No tengo ropa Tiaguito…

Tiago se puso serio. —Te presto cara de cartón.

—Dame ropa y muchos besos.— Mauro se acercó sonriendo. —¿Cara de cartón me dijiste? Osea ¿Negro?

Tiago rió. —Era una broma, sos más blanco que las nubes, mi corazón.— Sonrió y le dió un pico. —Y sos hermoso.

Mauro se quedó totalmente congelado.

¿Qué hacés? ¡Tirá un chamuyo! No te quedes duro como si… ¡Cómo si estuvieras enamorado!

—No me hagas esto…— Dijo Mauro un poco enojado. —No, no quiero, la puta madre. Por favor, la concha de mi hermana, no quiero, no…

—¿Qué pasa Mau? ¿Estás bien? Boludo ¿Te molestó que te diera un be…

—¡No! No más… Es que… Vos… ¡Nada! No pasó nada, está todo bien.

Él no me gusta, él no me gusta, él no me gusta, él no me gusta…

No estoy enamorado.

Pasaron dos semanas y ellos tuvieron sexo todos los días y cada vez se sentía mejor.

Se encontraban un sábado a la noche en un boliche junto a algunos de los de la facultad.

—No tengo muchas ganas de tomar.— Dijo Tiago viendo a todos bailar.

—Yo la verdad que tampoco, solo quiero mover las cachas con vos, mi casquito.—

Unas horas después, Mauro perdió a Tiago y lo encontró hablando con una chica de una forma un poco… coqueta.

Él bufó, se acercó a estos y

—¡Mi amor! Te estaba buscando.— Le dió la espalda a la chica y besó a Tiago, un beso bastante intenso para marcar territorio.

¿Mau?

Tiago correspondió y unos segundos después se separaron.

Mauro giró y la chica no estaba más.

—Y esa re metida es, que asco, que vaya a buscarse a otro.— Dijo el pelirrojo enfurecido.

Tiago hizo que lo mire y sonrió. —¿Estás celoso, bombón?

Mauro se quedó desconcertado.

—Si estás celoso no pasa nada, Chucky hermoso. Pero… ¿Sabes que significa?

Mauro asintió y lo abrazó escondiendo su cara en el cuello de Tiago.

—¿Te estás enamorando?— Dijo Tiago al oído del pelirrojo.

—No sé…

—Mau, mi vida.— Mauro se levantó para mirarlo. —Sé que pasaste por cosas muy feas, pero yo no pienso lastimarte bombón. ¿Mirá cómo me tenés? Estoy a tus pies, estoy enamorado, y lo que más deseo en el mundo es ser tu novio. Te juro por mi vida que no va a pasar nada malo, te lo juro.

Mauro estuvo a punto de llorar.

Besó a Tiago con todo su amor, para finalmente quedar como pareja, hasta la eternidad.

.

.

.

.

.

.

.

Final poronga pero es lo que hay.

One shoots LitiagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora