Cuando salí de mi casa observé a ambos lados de la calle, debía esperar a Lena para ir a la casa de mis padres. Luego de unos minutos me senté en una banca pequeña. Ella llegó a la una de la tarde.
Al ver su auto me puse de pie y subí.
"Tarde", dije apenas cerré la puerta.
"Trabajo", se puso en marcha, "pensé en llamarte, pero adivina", me miró, "no tengo tu número de teléfono".
"No tengo" dije, ella arrugó su frente.
"¿Qué adulto o niño no tiene teléfono?"
Me encogí de hombros.
Muy caros, pensé.
Luego de darle la dirección me preguntó.
"¿Debo comportarme como si te...?", arrugó su frente sin decir la palabra.
"Como si me amaras", continué yo.
"Pues eso".
"Algo así, no exageres. Relájate".
"Estoy relajada" aseguró ella, luego me miró, "¿cómo son ellos?"
"Amables, como muchos padres".
"Claro" murmuró.
"No es una cena de negocios ni una reunión para cerrar un trato".
"Ya cerré el trato", dijo Lena.
"Graciosa. Solo seremos nosotros".
Al llegar a la casa la miré.
"¿Nerviosa?"
Ella soltó un bufido.
"Para nada".
Sonreí al verla bajar del auto. Cuando caminamos hacia la casa murmuró.
"Debí comprar algo".
Moví mi mano delante de mí para restarle importancia a su idea.
"No, está bien".
Abrí la puerta y miré hacia la sala.
"Ya estamos aquí", casi grité, Lena solo me miró y luego alrededor.
Caminó hasta un mueble y observó varias fotografías de mis padres y mías. Me tensé cuando tomó una de mi padre, luego la dejó en su lugar.
¿Por qué seguía esperando que recordara a mi padre?
Mis padres aparecieron por el comedor y sonrieron al verme, llegué a ellos y los abracé, luego apunté a Lena.
"Aquí esta ella", dije y la miraron.
Lena caminó hasta nosotros.
"Lena Luthor", saludó.
Mi padre le estrechó la mano.
"Zor-El, ella es Alura, mi mujer", también estrechó su mano.
"Lamento la tardanza" dije.
"Fue mi culpa, trabajo" dijo Lena. Mi padre negó.
"No importa, es comprensible".
"¿Deseas que te ayudemos en algo?", le dije a mamá, ella lo pensó.
"Pongan la mesa y luego me ayudas a servir".
"Está bien", miré a Lena, "sígueme".
Nos movimos a la cocina, mi madre siguió cocinando y mi padre le ayudó.
En nuestra antigua casa siempre cocinaban ambos, yo solo ponía la mesa. El almuerzo era como una reunión familiar, todos ayudaban.
Miré a Lena y le entregué el servicio, yo tomé vasos y demás. Regresamos al comedor.
ESTÁS LEYENDO
Solo Son Negocios (SuperCorp)
Fanfiction¿Quién era ella? Mi vergonzoso y culpable amor platónico. ¿Qué me llevó a casarme con ella? El dinero. ¿Y por qué me enamoré de ella? Porque era como el mar. A veces calmada, tranquila, cálida y agradable. Y otras veces furiosa, destructiva, fría y...
