Capítulo 55: Lena - Y así se comienza de nuevo.

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Lena observó a Kara varios segundos un tanto tensa. Ya llevaban más de dos meses saliendo, teniendo citas, besándose y unas pocas veces, acariciándose. Y no es porque Lena no quisiera más, lo hacía, con ansias. El asunto era que Kara no se lo permitía.

Kara, al término de cada cita, detenía sus intentos de llevarla a una cama, o cualquier lugar lo suficientemente firme. Al principio Lena se había sentido un tanto decepcionada por eso. Debía admitir, y lo hacía sin tapujos, que la deseaba y mucho. Pero ahora, ahora había algo más allí, algo más firme que cualquier cosa y que se sumaba al amor que sentía por Kara.

Cuando Kara llegó a su lado y alzó una ceja al ver que solo la observaba, sonrió enseguida.

"¿Qué pasa?" preguntó y se sentó a su lado.

Lena tomó un puñado de palomitas de la fuente que había puesto en su regazo y permitió que la película comenzara. Dejó el control a un lado mientras Kara tomaba una manta para cubrir sus piernas.

Lena la observó unos segundos antes de agarrar su brazo.

"Ve aquí" le dijo suavemente.

Lena se sentó de lado contra el sofá y la hizo recostarse contra ella, luego las cubrió a ambas con la manta y la abrazó.

Sonrió un poco al ver que acomodaba a su lado las palomitas. Luego, como si nada, movió su mano bajo la manta y llegó a su trasero, Kara se quejó antes de mover su mano y ponerla a su alrededor.

"Quieta" le dijo Kara divertida, siguió sonriendo.

Esto era más un juego que otra cosa. Le gustaba molestarla de esta forma, tocarla de repente y reírse al oírla regañarla.

Negando un poco observó la película de ciencia ficción y comió palomitas.

"Lena".

"¿Sí?" preguntó.

"Dime como es que te llevas tan bien con Krypto, nunca te he visto jugar con él". Volvió a sonreír.

"Es porque no lo hacía cuando estabas cerca" se encogió de hombros. "A decir verdad, lo trate más cuando ya era de noche y tú estabas dormida".

Kara asintió suavemente.

Luego de unos minutos Lena sintió que la respiración de Kara se volvía más calmada, se movió para observar que se había quedado dormida. Volteó sus ojos y sonrió.

Mientras observaba la película acaricio la espalda de Kara bajo la manta lentamente, ella suspiró y se acomodó mejor sobre Lena. Lena decidió dejar en el suelo la fuente llena de palomitas y apagar la televisión. Era mejor imitarla, solo que, en una cama, no allí.

Con cuidado la cargó hacia la habitación en el segundo piso y la recostó, rápidamente se acomodó a su lado y la observó dormir.

Soltó un suave bufido al notar lo que estaba haciendo. Jamás, en ninguna de sus relaciones había observado a una mujer dormir o había deseado hacerlo. Tampoco era una mujer de detalles, de cenas, de nada. Pero, desde que había comenzado su relación con la que fue su esposa, había cambiado, lo sabía a ciencia cierta.

Le gustaba ver su expresión cuando dormía, como a veces arrugaba su frente y luego se relajaba, también le gustaba que cuando estaba a su lado se acurrucara a su lado enseguida, justo como ahora.

Luego de que Kara apoyara su cabeza en su pecho tocó su rostro y acarició su mejilla con su pulgar, cerró los ojos y suspiró.

Adoraba a la rubia sobre ella, su humor raro, sus comentarios sorprendentes, la pasión que ahora mantenía encerrada, incluso adoraba su forma de confundirla, de decirle alguna tontería cuando no lo esperaba. Pero sabía que algo faltaba, había algo que aún se interponía entre las dos, que no le permitía a Kara estar completamente relajada a su lado. Y no sabía qué.

Solo Son Negocios (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora