Capítulo 42 : Una verdad dolorosa.

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Cuando desperté gemí, me dolían partes de mi cuerpo que no deberían dolerme. Y peor aún, me sentía bien y mal, ambos al mismo tiempo.

Bien, había tenido la mejor noche de mi vida en cuanto a sexo, fui follada, sorprendida, y sorprendí, de alguna manera.

Mal, no solo me dolía el cuerpo, sino también el alma. Amaba a esta mujer a mi lado, que mantenía su brazo firmemente alrededor de mi vientre, su rostro sobre mi pecho, justo encima de mi corazón. Y sabía, que ella no me amaba y eso dolía como el infierno.

Ya no sabía qué hacer. Quizás, si solo era sincera, Lena dejaría de acostarse conmigo. Sí, perdería su toque, pero ganaría algo de paz mental.

Mis brazos se movieron por mi propia decisión alrededor de ella. Acaricié su espalda, una de mis manos llegó a su cabello y acaricio. La otra recorrió los músculos relajados.

Lo hice por mucho rato, hasta que mis lágrimas y quejidos la despertaron.

Lena se tensó enseguida al oírme, pero la abracé con fuerza, impidiendo que se moviera.

"¿Qué?" susurró confundida.

"No" le respondí, "no te muevas, quédate justo así, solo un momento, por favor" volví a llorar.

"Kara" me llamó, pero regresó a su lugar, por esos segundos fue mía.

Suspiré y me obligué a tranquilizarme. Ya había obtenido lo que deseaba, unos momentos así con Lena. Como si fuéramos amantes, no una pareja teniendo solamente sexo.

"Tengo que confesarte algo" Lena esperó, "te vas a molestar" murmuré.

"¿Ayer te acostaste con un hombre?" preguntó enseguida.

Tomé aire con fuerza al oírla, Lena se levantó un poco y me miró. Al ver que sonreía suspiré y negué suavemente.

"Bueno", dije y arrugué mi frente, "ayer me acosté con alguien que al parecer le gustan los consoladores".

Lena parpadeó confundida un segundo antes de entrecerrar los ojos.

"Mira que extraño, ayer me acosté con una mujer que le gusta tener sexo con uno de esos, incluso lo pidió". Me sonrojé un poco y Lena sonrió satisfecha.

"Tu comenzaste" la acusé, alzó una ceja. "Regalarme un consolador".

Volteó sus ojos.

"Y tú, me ofreciste tu culo, sabía que lo harías en algún momento".

Moví mi cabeza un poco de un lado a otro por sus palabras.

"Esta conversación no está llegando a ninguna parte y se salió del camino"

Sonrió suavemente y asintió.

"Sí, pero es divertido" murmuró antes de acercarse y besarme suavemente.

Suspiré y ella se alejó.

"Dime por qué debería molestarme conmigo".

Dejé de mirar sus ojos y observé alrededor.

"Porque hice algo que no estaba en el contrato".

"Querida" me llamó e hice una mueca, la miré, "hemos hecho muchas cosas que no estaban en el contrato, un ejemplo es lo que pasó ayer".

Esperó a que hablara.

"Ok, entiendo" dijo al ver que no decía nada, la miré confundida y ella volvió a acostarse sobre mí, "si así es más fácil dilo".

Ahí está otra vez, siendo dulce y comprensiva, pensé.

Tomé aire para darme valor, varias veces.

Solo Son Negocios (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora