Capítulo 27: ¿Fiesta?

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Cuando llegamos al lugar de reunión, una discoteca que la universidad había arrendado por la noche solo para los alumnos, nos tomó unos minutos encontrar estacionamiento. Antes de bajarme del vehículo observé detenidamente la vieja camioneta a un lado y luego el automóvil de Lena. Parecía una comparación entre algo viejo y usado y algo nuevo, en todo sentido de la palabra.

"Oye" tomó mi brazo y me hizo mirarla, "siempre he tenido una duda".

"¿Cuál?" la miré fijamente, curiosa.

"¿Cuántos años tienes?"

Arrugué mi frente un segundo.

"Voy a cumplir veintitrés".

Arrugó aún más su frente.

"Casi eres una adolescente, como mi hermana". Alcé una ceja y me puse de pie.

"¿Cuántos años tienes tú?" claro, ella no sabía que yo sí lo sabía.

"Voy a cumplir veintiocho".

Abrí mi boca fingiéndome sorprendida.

"Eres casi una anciana, no te lo habían dicho".

Ahora ella alzo una ceja.

"Y tú hermana no es una adolescente, menos yo".

Caminamos hacia el lugar. Observé alrededor buscando a las chicas y al no verlas arrugué mi frente un segundo, luego casi salté del susto cuando alguien piñizco mi trasero.

Me giré enseguida y volteé mis ojos al ver a Gayle allí. Solo que no me miraba a mí, observaba a Lena, quien miraba en dirección a mi trasero, probablemente preguntándose cómo reaccionar ante eso.

"¿Tu eres Lena?" soltó Irma acercándose por detrás de Gayle.

Mi esposa la miró enseguida y le sonrió.

"Esa sería yo".

Gayle me miró un segundo y alzó una ceja.

"No hagas eso" la regañé por su atrevimiento y luego miré a Irma.

"Tú debes ser Irma" dijo Lena, miró a Gayle "y tu Gayle".

"Esa sería yo" la imitó, Lena alzó una ceja enseguida.

Llegué a su lado.

"¿Vinieron solas?" pregunté.

Gayle volteó sus ojos.

"Déjala en paz", dijo Irma "y no le hagas caso", miró a Lena "esta celosa".

Gayle soltó un bufido.

"Nos encontraremos adentro con los chicos de nuestra clase".

"¿De la tuya o la mía?" pregunté.

"Ah, verdad que tú eres de primero" soltó Gayle, sonrió suavemente "y de la nuestra, conoces a la mayoría".

Alcé una ceja, luego tomé la mano de Lena e ingresamos al lugar. Lena me empujó un poco hacia atrás para susurrarme.

"¿Siempre son así?"

La miré y asentí.

"Sí, pero no son malas". Volteó sus ojos.

"¿Y siempre hace eso?"

La miré confundida y salté al sentir que piñizcaba mi trasero, luego me reí.

"No, no siempre, y yo también lo he hecho cuando esta desprevenida".

"¡Ahí están!" gritó Irma y apareció delante de nosotras, me tomó de la mano y arrastró con ella, de paso yo arrastré a Lena.

Nos detuvimos delante de un grupo de 8 personas, más hombres y mujeres, y al reconocer a varios sonreí.

Solo Son Negocios (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora