Capítulo 18: Travesuras.

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Seguí a la niña hacia un garaje. Ella dejó la bicicleta a un lado y apuntó la otra en un rincón.

"Esa es" me dijo y me acerqué enseguida, "es de mi hermana".

"¿Cuál de ellas?" la miré un segundo y caminé hacia la biblioteca. La tomé y llevé frente a la niña.

"Lena", dijo como si fuera obvio.

Me reí un segundo.

"No puedo imaginar a Lena montado en esto" arrugó su frente y la imité, "parece que siempre está molesta".

"No" dijo extrañada, "me gusta Lena, es amable conmigo".

La observé unos segundos sin saber qué decir.

"Entonces" murmuré y me aseguré de que la bicicleta estuviera en buen estado, "hagamos esto".

Con cuidado me subí a ella y recogí mi vestido, lo acomodé entre mis piernas hasta que se vio igual que un pantalón corto, por último, me senté sobre la tela sobrante para afirmarla. Por un segundo, al ver mis piernas al aire dudé.

"Espero que nadie me vea así" le dije a ella, "sería un tanto raro".

"Sí" aseguró.

Solté el manubrio de esta y esperé. Solo me observó. Cuando apunté delante de mí con mi mano arrugó su frente.

"Tú te sentarás aquí", le dije.

Ahí pareció entender que deseaba.

Se acercó a mí un tanto tensa. Imaginé que no querría hacerlo, pero la curiosidad le ganó y terminó por llegar a mi lado.

Luego de ayudarle a sentarse afirme su vestido. Volví a agarrar el manubrio y ella se sujetó.

"Bien" dije y me miró. "Mantén tus piernas un poco separadas de la rueda y agárrate con fuerza".

Asintió y me preparé.

Observé a Katherine un segundo sonriendo antes de comenzar a pedalear. Salí del garaje y conduje alrededor de unos árboles, rodeé unos automóviles y decidí ir más lejos.

"Vamos a la reja", le dije y asintió con entusiasmo.

Conduje deprisa por la calle, ahí noté que estaba de bajada, me moví alrededor de los automóviles estacionados y llegué a la reja de entrada. Rápidamente giré y regresé, solo que me costó más subir. Después otra vez bajé, aún más deprisa. Ya le había agarrado confianza a la bicicleta.

"Más rápido", me dijo la niña y obedecí. Incluso me levanté un poco para pedalear más fuerte.

Ella rió cuando bajamos a gran velocidad y yo ya jadeaba cuando subíamos. Esto me recordó que debía hacer más ejercicio.

"¡Rayos!", jadeé cuando sentí un tirón en mi vestido y observé como se enredaba entre la corona y la cadena. Luego solté una grosería al perder el control de la bicicleta y atravesar unas plantas.

"¡Frena!" chilló Katherine.

"¡No funciona!" solté casi en el mismo tono de voz mientras apretaba los frenos con fuerza.

"¡Vamos a caer!" gritó.

"¡¿Qué?!" jadeé y dejé de respirar al ver la piscina delante de nosotras. "¡No te asustes!" le dije al ver que caeríamos.

Y justo cuando estábamos por caer, solté el manubrio y la agarré de la cintura para empujarla hacia mi pecho. Ella gritó mientras caíamos, solo que alcancé a girarnos y fue mi espalda la que chocó en primer lugar con el agua y un costado de la bicicleta.

Solo Son Negocios (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora